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El Camp Nou cumple 57 años

BARCELONA -- En pleno debate de su costosa remodelación, el Camp Nou del FC Barcelona cumple 57 años, pues fue inaugurado oficialmente el 24 de septiembre de 1957. Una efeméride que no se contemplaría especial a no ser por la polémica que rodea a unas obras que pretendiendo modernizarlo han provocado no poca contestación entre los abonados del estadio.

A principios de la década de los 50 del pasado siglo el Barcelona entendió la necesidad de ampliar por tercera vez su estadio de Les Corts. La exitosa etapa del 'Barça de las 5 Copas' y la irrupción de Kubala motivaron que las 55.000 plazas del viejo campo se desbordasen a cada partido y bajo la presidencia de Agustí Montal Golobart el club adquirió unos terrenos sobre los que edificar un nuevo estadio.

En marzo de 1954 se colocó la primera piedra y tres años después ya estaba levantado un majestuoso campo, para la época, con capacidad para 90.138 aficionados. El club eligió el 24 de septiembre para inaugurarlo por ser la fiesta de la ciudad a pesar de que los accesos al recinto estaban todavía por acabar.

La jornada, llena de actividades, se cerró con un partido amistoso entre el Barça y la selección de Varsovia que venció el equipo catalán por 4-2, marcando el primer gol en la historia del campo el paraguayo Eulogio Martínez. Se da la circunstancia que los dos clubs pactaron que ese primer gol, histórico, lo marcase un jugador del Barça, por lo que al cabo de pocos minutos, curiosamente, empató el equipo polaco...

El primer partido oficial, terminadas definitivamente las obras, no se disputó hasta el 6 de octubre, ganando el Barcelona por 6-1 al Jaen, anotando el argentino Villaverde el primer gol oficial del nuevo estadio.

PASADO, PRESENTE... FUTURO

El coste de la construcción del Camp Nou, cifrado inicialmente en 400.00 euros, se elevó hasta 1,8 millones, provocando una grave crisis económica para el club, que al cabo de 4 años, en 1961, se vio obligado a traspasar a la estrella de la época, Luis Suárez, al Inter de Milán por 150.000 euros (cantidades desorbitadas para la época), además de vender el viejo estadio para sobrevivir.

El Camp Nou ha sido objeto de varias remodelaciones y ampliaciones durante su existencia. Si en 1974 se instauraron asientos en toda la grada lateral que inicialmente habían sido de pie, la primera, y principal ampliación, tuvo lugar en 1981, cuando su capacidad ascendió hasta los 120.000 aficionados, con una profunda remodelación para acoger la inauguración y diversos partidos del Mundial de 1982.

Doce años después, en 1994, el Barça remodeló el estadio nuevamente para adecuarlo a la normativa de la UEFA, que obligaba a que todas las localidades fueran de asiento. En esa remodelación se anuló el famoso foso que rodeaba al terreno de juego, se hundió el mismo 3 metros y el aforo descendió hasta las actuales 99.354 personas.

Coincidiendo con el 50 aniversario del campo, en 2007, la directiva de Joan Laporta impulsó un ambicioso proyecto de remodelación que dirigido por el reconocido arquitecto Norman Foster preveía una ampliación de 10.000 asientos y la conversión del Camp Nou en un estadio 'más moderno, funcional y confortable'. Para su realización el club aprobó la venta de los terrenos del miniestadi, lo que provocó el rechazo de la oposición.

El esqueleto exterior del estadio llamó la atención por ser confeccionado a base de paneles con los colores del club y de la bandera catalana y el presupuesto se cifró en 250 millones de euros.

Pero en 2010, con la recalificación de los terrenos adyacentes ya aprobada por el ayuntamiento, la llegada a la presidencia de Sandro Rosell provocó la anulación de aquella remodelación. El nuevo presidente se presentó a las elecciones con un programa en el que el estadio sólo sería remodelado y acondicionado con un coste, aseguró, nunca superior a los 50 millones de euros "porque el Camp Nou solo necesita ponerse guapo", mostrándose contrario en aquel entonces a "proyectos faraónicos que pongan en peligro la supervivencia económica del club como pasó en 1957".

Sin embargo, un año después, en septiembre de 2011, el vicepresidente Jordi Moix anunció la decisión del club de acometer un ambicioso proyecto de remodelación y ampliación del estadio, al que se sumaba la construcción de un nuevo Palau Blaugrana.

El proyecto quedó en segundo plano hasta finales de 2013, cuando la directiva dio forma a las ideas y en enero de 2014 presentó definitivamente el proyecto, que anunció sería parte del proyecto 'Nou Espai Barça', con una profunda remodelación del estadio ampliado hasta las 105.000 localidades con nuevos palcos VIP y la recolocación de hasta 10.000 abonados actuales de las graderías inferiores.

Aprobado en un referéndum que se celebró en abril, y en el que se desestimó la idea de la construcción de un nuevo estadio, el 'Nou Camp Nou' tiene un presupuesto de 420 millones de euros que asciende hasta los 600 con la totalidad de las obras adyacentes (Palau, Miniestadi, Espai Barça y aparcamientos) y cuyas obras deberían comenzar en junio de 2017.

La nueva casa del Barça, de acuerdo a los plazos, debería estar finalizada en marzo de 2021, pero desde la oposición ya se ha anunciado que las elecciones previstas para el año 2016 tendrán en el proyecto uno de los grandes puntos de discusión, por cuanto se considera que la directiva mintió en su día a los socios y ha acabado por embarcarse en una obra monumental y peligrosa para el futuro del club.

Esta reconstrucción integral es la que hoy ocupa la actualidad en un Barcelona que celebra sin los fastos de otros años el aniversario de la construcción inicial de un estadio que en su día llegó a ser considerado entre los mejores de todo el mundo y que en la actualidad se considera caduco, al lado de otras construcciones como el Allianz Arena de Múnich, el nuevo Wembley, el Emirates, el Stade de France, el Amsterdam Arena, San Mamés o tantos otros estadios modernos a los que habría que añadir el propio Santiago Bernabéu, que también planea una profunda obra de remodelación y modernización.