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Otra página a su libro de infortunios para los Cachorros de Chicago

CHICAGO -- Los Cachorros de Chicago fueron barridos por los Mets de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional del 2015, agregando otro capítulo a una saga de dolorosos fracasos en octubre que comenzó en el milenio anterior.

Nueva York y Chicago llegaron a la final del viejo circuito prácticamente en igualdad de condiciones, en todos los aspectos, y listos para disputar una de las series más reñidas de la actual postemporada.

Nueva York (90-72 en los playoffs) ganó su división y eliminó a los favoritos Dodgers de los Angeles en las Series Divisionales apoyado en un tremendo staff de lanzadores jóvenes. Chicago (97-65) tuvo la tercera mejor marca del béisbol, blanqueó a Pittsburgh en el juego de comodines y eliminó en las divisionales al conjunto más ganador de ambas ligas, Cardenales de San Luis, apoyado en una ofensiva llena de toleteros adolescentes.

Los Mets superaron a los Cachorros en todos los aspectos para ligar su primera barrida 4-0 en una postemporada y de paso, avanzar a su quinta Serie Mundial.

El miércoles, Lucas Duda bateó jonrón de tres carreras en el primer inning y doble de dos más en el segundo para que Nueva York se pusiera arriba 6-0 bien temprano y rompiera los corazones de los más de 45 mil que pagaron para ver el encuentro (42,227 dentro del estadio, los otros en los tejados) y decenas de millones que siguieron el choque por la radio, televisión e internet.

Romperle el corazón a los fanáticos más fieles del planeta ha sido frecuente para los Cachorros, cuyo apodo de “Adorados Perdededores” no es mera casualidad ni producto de la imaginación. Los Cachorros han perdido 14 de sus últimas 16 series de postemporada-- sin contar el juego de comodines como una serie-- y su marca es de 21-53 en ese tramo. Su marca global en playoffs es de 32-60.

Los primeros años: Chicago, una de las franquicias fundadoras de la Liga Nacional en 1876, rápidamente se estableció como una fuerza en el béisbol y cuando apareció la Liga Americana (1901) y se creó la Serie Mundial, dejó una huella profunda en el juego.

Entre 1905 y 1915, Chicago conquistó cuatro campeonatos de la Liga Nacional y dos títulos de la Serie Mundial, además de superar las 100 victorias, incluyendo la asombrosa marca de 116-36 en 1906, en un calendario de 155 juegos.

Los Cachorros jugaron en las ediciones del clásico de otoño de 1906 a 1908, el primer conjunto que apareció en tres consecutivos y ganó los de 1907 y 1908, siendo el primero con títulos seguidos. Lo que nadie imaginó fue que la corona de 1908 contra los Tigres de Detroit sería la última hasta nuestros días.

Intentos fallidos en la Serie Mundial: Los Cachorros cayeron derrotados en la Serie Mundial en 1910 (en cinco juegos ante los Atléticos de Filadelfia), 1918 (en seis choques contra los Medias Rojas de Boston), 1929 (1-4 ante Filadelfia), 1932 (barrida 0-4 ante los Yankees de Nueva York de Babe Ruth, quien anunció un jonrón en el quinto inning del juego 3), 1935 (2-4 Vs. Detroit), 1938 (barrida 0-4 ante Yankees) y 1945 (en 7 juegos ante Detroit).

“La Maldición de la Cabra”: De acuerdo a la leyenda, “La Maldición de la Cabra” contra los Cachorros nació durante la Serie Mundial de 1945. Chicago arriba 2-1 en la serie, el aficionado Billy Sianis compró dos boletas para el juego 4, una para él y para su cabra.

Pese a que a Sianis le permitieron entrar su animal al parque, posteriormente el dueño de los Cachorros, Philip K. Wrigley, ordenó que la cabra fuera sacada por el mal olor que despedía, muy probablemente después de la queja de los que estaban sentados cerca.

Mientras abandonaba el estadio, Mister Sianis gritó, molesto por la situación, que “los Cachorros no ganarán más”. Y sus palabras fueron proféticas a media en esa serie, pero mortales por el resto de los tiempos. Chicago pudo ganar el sexto juego para empatar 3-3, pero perdió el séptimo decisivo y jamás ha regresado al magno evento de las ligas mayores.

1984.... ¡Oh dolor!: Con el intermedista Ryne Sandberg (Jugador Más Valioso) y el lanzador derecho Rick Sutcliffe (Cy Young) como cabecillas del escuadrón, los Cachorros ganaron la División Este en 1984 y avanzaron a la Serie de Campeonato contra los Padres de San Diego, campeones del Oeste.

Chicago ganó los primeros dos juegos de la serie en casa y solamente necesitaba uno de los tres que estaban programados en San Diego para avanzar a la Serie Mundial, contra una maquinaria de Detroit dirigida por Sparky Anderson.

Chicago cayó fácil en el juego 3, El cerrador Lee Smith permitió un cuadrangular del inicialista Steve Garvey en el décimo inning del juego 4 para empatar la serie, pero ganaba 3-2 en el séptimo inning, cuando un error del inicialista Leon Durham abrió un rally de cuatro carreras para que San Diego ganara 6-3 y avanzara al clásico de otoño.

El foul de Bartman: En el 2003, todos los planetas se alinearon para que Chicago ganara un campeonato. La ofensiva, liderada por los dominicanos Sammy Sosa, Moisés Alou y Aramis Ramírez, era espectacular, igual que su pitcheo que tuvo a los derechos Kerry Wood y Mark Prior en la punta de la rotación.

En la Serie de Campeonato contra los Marlins de Florida, los Cachorros dominaban 3-2 la serie y 3-0 en la octava entrada el juego 6. Entonces ocurrió la famosa interferencia defensiva del fanático Steve Bartman.

Después de un out, Juan Pierre bateó doble y Luis Castillo conectó elevado de foul por el jardín izquierdo cerca de los asientos. Cuando Alou fue a fildear el batazo, Bartman metió su mano y atrapó la pelota, impidiendo que el jardinero intentara atraparla. Alou se enojó, los aficionados acosaron a Bartman y la seguridad tuvo que sacarlo del parque.

Castillo recibió base por bolas, los Marlins montaron un rally de ocho carreras y empataron la serie. Al siguiente día, Florida ganó 9-6, avanzó a la Serie Mundial y doblegó a los Yankees para conseguir su segundo título en seis años.

Los Cachorros clasificaron a playoffs en 2007 y 2008, pero no tuvieron otra oportunidad de jugar la final de su liga hasta ahora, cuando fueron vapuleados sin misericordia por los Mets, agregando otro capítulo a su dolorosa historia de otoño.