NUEVA YORK -- Cualquiera pensaría que el ataque ofensivo que los Mets de Nueva York lograron montar contra los Dodgers de Los Ángeles, en la Serie Divisional de la Liga Nacional, y ahora en la Serie de Campeonato ante los Cachorros de Chicago, ha sido encabezado por su capitán David Wright.
Pero fue Daniel Murphy quien cargó a los campeones de la División Este en dos de las tres victorias que obtuvieron sobre Los Ángeles en la ronda inicial de la postemporada para entonces clasificar a la cita contra los Cachorros y aquel quien de nuevo estuvo involucrado, conectando un jonrón en el primer inning el sábado el en el Juego 1.
A pesar de que conectó un sencillo remolcador con las bases llenas que produjo las dos carreras que impulsaron a los Mets al triunfo en el primer juego en Dodger Stadium, desde aquel entonces el bate de Wright ha languidecido en la caja de bateo.
En seis partidos esta postemporada, Wright sólo ha conectado un hit en 19 turnos (.053) con dos carreras impulsadas, siete boletos y ocho ponches, levantando preocupaciones en las gradas.
Algunos aficionados se preguntan si el jugador de 32 años de edad está sintiendo la presión de no producir en esta segunda etapa del calendario de las Grandes Ligas.
No obstante, su dirigente Terry Collins afirmaba que el siete veces Todo Estrella, que en 19 partidos de playoffs cuenta con un promedio de bateo de .153 (59-9) con dos cuadrangulares y ocho RBI, estaba a punto de mostrar señales de vida en una serie que comandaban los neoyorquinos 1-0 de cara al Juego 2 la noche del domingo.
Luego de que Wright se fuera en blanco en tres turnos con un pase gratuito a la inicial, un ponche y una base robada en el partido que ganó Nueva York 4-2 sobre los Cachorros el sábado, Collins se acercó al lado de su antesalista y hablaron por 20 minutos. Al final el estratega salió convencido que el clima rígido en ningún momento alzó cualquier tipo de molestia física a Wright, especialmente tras haber perdido casi cuatro meses de acción con dolores en la espalda.
“Es un pelotero. El ha estado en este ambiente por mucho tiempo”, aseveró el manager de la escuadra de Queens. “Le continué diciendo que siga teniendo esos buenos turnos al bate porque va a suceder. Es un demasiado buen jugador”.
Fuera de Murphy, que ha sorprendido en su primera danza con los playoffs, bateando .320 con cuatro jonrones, y el veterano Curtis Granderson, quien encabeza al equipo con un promedio de .381, no ha habido muchos en la alineación que han dado el paso hacia delante.
En la primera serie, Wright tuvo que medirse en cuatro partidos contra Clayton Kershaw y Zack Greinke, dos de los mejores lanzadores del planeta. El sábado le tocó una cita con Jon Lester y el domingo tenía que lidiar con Jake Arrieta.
“Ustedes quieren que todo el mundo bateé, (pero contra) los chicos que hemos enfrentado últimamente, no van haber demasiados turnos al bate (buenos)”, enfatizó Collins.
“Aparte de Justin Turner, creo que los Dodgers regresaban al dugout diciendo lo mismo, ‘Dios todopoderoso, ¿tenemos en enfrentar estos chicos de nuevo?’. Así que David seguirá jugando mientras que físicamente pueda hacerlo. Eso se lo digo yo”.