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Savón: 'Tyson no me hubiera durado'

Salvador Rodríguez

LA HABANA -- A primera vista, Félix Savón parece que estuviera listo para volver a subirse al ring, pero ya han pasado 15 años desde que el de San Vicente, Guantánamo, colgó los guantes.

Aún porta ropa deportiva con la bandera de Cuba en el pecho, una maleta deslavada en color azul en la que se lee 'Cuba', el cabello corto y puños que reflejan, con lesiones, el trabajo de 20 años que lo convirtió en una gloria del deporte cubano.

Hoy Felix tiene 47 años. Hace casi 30 años, en 1986, ganó el primero de seis campeonatos mundiales en su andar boxístico y en el que presume, además, tres medallas de oro olímpicas, la de Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000, cantidad que sólo han logrado su fallecido amigo y paisano Teófilo Stevenson y el húngaro Lázsló Papp, también fallecido.

La cita es en el Hotel Palco de Miramar, a donde llega a pie, pues los dos carros que tiene están descompuestos. Se quita la maleta deportiva que cuelga de su hombro y pide un jugo de pera para refrescarse.

En la calle el calor es fuerte. Él comienza a entrevistar antes que ser entrevistado, tras un cruce de palabras, comienza finalmente a escuchar las preguntas. Suena la campana.

-¿Es cierto que rechazó 10 millones por pelear con Mike Tyson o Evander Holyfield?

Me ofrecieron 10 millones, 12 millones y 15 millones. Me ofrecieron primero 10 millones para pelear con Tyson, luego 12 millones, después de Atlanta 1996, para pelear con Holyfield. Y la última oferta que me hicieron fue de 15 millones para pelear con Michael Bennett.

-¿Y cuál fue la razón de la negativa?

Siempre dije que no porque siempre he estado firme con la causa de mi pueblo, de mi país, y entonces soy la bandera del deporte, no cubano, revolucionario y no me arrepiento.

-No puede negar que hubiera sido interesante...

Puede ser interesante porque yo estoy duro todavía, el pleito lo quiero yo ahora. A ver si aquella gente están como yo. Me siento fuerte.

-¿Qué hubiera pasado contra cualquiera?

Nunca perdí no me gustó perder contra americanos ni la saliva. Teniendo mis habilidades, como yo boxeaba en Barcelona 1992, que era un tren, porque era una máquina de tirar golpes, creo que Tyson no me duraba.

Si Holyfield que era un prospecto y no le ganó y le tuvo que meter una mordida. Con Holyfield una vez nos vimos en Tampa, nos abrazamos, me regaló un pullover y un short con su nombre que yo con amor cogí, se abrió una amistad, pero quiero decir que no se pudo hacer esa pelea. En 1999, cuando Cuba se retiró del Mundial en Texas, yo sentí como feo porque no pude ganarle a Bennett, aunque luego en los Olímpicos le gané fácil.

-¿Que hubiera hecho en el profesionalismo?

Si yo estuviera en el boxeo profesional todavía estuviera boxeando porque me gusta el boxeo y creo que si entreno, si me dedico seis o cinco meses, no me alcanza ni añicos el boxeo ese que están ahora especulando.

-¿Por qué se retiró tan joven, tenía apenas 32 años?

Me quedaban dos años (de eligibilidad), pero me retiré porque me hicieron mucha insistencia y el comandante en jefe estaba apoyando ese retiro, pues se estaban retirando en ese momento tres glorias, que son el logro de la revolución, Mireya Ruiz, Ana Fidelia Quirot y Félix Savón nos retiramos después de aquella época. Me llenó de orgullo, satisfacción y fue un placer que estaba la presencia de nuestro comandante en jefe Fidel Castro, que reunió al pueblo, estudiantes de primaria secundaria, enfermeros, doctores. En la Ciudad Deportiva no cabía más nadie, todos reunidos ahí, y yo al recordar esas cosas me pongo sentimental y hasta lloro.

-¿Qué lo llevó al triunfo?

Los valores como la disciplina, la honestidad, la responsabilidad y el amor al pueblo cubano.

-¿Pensó alguna vez que en el boxeo lograría los tres oros, seis campeonatos mundiales, los tres panamericanos, cuatro centroamericanos, cuatro copas mundiales?

