Los esports se han convertido en una industria atractiva para los inversionistas porque su producto es visto en cierta edad y así lo han demostrado distintos dueños de NBA, un jugador de la NFL, Steve Aoki, etc.
Y los números que presumió Riot Games lo comprueban después de que se celebrara el Campeonato Mundial de League of Legends alrededor de los Estados Unidos: San Francisco, Chicago, Nueva York y Los Ángeles.
El Campeonato tuvo 370 millones de horas de reproducciones en 23 emisiones con 18 idiomas distintos en todo el mundo, incluyendo Latinoamérica y ninguno de los seis continentes se quedó sin ver este certamen.
Además de esto, Riot entregó premios millonarios a los 16 equipos que participaron, tanto asiáticos, norteamericanos como europeos. Lo que pagó fue 6.7 millones de dólares a los equipos, de los cuales tres fueron contribución de los fanáticos.
La final entre los surcoreanos SK Telecom T1 y Samsung Galaxy, en el Staples Center, fue vista por 43 millones de usuarios únicos, muy por arriba de los 36 que vieron la final el año pasado.
Aunque estas cifras no se acercan a los grandes eventos deportivos, la industria de los esports sigue su crecimiento y en México poco a poco se puede percibir eso.