(Especial para ESPNdeportes.com) -- Obviamente todo el mundo está hablando del fiasco de Zidane.
¿Cómo pudo hacer lo que hizo? ¿Qué sucedió realmente?
Quizás nunca lo sepamos al igual que nunca sabremos lo que ocurrió con Ronaldo hace exactamente ocho años, cuando tuvo aquellas extrañas convulsiones antes de la final contra Francia.
He recolectado algunos links y textos interesantes para ustedes.
¿Quién es Marco Materazzi? ¿Y cómo consiguió que Zidane explotara de esa manera?
¿Por qué Zinedine Zidane hizo lo que hizo ante una audiencia televisiva de miles de millones, con el título en juego? Días después del impresionante cabezazo de Zidane en el pecho de Materazzi, aún no conocemos las razones de tal exabrupto.
El periódico francés Le Nouvel Observateur y Reuters resumen varias de las teorías, ninguna probada. Entre las hipótesis, están los "susurros" de Materazzi relacionando a Zidane con el escándalo de esteroides que circuló alrededor de la Juventus cuando el francés jugaba allí (The Independent), la posibilidad de que lo haya llamado "terrorista" (The Guardian) o haya dicho "algo grave, probablemente sobre la madre" (Bernard Tapie en TF1), más allá de que "uno imagina que hubo alguna provocación" y que Zidane "estaba en un estado de alta tensión" (Ministro de Deportes Jean-Fancois Lamour en LCI).
Son todas simples teorías. Aunque la cadena brasilera de TV Globo -que previamente había contratado a una persona para leer los labios del entrenador de Portugal Luiz Felipe Scolari durante los partidos, y reproducido sus palabras con subtítulos (desafortunadamente ahora fue bloqueado del sitio de Internet de Globo para cualquiera fuera de Brasil)- puso a trabajar a sus lectores de labios sobre Materazzi.
Las conclusiones, según Le Nouvel Observateur: el italiano le dijo "prostituta" a la hermana de Zidane dos veces antes que el francés se diera vuelta y lo cabeceara.
En el show dominical de Globo "Fantastico", los lectores de labios dijeron que Materazzi pronunció esas palabras justo después de haberse estado agarrando con Zidane y probablemente tras haberle pellizcado una tetilla.
Además de haber llamado "prostituta" dos veces a la hermana de Zidane, Materazzi -según los expertos- le dijo otra palabra ordinaria que no pudo ser determinada (pueden acceder al segmento televisivo aquí, aunque está bloqueado para las computadoras fuera de Brasil).
Obviamente, no se puede defender la actitud de Zidane -la expulsión fue merecida, sin importar cuánto lo haya insultado Materazzi-. Y Zizou, remarcado en las últimas 20 horas, ha cometido errores similares en el pasado. Esta fue la roja número 14 de su carrera. En la Copa del Mundo de 1998, debió mirar dos encuentros desde afuera por pisar a un rival de Arabia Saudita y en la Champions League del 2000 fue suspendido durante cinco partidos por un cabezazo.
Un lector de mis columnas, VS, nos envió un artículo del 2004 de Andrew Hussey en The Observer acerca de Zidane, su carácter explosivo y sus orígenes en los barrios pobres de Marsella. Una pequeña parte del artículo:
"Una de las teorías acerca de Zidane como jugador es que está motivado por la rabia interna. Su fútbol es elegante y magistral, cargado de técnica y visión. Pero puede ponerse violento de manera tan rápida como inexplicable. Los ejemplos más famosos incluyen el cabezazo a Jochen Kientz del Hamburgo durante un partido de la Champions League cuando jugaba para Juventus en el 2000 (le costó cinco partidos de suspensión) y el pisotón sobre el desventurado Faoud Amin de Arabia Saudita durante la primera ronda del mundial de Francia '98 (esta acción fue, increíblemente, aplaudida en la comunidad berebere como una revancha contra el "extremismo" árabe).
El primer entrenador de Zidane en AS Cannes notó rápidamente que era una persona salvaje y sensible, capaz de atacar a espectadores que insultaran a su raza o su familia.
La prioridad entonces para Jean Varraud, fue canalizar la furia de Zizou y enfocarla en el juego. Según Varraud, Zidane pasó sus primeras semanas en Cannes limpiando, como castigo por golpear a un oponente que se burló de sus raíces humildes.
La violencia ocasional de Zidane podría ser producto de su conflicto interno: el franco-argelino condenado para siempre a vivir entre dos culturas. Y aunque en público presenta una sonrisa serena, por dentro sigue siendo el mismo niño sacrificado que debió sobrevivir en las duras calles de La Castellane.
"Nadie sabe si Zidane es un ángel o un demonio", dijo el cantante de rock, Jean-Louis Murat, quien es un admirador del enganche. "Sonríe como la Madre Teresa pero tiene expresiones de asesino serial".
Pero si Zidane puede responder explosivamente a la provocación, ¿Es Marco Materazzi el tipo de jugador que trata de hacer enojar a sus oponentes?
Materazzi, un defensor de 32 años nacido en Palermo e hijo del ex entrenador de Pisa, Lazio y Sporting de Lisboa, Giuseppe Materazzi, tiene ganada su reputación como un jugador duro, que es parte esencial de la defensa del Inter.