No fui cuatro veces campeón olímpico por el boicot de 1988, esa debió ser mi primera medalla olímpica, al que quedó campeón, un mes antes le había ganado, yo estaba como un cuchillo en esa época. Pero hasta ahora no me lo creo que estuve 20 años boxeando y que gané cientos de peleas y conquisté todos los campeonatos que ha puesto la AIBA.

-¿Dónde tiene sus medallas?

Las tengo en mi casa, todas, hay mucha gente que vende sus medallas y les dan migajas, les dan mil 500 pesos (1 pesos cubano convertible vale 15.50 pesos mexicanos o poco más de un dólar) por una medalla, pero eso no me llena, lo que me llena de orgullo es tener mi medalla en casa, mi casa es de campeones.

-¿Y vive bien?

Vivo bien, muy ocupado, tengo en mi casa cinco niños, ya grandes pero son niños, otro sobrino que está conmigo, hijo de mi hermana, no el boxeador porque ese es mi primo. Valió la pena todo el sacrificio, no se valora, eso se lo dejo al destino porque en la vida no se logra todo, en la vida se logra lo que te toca y lo que me toca es lo que estoy viviendo. Mucha gente vive en la fantasía y en el desengaño, yo no puedo vivir del desengaño porque tengo ya mi vida, estoy hecho raíces en el Fontanar, soy de San Vicente, Guantánamo, pero ahora estoy ahí. El boxeo me dio mi casa, mi carro, una familia linda.

-¿Y a qué se dedica?

Yo soy Licenciado master en boxeo, tengo ya como un libro de cómo yo llegué a ser seis veces campeón mundial y tres veces olímpico. Eso se llama 'El secreto del éxito' y ahí voy a hacer mi trabajo de doctor, de ahí tengo que comerciarlo. Me enamoré de hacer mi doctorado en Villa Clara y me senté donde el 'Che' Guevara se hizo doctor. Por las mañanas entreno a unos niños, debo ir avanzando, el doctorado me va ayudar mucho.

-¿Sigue siendo millonario de amor como alguna vez dijo?

Yo soy millonario, pero de amor, porque aquí en Cuba, donde quiera que voy alguien me da un peso, me da un pan. Yo salgo de aquí y voy a la fábrica de helados y me dan una tina de helado, voy a la fábrica de pan, y regalado, eso es el amor del que he hablado. Voy a la fábrica de ron y me llevo seis u ocho botellas de ron, no para mí sino para una visita, un día de cumpleaños. En estos momentos yo monto la guagua (autobús) y a veces lo choferes no dejan que pague.

-¿Alguno de sus hijos es boxeador?

Félix Mario es campeón nacional juvenil, él está haciendo bien las cosas, pero no tiene muy bien sus valores, debemos corregir eso, le digo algunas cosas para que mejore, pero es joven, tiene 18 años.

-¿Y qué opina de Erislandy Savón, su primo, el de los Domadores de Cuba de la Serie Mundial de Boxeo?

Es bueno, pero no tiene la etiqueta, es bueno, es el mejor de la Serie Mundial, pero no ha sido ni campeón olímpico ni mundial, eso es lo único que le falta, la etiqueta, pero ahí va.

-¿Qué piensa del boxeo cubano actual?

No me gusta que muchos bajan las manos, falta algo de teoría, es mucha práctica. Los boxeadores no tienen la malicia de antes, les falta sabiduría. Falta asentar el golpe ser contundente.

-Se dice que no sólo aprendió de Alcides Segarra sino también de Teófilo Stevenson...

Nunca peleé con Teófilo. Lo que sí fue que el doctor Alcides Sagarra nos puso de pareja y nos llevábamos como hermanos, dormíamos en un cuarto los dos y nos ayudábamos. Él tenía la experiencia y yo tenía las habilidades y la juventud.

-¿Hicieron sparring muchas veces, cómo eran?

Yo lo hacía trabajar, los compañeros no lo ayudaban, no le tiraban golpes, no era miedo, sino respeto. Yo lo respetaba, pero yo sí le tiraba y él decía: 'Mira, Alcides, te dije que no me lo pusieras, me está tirando, mira, me está tirando duro'. Sino fuera por esa unión, Stevenson no fuera tres veces campeón mundial, porque el que lo ayudó a recoger su tercera medalla fue Félix Savón, tenía yo 17 años.

-¿Cuál fue la mejor enseñanza que le dejó Stevenson?

Stevenson me enseñó que el amor es para el pueblo, no a los millones.