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Cachorros de Chicago vs Mets de Nueva York: del cine a la realidad

En la película The Rookie of the Year (1993), Henry Rowengartner, un niño de 12 años, vence a los Mets de Nueva York en el partido decisivo que lleva a los Cachorros de Chicago a la Serie Mundial.

En una escena de la cinta Back to the Future II (1989), el protagonista Marty McFly (Michael J. Fox) vuela hasta el 2015 y se entera que los Cachorros ganaron el clásico de octubre.

Pues bien, para Chicago llegó la hora de enfrentar a los Mets en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional para tratar de llegar y ganar la Serie Mundial, justo en el 2015.

Y aunque las apuestas en Las vegas favorecen a la novena neoyorquina, los Cachorros tienen unas cuantas cosas a su favor que podrían ayudarlos a romper, de una vez y por todas, la famosa maldición del chivo.

Para los dos primeros encuentros, que se disputarán en Citi Field, Chicago contará con el zurdo Jon Lester y el derecho Jake Arrieta, mientras que los Mets sólo han anunciado a Matt Harvey para el choque inicial.

En este caso, el orden de los factores sí puede alterar el producto, pues Nueva York usó a sus dos primeros abridores (Jacob deGrom y Noah Synderdaarg) en el partido decisivo de la serie divisional ante los Dodgers de Los Angeles.

Lester tiene un largo historial en postemporadas, donde exhibe récord de 6-5 y efectividad de 2.66. Es un competidor a prueba de balas y su experiencia puede jugar a su favor contra Harvey.

El zurdo perdió el partido que lanzó ante los Cardenales de San Luis en la serie divisional, en la que permitió tres carreras en 7.1 innings, aunque propinó nueve ponches.

El derecho de los Mets, por su parte, derrotó a los Dodgers, con faena de cinco episodios, tres carreras, dos de ellas inmaculadas y siete abanicados, en el que fue su debut en playoffs.

Si los Cachorros, como visitantes, consiguen ganar ese primer juego, entonces la presión sería enorme sobre los Mets, pues le tocaría enfrentar a Arrieta, el mejor lanzador de todo el béisbol en el 2015.

Su posible rival podría ser el zurdo Steven Matz, quien no lo hizo del todo mal en su apertura ante Los Angeles, aunque cargó con el revés.

Pero si hubiera una división de honores, entonces los vientos soplarían a favor de los Mets, con todo y que irían a jugar de visitantes a Wrigley Field, pues entonces estarían listos sin principales brazos.

La ventaja de los Mets está en su cerrador, el dominicano Jeurys Familia, uno de los jugadores más valiosos del equipo a lo largo de toda la campaña.

Pero la ofensiva se inclina hacia Chicago, sobre todo, por lo repartida que ha estado en toda la alineación, con héroes inesperados como Kyle Schwarber, el cubano Jorge Soler y el puertorriqueño Javier Báez.

Pero si de sorpresas se trata, Daniel Murphy ha sido el hombre grande en el ataque de los Mets, por encima del cubano Yoenis Céspedes o el capitán David Wright.

Otro factor que favorece a Chicago es el manager. Joe Maddon es, posiblemente, el mejor director de todas las Grandes Ligas (o al menos uno de los tres mejores, para no ser absoluto).

Maddon ha demostrado sabiduría sobrada para sacar lo mejor de cada jugador, sobre todo de jóvenes inexpertos que necesitan un guía.

Ya lo hizo durante sus nueve temporadas con los Rays de Tampa Bay y ahora con Chicago.

Terry Collins, por su parte, está dirigiendo por primera vez en una postemporada y aunque las cosas le han salido bien hasta el momento, cometió varias pifias inexplicables a lo largo de la contienda regular que le valieron críticas de los fanáticos, quienes muchas veces dudan de su capacidad como estratega.

Entonces, ¿será Maddon el encargado de llevar a la realidad lo que los directores Robert Zemeckis (Back to the Future) y Daniel Stern (The Rookie of the Year) predijeron en la gran pantalla?

¿O tendrá Collins que recordarle a la fidelísima fanaticada de los Cachorros que el recuerdo de un chivo llamado Billy ronda como alma en pena por Wrigley Field para echarles a perder siempre la fiesta en el último minuto?