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Un pecado imperdonable

Bob Cousy y Rajon Rondo, dos armadores que hicieron bien grandes a los Celtics US Presswire

En las últimas horas, un rumor fuerte indicó que los Celtics están buscando negociar a Rajon Rondo de manera agresiva.

Según las fuentes confiables, el carácter de Rondo es algo que molesta a la directiva. No están de acuerdo con su forma de ser fuera de la cancha, sus encontronazos con Doc Rivers son moneda corriente y definitivamente no quieren construir alrededor de él. Quizás esa suspensión de dos juegos a principios de febrero, por golpear con el balón a un árbitro en el pecho en un partido ante Detroit, haya sido la gota que colmó el vaso.

Pero...

¿Acaso Danny Ainge y su grupo de compañeros se volvieron completamente locos? ¿No detectan que su Big Three aún tiene algo de vida por las manos mágicas y el carácter del número nueve verde? En un cóctel de cuatro figuras célebres, siempre termina pagando el menos experimentado.

Esa parece ser la lógica de esta nueva NBA post-lockout: buscar negociar a los jugadores insignia a viva voz, tomando como un detalle ínfimo lo que puede sentir un ganador como Rondo al sentirse involucrado en todos los rumores de transferencia.

Lo cierto es que Rondo, mientras tanto, sigue escribiendo su historia, en una especie de metatexto dentro de la gran leyenda que son los Celtics. Y el miércoles, alcanzó su tercer triple doble de la temporada (15 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias) en el triunfo ante Milwaukee Bucks, convirtiéndose en el quinto Celtic en la historia en alcanzar al menos tres triples-dobles en múltiples temporadas.

Por lo tanto, la única manera de saber el valor de este dato es ver de cerca los jugadores que comparten un galardón semejante con Rondo. Sin más palabras, veamos el Top Five.

N°1: Larry Bird, nueve temporadas seguidas con 3 o más triples-dobles

Bird es una de las leyendas más grandes de la NBA y uno de los símbolos -junto a Magic Johnson- del básquetbol mundial en la década de los '80. Ganó tres campeonatos con los Celtics (1981, 1984, 1986), fue

tres veces MVP de la NBA (1984-1986), dos veces MVP de las Finales (1984, 1986) y estuvo nueve veces en el mejor quinteto (1980-1988), entre otros logros de relevancia. Bird consiguió 69 triples-dobles en su carrera (59 en serie regular y 10 en playoffs), situándose como el quinto mejor de todos los tiempos, detrás de Oscar Robertson, Magic Johnson, Wilt Chamberlain y Jason Kidd. Su altura de 2.06 metros y su maravilloso tiro a distancia lo convirtieron en uno de los mejores aleros de la historia de este deporte.


N°2: Bob Cousy, seis temporadas seguidas con 3 o más triples-dobles

Conocido como el "Houdini de Hardwood" por su habilidad con la pelota, Cousy fue uno de los más grandes bases que dio la NBA en toda su historia. Ganó seis títulos de NBA (1957, 1959, 1960, 1961, 1962, 1963) y

fue MVP en 1957. Fue símbolo de una época maravillosa del básquetbol dentro de Estados Unidos (fines de 50 y principios de 60) y cerró su carrera con 18.5 puntos y 7.5 asistencias de promedio por encuentro, con 924 partidos disputados. En sus primeras 11 temporadas en la NBA, Cousy lideró la liga en asistencias en ocho oportunidades. Llegó al Salón de la Fama en 1971 y su camiseta número 14 cuelga del techo del estadio de Boston.


N°3: John Havlicek, cuatro temp. seguidas con 3 o más triples-dobles

Havlicek fue campeón junto con Cousy en 1963, pero luego de eso ganó siete campeonatos más (1964-1966, 1968-1969, 1974, 1976). La mitad de esos campeonatos los ganó en sus primeros cuatro años en la Liga.

Havlicek revolucionó el puesto de sexto hombre y llegó al Salón de la Fama en 1984. Su defensa fue una de sus habilidades más preciadas y se volvió inmortal precisamente con un robo de balón en un pase de Hal Greer, de Philadelphia 76ers, en las Finales del Este de 1965. Fue MVP de las Finales en 1974, pudiendo desempeñarse como escolta o alero con facilidad. Su camiseta número 17 descansa en el techo del estadio de Boston, en un reconocimiento a uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos.


N°4: Rajon Rondo, dos temporadas seguidas con 3 o más triples-dobles

¿En serio? ¿Rondo en esta galería de notables? Muy en serio. Rondo es uno de los jugadores más talentosos con el balón en sus manos de toda la NBA y quizás el joven más obsesivo que existe en la Liga. Por ahora,

sólo tiene un título de campeonato (2008) y ha integrado el equipo defensivo del año en 2010 y 2011. Llegó a la Liga en 2006-07 y a partir de ahí construyó los cimientos de los Celtics para aprovechar lo mejor del Big Three conformado por Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett. Figura octavo en asistencias y quinto en robos en toda la historia de los Celtics, y ya quebró tres marcas: más asistencias en una temporada: 794 (2009-10), más robos en una temporada: 189 (2009-10) y más asistencias en un partido de playoffs: 20 (2010-11). Tiene mucho básquetbol aún por dar, pero hay que ver si la directiva le permite seguir mejorando sus números. ¿En serio lo quieren negociar? Antes de hacerlo lo pensaría dos, tres, cuatro, cinco... ¡Mil veces!


N°5: Bill Russell, dos temporadas seguidas con 3 o más triples-dobles

Para muchos el mejor jugador que dio la historia de este deporte, por encima de Michael Jordan. Fue once veces campeón de la NBA -lidera el récord de campeonatos ganados en todos los deportes estadounidenses-

en trece temporadas (1957, 1959-1966, 1968-1969). Fue cinco veces MVP (1958, 1961-1963, 1965), anotó 14,522 puntos (15.1 ppp), bajó 21,620 rebotes (22.5 rpp) y entregó 4.100 asistencias (4.3 app). Su capacidad para defender uno contra uno y su poderío para tapar fueron razones fundamentales del éxito de los Celtics en esa época. Fue junto a Wilt Chamberlain el único jugador que tomó más de 50 rebotes en un partido y fue también conocido por tener una "neurótica pasión por ganar". Russell ha sido tan grande para este deporte que la misma NBA catalogó en 2009 el premio MVP como el "Bill Russell NBA Finals Most Valuable Player Award". Llegó al Salón de la Fama en 1975, tres años después de que los Celtics retiraran su legendario número 6 para toda la eternidad.