MÉXICO -- En dos años, Nataly Michel ha vivido etapas de contrastes, definida por ella misma, ha sido “como de montaña rusa”.
Pasó por el quirófano después de debutar en unos Juegos Olímpicos, se quedó sin competir durante casi dos años, el apoyo de las autoridades de pronto dejó de aparecer y después se renovó para apostar por su carrera.
Su medalla de plata en los pasados Juegos Centroamericanos fue una bocanada de oxígeno para confirmar que está por un nuevo camino que sueña que termine con una presea en Tokio 2020.
La esgrimista tapatía apostó por irse a Italia para impulsar su carrera y prepararse de la mejor manera en su especialidad. Lo hizo pese a vivir con austeridad.
Ha cambiado sus costumbres, su rutina y hasta su dieta con tal de ahorrar lo más posible y gastar solo en lo necesario para mantener su vida en Europa.
Natalia explica que tuvo que dejar de comer carne por su alto costo y aprender a cocinar de otra forma para que sus ahorros se destinaran más a su preparación.
Entiende que es parte del sacrificio de una deportista que tiene muchos sueños pendientes.
“En su momento, me sentí un poco desesperada porque ya no hubo un apoyo de CONADE hacia esgrima y yo necesitaba hacer competencias porque acababa de regresar de cirugía y estábamos con un equipo nuevo. Necesitábamos trabajarlo, ir a las Copas del Mundo y no fue así. Fue por eso que tomé una decisión de invertir en mí, estuve ahorrando entre premios, becas y todo y dije que iba a invertir en mí porque quiero llegar de la mejor manera a Tokio, quiero clasificar a Tokio, quiero buscar una medalla y representar a mi país lo mejor que se pueda”, compartió en entrevista con ESPN Digital.
En los Juegos Olímpicos de Río 2016, Michel fue parte del equipo mexicano de esgrima que participó en la justa, pero los resultados en general no fueron los esperados por el propio grupo, que unos días antes sufrió la repentina baja de Paola Pliego, acusada en ese entonces de dopaje.
En su caso particular, Nataly compitió lesionada y eso la condicionó. Fue por eso que al volver, tuvo cirugías en sus ambas rodillas y una más en la muñeca. Fue un nuevo inicio.
“Empecé mi clasificación a Centroamericanos primero a nivel México y después a nivel internacional y me empezó a ir de maravilla. Yo estaba tan agradecida de regresar a hacer esgrima que todo empezó a fluir”, contó, mientras repasaba sus logros que ha tenido desde que físicamente volvió a tener confianza con ella misma.
“Me mudé a Italia, estuve en competencias y obtuve un quinto lugar en Barcelona, luego un bronce en Rumania y plata en Copenhague y me dio más seguridad al hacer combate porque al principio, cuando regresas después de una cirugía, tienes miedo a volverte a lesionar, algo que ya me había pasado y también miedo de que sientes que todos los demás que tuvieron un año de trabajo, te dejen atrás. Esas competencias me dieron un granito para saber que lo bien aprendido nunca se olvida y empecé de nuevo y salieron las cosas bastante bien”, añadió.
Mientras las diferencias entre la Federación de Esgrima y la CONADE continúa por el caso de Paola Pliego, Nataly lamenta que los más afectados sean los deportistas. Es por esa razón que emprendió un camino por su parte y goza de los resultados.
“Aunque sea una persona o una persona contra federación sigue siendo esgrima y se le tiene que apoyar al deporte. El que yo invirtiera en mí era la única que lo estaba haciendo. Todos los demás en mi equipo no lo hicieron y se notó en Juegos Centroamericanos porque fui la única medalla individual. Los chavos son buenos, pero les faltó un poco de apoyo”, lamentó.
A falta de un acuerdo entre las partes directivas, la esgrimista sigue con su preparación y desea que con la llegada de Ana Gabriela Guevara al frente de la CONADE exista mejor comunicación y se vea solamente por el deporte.
“Espero que ella sea esa unión y se apoye. Yo sé que todo el mundo habla del caso de Pao (Pliego) y la verdad es que es triste porque es una buena atleta, tiene futuro y a una atleta se le empieza a ir el tiempo. Espero que Federación y ella encuentren un acuerdo y sea lo mejor para ellos dos y para Pao para que regrese a las competencias”, deseó.
La montaña rusa de Nataly está en su punto alto, mismo en el que desea estar por lo menos los siguientes dos años en busca de su sueño olímpico con una presea.
“Mi objetivo es irme a Italia, estar esos dos años, empezar la clasificación en abril, ser la primera clasificada, doble medalla en Juegos Panamericanos y en Tokio quiero una medallita también”, apuntó.