Rusia dio el gran golpe y festejó

En Belo Horizonte y ante 18.000 personas, le ganó por 3-1 a Brasil, defensor del título, y se consagró campeón de la Liga Mundial 2002

BELO HORIZONTE -- Rusia alcanzó hoy su primer título en la historia de Liga Mundial de voleibol, que se remonta a 1990, al vencer con contundencia por 3-1 a Brasil, el campeón de 2001.

El equipo de Bernardo Rezende "Bernardinho", que había llegado como favorito tras derrotar incluso por 3-0 a los rusos hace tres días en un choque de la fase final, nada pudo hacer hoy para frenar el ímpetu de sus adversarios, que solo vibraron al liquidar el partido tras una hora y 32 minutos de juego.

Rusia comenzó arrasando y remató en forma inmisericorde una faena en la que se impuso con parciales 21-25, 23-25, 25-22 y 17-25, ante la frustración de 18.000 aficionados brasileños que colmaron el gimnasio "Mineirinho", de la ciudad brasileña de Belo Horizonte (sudeste).

Hasta esta temporada, Rusia había conseguido en la Liga Mundial tres clasificaciones como segundo, cuatro como tercero y tres como cuarto. Brasil aspiraba a conseguir una copa más en su palmarés en el que figuran los títulos de 1993 y 2001.

La presencia de Rusia en la final con Brasil pareció un auténtico "milagro", pues hasta su caída por 3-0 ante los anfitriones, el jueves pasado, todo parecía dispuesto para que España se clasificara para la semifinal.

Pero Holanda, que hasta entonces lucía como el más modesto equipo de las eliminatorias con brasileños, rusos y españoles, venció con sorpresa a los ibéricos por 3-1 y puso a los hombres de Guennadi Chipouline el billete en las manos para enfrentarse con Yugoslavia.

Rusia mostró el sábado, en el partido que ganó a los yugoslavos, lo mejor que se le había visto desde la primera fase, y hoy dio un repaso táctico a sus adversarios. Rusia comenzó efectivo y seguro el primer set con dos fundamentos esenciales: el bloqueo con los gigantes Andrei Egortchev y Alexei Koulechov -de más de 205 centímetros de altura-, y el ataque con los remates fulminantes de Roman Iakovlev.

La defensa brasileña cedió ventaja desde su misma salida y apenas pudo arrimarse en el marcador con las descolgadas de Giba por zona cuatro y las apariciones, aunque por entonces tímidas, de André.

La superioridad de los rusos se hizo evidente cuando alcanzaron 21 puntos y veían a los anfitriones con apenas 16. El ingreso de Giovane y Dante reforzó la seguridad, que a duras penas mantenía el líbero Sergio, y devolvió credibilidad al ataque, que pudo acercarse en los últimos compases hasta cerrar la manga en 21-25 al cabo de 22 minutos.

Tensión e inestabilidad caracterizaron el segundo set, que mostró a un bloque brasileño dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva, y a los forasteros acosados, pero firmes en la contención. Si en la red, del lado brasileño, Henrique mostraba sintonía en el bloqueo y el contragolpe, al otro extremo el levantador Vadim Khamouttskikh parecía tener el mapa de la mina para extraer los puntos que daban a Rusia la cómoda ventaja.

El bloque ruso pareció resentirse a partir de esta etapa con los sucesivos fallos en el servicio de Iakovlev. Con la pólvora mojada, el máximo puntuador pasó desapercibido ante la jornada que, además de Khamouttskikh, tuvieron Serguei Tetioukhine y Pavel Abramov. Ante la falta reacción de sus pupilos, el seleccionador Bernardo Rezende "Bernardinho" apeló al saldo que tenía en su banco para reducir distancias con Ricardo, Anderson y, de nuevo, Giovane.

El golpe de timón provocó un estrecho final que los de Guennadi Chipouline liquidaron en 24 minutos con ventaja de dos puntos. La tercera manga comenzó con un soberbio cambio de semblante en el juego de los campeones de la Liga Mundial de 2001. Por primera vez en el partido se fueron en ventaja, sacaron una luz de tres puntos e hicieron sentir la presión a su adversario.

Pero los brasileños no fueron constantes y, peor aún, permitieron sin mucha oposición que el conjunto ruso pasara al frente con una distancia de hasta tres puntos. De nuevo el experimentado Giovane Gavio Farinazzo apareció para apagar el incendio, esta vez con Ricardo y Rodrigao.

Los cimientos del gimnasio "Mineirinho" parecían que iban a caer ante la espectacular remontada y la primera victoria en una manga, por 25-22 tras 24 intensos minutos. El cuarto set pareció un poco de lo mismo. Los brasileños, envalentonados, tomaron la iniciativa, pero con la misma frialdad de las dos primeras mangas ajustaron el bloqueo y aguzaron el remate.

La fiesta pareció estar por cuenta de Koulechov y Egortchev. El primero capturando todo lo que le caía en la red y el segundo abriendo fisuras desde la línea con su inclemente servicio. La fiesta terminó en 25-17 para los rusos tras 22 minutos.

SINTESIS DEL PARTIDO
1.- Brasil: Henrique, Mauricio, Giba, André, Nalbert y Gustavo -equipo inicia-. Cambios: Sergio, Giovane, Dante, Anderson, Ricardo y Rodrigao. Director técnico: Bernardo Rezende "Bernardinho".
3.- Rusia: Vadim Khamouttskikh, Pavel Abramov, Serguei Tetioukhine, Roman Iakovlev, Andrei Egortchev y Alexei Koulechov -equipo inicial-. Cambios: Evgueni Miltkov, Alexandre Guerassimov y Alexandre Kossarev. Director técnico: Guennadi Chipouline.
Parciales: 21-25 (22m.), 23-25 (24m.), 25-22 (24m.) y 17-25 (22m.)
Arbitros: El japonés Taksahi Shimoyama y el canadiense Guy Bradbury.
Incidencias: Partido de la final de la XIII edición de la Liga Mundial disputado ante 18.000 aficionados que con sus camisas tiñeron de amarillo y verde las tribunas del gimnasio "Mineirinho", de Belo Horizonte, capital del estado brasileño de Minas Gerais (sudeste).


-EFE

 ENVÍALO | MÁS ENVIADOS

Liga Mundial
domingo, 18 de agosto
Portada