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Kendrys Morales y Yoenis Céspedes, dos cubanos en la gran escena

Pudieron haber requerido balsas para alcanzar la libertad y de sus historias de "deserción" hablan poco, y cuando lo hacen no suelen alzar la voz, pero finalmente la vida recompensa a Kendrys Morales y Yoenis Céspedes, dos de las grandes estrellas del béisbol cubano, quienes se enfrentarán en la máxima vitrina del deporte: la Serie Mundial.

Morales, bateador designado de los Reales de Kansas City, y Céspedes, jardinero de los Mets de Nueva York, han sido dos de los peloteros de mayor renombre en Cuba la última década.

Morales tuvo una corta pero relampagueante carrera de dos años y medio entre 2002 y 2004, donde destrozó varios de los récords para novatos de Omar Linares --considerado el mejor pelotero cubano en Series Nacionales (1962-2015)-- y sin cumplir 20 años fue el cuarto bate de la entonces poderosa selección nacional antillana. Tras debutar en 2003, a Céspedes le tomó ocho años descubrir que necesitaba de un firmamento mucho más amplio para brillar.

Son historias muy distintas, que se toparán en el menos esperado de los escenarios, un parque en los suburbios de Kansas City, más de una década después de su primer encuentro.

Mientras Morales tiene muy pocos recuerdos de haber conocido a Céspedes en Cuba, el jardinero de los Mets recuerda claramente la primera vez que jugaron en contra. Céspedes era miembro del equipo juvenil cubano, mientras Morales era la máxima promesa de su béisbol.

"Kendrys es un tremendo pelotero, no solamente aquí, sino en Cuba", dijo Céspedes en una entrevista con ESPN Digital. "Desde que Kendrys comenzó a jugar en la liga de Cuba empezó en el equipo nacional. Cuando yo tenía 17 años, el equipo nacional de Cuba jugó contra nosotros en la liga juvenil. Kendrys jugó ese día. Yo estaba jugando en el jardín central y él en el equipo nacional. Siempre me acuerdo".

Céspedes afirmó que será un momento muy especial para él, y un recordatorio de ese pequeño parque en Cuba en 2003, cuando Kendrys esté en el plato y le toque custodiar los jardines este martes para el primer partido de la Serie Mundial.

"Si le quito todos los lujos que tiene este terreno, me parece que estoy en Cuba", dijo Céspedes en referencia al Kauffman Stadium. "Y para mí significa mucho en mi cuarta temporada en las Grandes Ligas poder tener la suerte y la bendición de discutir una Serie Mundial y más contra un cubano".

"Creo de que vamos a poner el nombre de Cuba bien alto", agregó. "Tener a dos cubanos que jugamos por el país muchos años defendiendo los colores de la bandera de Cuba, y ahora estar en una Serie Mundial, creo que es algo muy importante".

"Me siento bastante emocionado de tener a un paisano jugando en el otro equipo", dijo por su parte Morales. "Cuando yo estaba en Cuba él era muy nuevo y no se había desarrollado como el pelotero que es ahora mismo. Me siento bastante contento y feliz por el año que ha tenido. Vamos a ser contrarios pero me siento muy contento por él y por sus logros".

Como consumados profesionales, Céspedes y Morales hablan del primer juego de la Serie Mundial como "un partido más". Reiteran que están enfocados en hacer todo lo posible para ayudar a su equipo a ganar, pero este martes en Kansas City será la culminación de un sueño de Grandes Ligas que requirió una larga travesía.

"Esto es lo máximo que le puede pasar en la carrera a un pelotero profesional", sentenció un inusualmente emotivo Morales. "Muchos pasan toda su carrera en Grandes Ligas y no tienen esta oportunidad".

El pasado 18 de mayo, en la televisión cubana se transmitió por primera vez un partido involucrando a un pelotero desertor. Morales conectó un hit en cuatro turnos con una carrera impulsada en lo que fue la retransmisión de la derrota 5-2 de los campeones de la Liga Americana ante los Vigilantes de Texas cinco días después.

Los comentaristas no hicieron mención del breve pero exitoso paso de Morales por el béisbol cubano ni de su participación con el afamado club Industriales. Fue la primera vez desde su deserción en 2004 que los fanáticos cubanos tuvieron la oportunidad de ver, a través de la televisión estatal, a quien fue un verdadero ídolo de su béisbol.

Este 27 de octubre, los aficionados del béisbol a través del mundo estarán enfocados en el número 25 y el 52 en la alineación de los Reales de Kansas City y los Mets de Nueva York en la 111ma edición del Clásico de Otoño.

Y Céspedes y Morales se sentirán muy orgullosos de seguir poniendo en alto el béisbol cubano; mientras sus compatriotas en la Isla ya cruzan los dedos para que se trasmitan los juegos de la Serie Mundial, no importa que sean diferidos y con 24 horas de retraso.