<
>

Río en el horizonte

BUENOS AIRES -- Como todos saben en este sitio, tengo pasión por Brasil. Todo lo que sea brasileño me atrae de sobremanera. Sean poetas, pintores, futbolistas, políticos, artistas visuales, mujeres y toda la geografía natural en general. Son uno de esos sudamericanos que aman el portugués y he viajado por muchas ciudades del Brasil...

Con esto quiero decir que Brasil será la debilidad de muchos, pero es la máxima extrema mía expresionista en mi vida. Cuando uno está en Brasil siente que no todo se trata de ganar, que el deporte es importante pero de inmediato entra en contacto con el entorno inolvidable.

Ahora, en estos Juegos Olímpicos, tengo mis expectativas puestas en el equipo de Olarticoechea. Pero debo confesar que más me gusta el paisaje, la vida brasileña, los poemas de Drummond de Andrade y Tarsila de Amaral...

En este doble amor trato de superar los momentos. ¡Otra vez, Brasil ingresa a mi vida! Ganar una medalla de Oro sería el máximo sueño de nuestra selección que cuenta con grandes jugadores. Brasil es el candidato, pero Argentina también tiene lo suyo. Será cuestión de ir por todo, como ya profesan muchos jugadores argentinos ante los micrófonos.

Pero quedarse con todo no es tan fácil. Hay que tener cualidades y jugar realmente bien. Brasil y otros están por delante. Y además está toda la impresionante geografía que terminará definiendo muchas cuestiones deportivas.

Brasil en el horizonte. Esa es la meta. Alegrarse con la simple alegría de pisar suelo brasileño. La mayor parte de los representantes argentinos harán grandes actuaciones. Pero en cambio, la selección nacional, es un misterio... Nadie se atreve a adelantar un resultado por más optimista que sea.

Alegrarnos de estar en Brasil, vivir cada minuto de Juegos Olímpicos como un acontecimiento único y bello, ser parte de algo y no tratar siempre de llevarnos todo. De eso se trata, Brasil, como país y como Nación sugiere un acercamiento continental y mundial de nuestros queridos deportistas.

Alegrarnos de ser parte de una gran fiesta del deporte. Ganar o perder es parte de la competencia, pero el digno desarrollo, los buenos vínculos humanos y afectivos con los demás también es parte de la competencia...

Los Juegos Olímpicos, está vez en el que sea, tal vez, el mejor lugar del mundo... Solo nos queda disfrutar y alegrarnos si ganamos una medalla, pero la alegría ya debe estar en nosotros. El simple hecho de estar en Brasil viviendo esta fiesta debe ser una experiencia inolvidable.