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Cinco datos impactantes de "Yas" Nizetich en la temporada en la cual ganó la Champions League de vóley

Mientras el entrenador Marcelo Méndez anhela aprovechar su segunda chance con el Jastrzebski Wegiel de Polonia, que jugará la Súper Final contra Itas Trentino de Italia el 5 de mayo próximo, para el vóley celeste y blanco no queda otra que apuntar con lupa sobre la historia. En las últimas 20 temporadas, Argentina solo tuvo a una embajadora en la cima más alta de Europa: la cordobesa Yamila Nizetich puede jactarse de haber aportado la única Champions League de vóley teñida de celeste y blanco.

De las y los argentinos que ganaron alguna vez la Champions –o su versión anterior: la Copa de Campeones-, “Yas” es la única que sigue en actividad: juega para el Olympiacos griego, con el que recientemente ganó la Copa de Grecia y se clasificó para la final de la Liga.

Pablo “el Ruso” Meana, en Lokomotiv Belogorod de Rusia, y Romina Lamas, en Marichal Tenerife de España, fueron campeones en 2003/04: hace 21 temporadas. Desde entonces, solo Nizetich supo cuánto pesa aquella copa.

En 2019, la excapitana de Las Panteras vivió una temporada alucinante en muchos sentidos y se quedó con algunas perlitas que marcan un contexto fascinante.

A continuación, en ESPN, cinco datos fascinantes de esa Champions que ganó con el Novara italiano y que estará atesorada para siempre en el recuerdo de una de las jugadoras más representativas en toda la historia de Las Panteras.

Se hizo amiga de Paola Egonu, “la Messi” del vóley

Durante la temporada en Novara, Nizetich estableció una férrea amistad con Paola Egonu, una de las voleibolistas más talentosas de la historia, a quien la cordobesa bautizó como “la Messi del vóley”. Son muchas las fotos que retratan aquella gran relación en la cancha. Por supuesto, también hay otras, más privadas, y algunas ocasiones de las que no quedaron registros fotográficos: eran aquellas veces en que la cordobesa iba a calmar a esa figura a la que todo le parecía desmedido, en una época muy particular de su vida.

“Paola Egonu, nuestra señora de la Champions League”, tituló hace pocos días La Gazzetta dello Sport. “Cinco finales consecutivas con cuatro equipos diferentes para la opuesta del Vero Volley Milano y la Selección Nacional, que ya ganó ganado tres. En Europa, ella es la reina”, amplió la nota firmada por Valeria Benedetti.

“Hasta hoy, ella me dice ‘mami’, porque es como que la hubiera adoptado”, relata Nizetich sobre su particular relación con Egonu. De hecho, el día de la entrevista con ESPN se estuvieron mensajeando por WhatsApp.

“Las doce jugadoras de ese plantel nos complementábamos muy bien. Y teníamos a Egonu, que era estratosférica”, destaca.

“Al ser negra y lesbiana, Paola sufrió mucha discriminación y mucha presión. Además, todavía era muy joven y sus papás trabajan y viven en Inglaterra, así que en Italia estaba un poco sola. Había veces que me llamaba llorando y yo me iba a su casa a tranquilizarla, a charlar. Tenemos una relación divina”, se enorgullece.

Empanadas, asado y chocotorta para Egonu y Plak

La italiana Paola Egonu y la neerlandesa Celeste Plak no solo estrecharon lazos afectivos con Nizetich. También se dieron una panzada de comidas típicas argentinas.

Había dos platos que las enloquecían: las empanadas criollas, hechas por Yamila con “la receta de la abuela”, y la chocotorta con muchísimo dulce de leche.

Pablo Griboff, marido de Yamila y actual preparador físico del Montpellier masculino y de la selección francesa femenina, era el encargado del asado cada vez que Paola y Celeste lo pedían. “Pablo les hacía el asadito en la parrilla eléctrica, en el balcón, porque no teníamos patio en ese departamento. ¡Les encantaba el asado!”, recuerda Nizetich.

Las costumbres argentinas también incluyeron clases para que sus amigas aprendieran insultos típicos. “Aprendieron a decir ‘la concha de tu hermana’ y ‘la puta madre’. Y el insulto típico cordobés”, se ríe “la Yas”. Hay, de hecho, videos de Plak divirtiéndose a carcajadas mientras insulta y abraza a su amiga argentina.