Acá hay dos videos sobre sus golpes más terribles y sus más estruendosas patadas, uno de ellos adorándolo, y otro criticándolo. Podrán notar en ambos videos que la mayor cantidad de enfrentamientos los ha tenido en duelos contra el rival de la ciudad, AC Milan, y con Andrey Shevchenko en particular. (Shevchenko, hay que decirlo, suele exagerar mucho).
Pero también hay otras faltas, incluyendo una durísima ante Benni McCarthy del Porto durante un partido de la Champions League, que podría haberlo fracturado.
Como Le Nouvel Observateur señala, en febrero del 2004 Materazzi fue suspendido durante cuatro meses por pegarle un puñetazo a Bruno Cirillo del Siena luego de un cotejo de Serie A (Materazzi fue suplente en ese partido y se cansó de insultar desde el banquillo a Cirillo, quien estaba en la cancha).
Tras el incidente, Materazzi fue etiquetado como un "carnicero" y un "asesino". Por eso cuando anotó frente a la República Checa en la fase de grupos de esta Copa del Mundo, Materazzi habló refiriéndose a su reputación. "Este fue otro Marco Materazzi", dijo. "No soy un demonio. He cometido errores, pero júzguenme como un hombre. No me duele lo que me digan mientras en la escuela no les digan a mis hijos que soy un monstruo. Uno comete errores en la vida. Pero en el fondo, hay que lavarse las manos con las faltas cometidas, sin buscar una revancha. Todo el mundo tiene un destino".
Ciertamente Materazzi y todo el resto del mundo en esta Copa del Mundo aplica su astucia al máximo. No sabemos realmente si Materazzi intentó pellizcar la tetilla de Zidane, aunque en el video todo indica que el francés siente el pinchazo justo cuando Daniele De Rossi mete la cabeza en la imagen.
Pero como indicó Wern, otro lector de mis columnas -en este caso alemán-, Gennaro Gattuso trató repetidamente de pellizcar la oreja de Michael Ballack durante la semifinal.
Ballack no cayó en la trampa, pero las maniobras de Gattuso fueron tan astutas, que ningún relator se dio cuenta y terminaron calificando la furia de Ballack como un "exceso de carácter".
Y obviamente, no fueron sólo los italianos quienes jugaron con los árbitros en la final; el penal sancionado sobre el francés Florent Malouda fue atrozmente inventado. De todas maneras, y desafortunadamente, la imagen que quedará de esta final en la memoria del mundo será la de Zidane cabeceando a Materazzi, y sea lo que sea que Materazzi le haya dicho a Zidane para generar esa reacción.
Más allá del affaire Zidane, esta Copa del Mundo me ha dejado recuerdos hermosos aunque también algunos momentos penosos que me gustaría compartir con ustedes:
1. El arbitraje NO PUEDE continuar así. El juego se ha vuelto mucho más veloz, mucho más poderoso y los jugadores están mucho mejor preparados físicamente que 15 años atrás, por lo que un solo árbitro no puede tomar decisiones precisas en un campo tan grande.
Sumemos el hecho que los jueces son amateurs, indicando que pueden tener otra profesión además de esta, y que dirigen en un ambiente lleno de tensiones dominado por profesionales veteranos, y no hay que ser un genio para darse cuenta que cometerán errores de manera rutinaria.
No TENGO IDEA por qué la FIFA se niega a introducir dos, tres o hasta cuatro árbitros a la manera que sucede en los deportes estadounidenses. Quizás esa sea precisamente la razón por la que lo FIFA no quiere hacerlo ya que me doy cuenta que -tristemente- las instituciones de los cuatro deportes más importantes de Estados Unidos realmente odian al fútbol en el fondo, así como a la FIFA le desagrada cualquier idea proveniente de esos pagos. El sentimiento anti-americano aumenta en el mundo y por eso una reforma proveniente de Estados Unidos luciría a prioiri ilegítima.
Para la FIFA, si la NBA y la NFL tienen múltiples árbitros, entonces el fútbol no debe tenerlos.
Y lo mismo ocurre con el uso del sistema de videos para analizar jugadas controversiales en las áreas o goles dudosos -asunto que ha decidido varios partidos- en la Copa del Mundo.
El argumento de que esas revisiones no son buenas porque detienen el juego es ridículo. El partido se para de todas formas ya que el equipo penalizado siempre protesta los fallos y pide la anulación del veredicto, algo que por reglas de la FIFA, nunca podría ocurrir, incluso cuando un árbitro se da cuenta que ha cometido un claro error.
Algo debe cambiar en este contexto, porque sino el resultado de los partidos terminará siendo absurdo en muchos casos.
Los goles en el fútbol son tan apreciados, tan valiosos, tan raros, que la FIFA quiere asegurarse que sean lo más justo y válidos posibles. Obviamente, nunca habrá un sistema 100 por ciento seguro. Ni debería existir uno. Pero se cometieron demasiados errores en esta Copa del Mundo como para dejarlo pasar.
2. La Copa del Mundo se ha transformado en un evento demasiado nacionalista. Este fue mi quinto mundial desde 1966 y cada uno de ellos ha generado histeria nacional. Ahora todos los jugadores y aficionados gritan sus respectivos himnos y abuchean el de los contrarios. No pude escuchar el himno de Italia en Dortmund debido al chiflido de los alemanes.
Espero que algunos de estos problemas sean tratados y solucionados antes de la próxima Copa del Mundo que se llevará a cabo en aproximadamente 1.460 días desde hoy. ¿Pero quién está contando?
¡Viva el fútbol!