El legendario jugador argentino Fernando Belasteguín fue, durante toda su carrera, quien más trabajó desde adentro por la difusión del pádel en el mundo. El primero que entendió de manera cabal la importancia que tiene la exposición mediática para que un deporte crezca.
Retirado a fines del año pasado, puede estar tranquilo porque tiene un sucesor en esa batalla: Francisco 'Paquito' Navarro, el español más 'argentino' de todo el circuito internacional.
Siempre accesible, dispuesto a los requerimientos de la prensa y, sobre todo, del público. Este jueves, en el Premier Padel P1 de Buenos Aires que se desarrolla en Parque Roca, no fue la excepción.
Risueño y relajado, no dejó tema por tocar con ESPN.com y arrancó con todo: "En cuatro o cinco años, el pádel está para ser olímpico".
Paquito Navarro, el optimista
El pádel vive, de la pandemia a esta parte, un verdadero boom de crecimiento alrededor del mundo. En menos de un lustro pasó de ser un deporte que se jugaba casi exclusivamente en España y Argentina, a tener cantidad y variedad de complejos en lugares tan disímiles como Qatar, Suecia y Japón, sin olvidar el verdadero furor que vive en Italia y Chile.
El sevillano lo analiza: "El pádel profesional está en su mejor momento. La difusión que le está dando Premier Padel es espectacular. Y lo notamos, porque antes nos reconocían solamente en España y Argentina y hoy, a cualquier lugar del mundo que vayamos, siempre hay gente que sigue el pádel. Estamos viviendo la globalización del pádel y creo que de acá a cuatro o cinco años, el deporte está para ser olímpico".
ESPN.com - ¿Ese crecimiento tiene un correlato en la popularidad de ustedes como jugadores alrededor del planeta?
Paquito Navarro - Se nota un poquito más, sobre todo fuera de lugares como España y Argentina, donde ya nos reconocían. Ahora se ha extrapolado a Chile, a Paraguay, a Francia, a Italia -donde es furor-, Suecia... vas a Emiratos Árabes y también te reconocen. Podemos salir a la calle tranquilamente, hacer vida normal, no somos ni mucho menos futbolistas, tenistas ni jugadores de la NBA. Pero poquito a poco el pádel está adquiriendo el reconocimiento que se merece.
El español más 'argentino'
El público argentino ama a Navarro. Lo adora. No es extraño que en un partido lo aplauda y vitoree más a él que a un jugador local. Vibra, química o lo que sea, la cuestión no se puede explicar desde la lógica.
"Cuando entiendes su público, su cultura, la pasión que le meten a todo en la vida, es un país que cada vez disfruto más, porque conecta mucho con mi manera de pensar y de vivir, que es "hagas lo que hagas, métele pasión. Cabreate cuando te tengas que cabrear, llora de emoción, salta de alegría". Y creo que el argentino, en general, es súper pasional, súper emocional, y eso conecta mucho conmigo", señaló.
Ante la pregunta sobre si le gustaría que hubiera más fechas de Premier Padel en Argentina, el sevillano no lo duda: "Abogo por una gira latinoamericana y creo que en Argentina tiene que haber, como mínimo, dos pruebas: una aquí (la Ciudad de Buenos Aires) y otra puede ser en Mar del Plata, Mendoza, que es espectacular, Córdoba... elijan, que las gradas se van a llenar sea donde sea. Luego, Paraguay vimos que estaba lleno, Chile es increíble también cómo lo llenan. Brasil, por la cantidad de jugadores que tienen en el circuito, merecería que vayamos. Y México, que es donde se inventó el pádel, por supuesto".
La experiencia como número 1
"Mi caso fue particular, porque fui Nº1 del mundo con 30 años, después de perseguirlo durante seis o siete temporadas. Con Sanyo nos quedamos cerquita... entonces, en mi caso, llegar a la cima del ránking fue quitarme un peso de encima. Es diferente a quienes lo logran de más jóvenes, que lo sienten como un objetivo cumplido y una gran ilusión. Para mí fue quitarme un peso de encima. Si nunca lo hubiera conseguido me hubiera pesado mucho."