Fue campeona en la única Champions que jugó

Desde que llegó a Europa en 2007, Yamila Nizetich jugó 17 temporadas en distintas ligas: España, Francia, Alemania, Turquía, Italia y Grecia. Por supuesto, compitió en numerosos torneos continentales. Pero jugó una sola vez la Champions League: la de la inolvidable consagración con el Igor Gorgonzola Novara de Italia, en 2018/19. ¡Notable! Hubo leyendas del vóley internacional, como la argentina Carolina Costagrande, que no alcanzaron la Champions.

En la temporada pasada, antes de firmar con el Olympiacos, Nizetich jugó en otro de los grandes de Grecia: AEK. Con ese equipo integró el equipo ideal como receptora y fue la Jugadora Más Valiosa de la Copa Griega 2022/23. Con la camiseta del Olympiacos volvió a ganar la Copa Griega en la edición 2023/24.

A su primera corona de clubes en Europa la consiguió en 2010: ganó la Liga de Alemania con el Rote Raben Vilsbiburg. En la temporada de Novara también se adueñó de la Copa Italia.

Además, en otra final europea quedó “ahí nomás” de la vuelta olímpica: con la camiseta del Besiktas turco, la argentina fue la máxima anotadora de su equipo, con 20 puntos, aunque esa sensacional tarea no alcanzó para evitar la derrota 2-3 en la finalísima de la Copa Challenge europea contra el Zarechie Odintsovo de Rusia.

Llegó a Novara con ganas de “comerse la cancha” por haber sido excluida de la Selección Argentina

En una situación inédita, Yamila fue desafectada de la Selección Argentina antes del Mundial 2018, debido a unas declaraciones radiales que molestaron al entrenador de la celeste y blanca. “Estoy destrozada, no me esperaba esto. Me sentí capacitada para analizar el presente de Las Panteras. Él me manifestó que no estaba de acuerdo con lo que había dicho y que si tenía ese pensamiento no estaba en condiciones de seguir en el plantel”, se lamentó en aquel momento.

Por esa situación, sin rodaje internacional, habló a Novara y pidió incorporarse cuanto antes. “Fue el primer año de mi vida que llegué a tiempo al club, para hacer la pretemporada desde cero porque no tenía Selección. De hecho, tuve que apurar la visa de trabajo, porque tenía turno para después del Mundial”, rememora.

“Llamé al club y les dije: ‘Si quieren, puedo ir mañana’. Nos quedamos con Pablo, mi marido, entrenando en River hasta que salió la visa. Y nos fuimos al toque”, amplía.

Después de esa temporada en Novara, Hernán Ferraro asumió como entrenador de Las Panteras. “Ganamos la Champions y casi al toque me convocó Ferraro”, recuerda emocionada.

Abrazo y beso por la tele, en el aniversario de casamiento

Cuando se clasificaron para la Súper Final de la Champions en2 Berlín, el dueño del Novara puso a disposición su avión privado para llevar a todos los familiares que las jugadoras quisieran incluir. Pablo, el marido de Yamila, estaba ese año viviendo en Italia. “La Yas” lo incluyó en la lista. ¡A disfrutar en la capital alemana!

Terminado el partido, la transmisión oficial de la confederación europea (CEV) tomó a todo el equipo de Novara saltando, haciendo palmas y haciendo un mar de abrazos. Había lágrimas en muchos de esos rostros. Acababan de llegar a la cima de Europa. En un momento se vio a Yamila correr hacia los carteles publicitarios que separaban la tribuna baja del estadio. La imagen se quedó con Celeste Plak, mostró a algunas hinchas y volvió hacia Nizetich. Pablo, de anteojos, la tenía abrazada, emocionadísimo. Le acariciaba la espalda justo a la altura del apellido, sobre la camiseta. Ella le dio dos besos en la mejilla y después se decidió por "un pico". Sonrieron felices.

Lo que solo ellos dos sabían es que esa consagración era un regalo o una celebración secreta: era 18 de mayo de 2019, seis años después de la boda. ¡Tomá, te traje una Champions para el aniversario!