"Cambian gritos de gol por justicia"

FECHA
24/06
2013
por René Tovar

RÍO DE JANEIRO -- No es el silbido del gol. Es el de la democracia. Aquí no se cantan goles, se canta a favor de Brasil. Niños, jóvenes y adultos. La avenida Atlántica, la vena principal en Copacabana, aquí en Río de Janeiro, es inundado por los gritos de justicia de cerca de cinco mil personas que caminaron cerca de 12 kilómetros hasta la casa de gobierno de esta ciudad para exigir que se derogue el PEC 37 mejor conocido como el "PEC de la impunidad".

Las marchas espontáneas de gente cansada del poder y la corrupción, sin duda, han sido el foco de atención principal de la Copa Confederaciones. Los goles son cambiados por gritos de equidad que miles de gargantas vociferan para dejar a un lado el futbol y aprovechar la vitrina mundial para que el mundo escuche a esta nación.

El PEC 37 es una enmienda constitucional propuesta que quita a los poderes de investigación de los fiscales federales y estatales. Si es aprobado, próximamente en Brasil dejarán de existir investigaciones contra la delincuencia organizada, la malversación, la corrupción, los abusos cometidos por agentes del estadio y también la violación de los derechos humanos.

Por ello, miles de cariocas salieron esta tarde a las calles a exigir que se derogue. Cientos se unieron en la costa para cantar "soy brasileño, con mucho orgullo, con mucho amor", manteniendo las pancartas arriba con la leyenda "PEC 37 licencia para robar" o "todo el poder emana del pueblo" o exigiendo la dimisión inmediata del gobernador Sergio Cabral.

El recorrido fue de aproximadamente 12 kilómetros. Arrancó en Copacabana y terminó en Leblon, en la casa del mandatario de la ciudad, donde ya lo esperaban un grupo de 50 personas, quienes mantienen cerrado el lugar desde hace varios días, e incluso han acampado ahí con el "permiso" de las autoridades, mismas que hasta el momento, no habían tenido un choque con los manifestantes, contrario a otros lugares donde sí ha habido enfrentamientos entre policía y ciudadanía.

Incluso, durante la marcha no se pudo apreciar ningún policía que reprimiera el recorrido. Sólo una patrulla en el halo de la manifestación, pero para resguardar que no hubiera mayores problemas. Durante los actos, un grupo de personas apostadas afuera de la casa de gobierno, permiten a los ciudadanos exponer las razones del porqué deben darse movimientos . Cada manifestante tiene un tiempo de tres minutos y al final del mismo llegan los aplausos y el grito de "Brasil& Brasil& Brasil...".

Pancartas, playeras, silbatos y narices de payaso se repartieron a lo largo de la caminata. Amas de casa gente apostada en las aceras se unión al contingente que guardó respeto a los turistas en las cerca de dos horas que duró el recorrido.

Las expresiones en contra de los gobernantes continúa en Brasil y se espera que para la Final en Río se vaya a concentrar la mayor marcha en la historia del país, pues creen que el evento que polarizará a todo el mundo, será una buena vitrina para mostrar que los brasileños no sólo viven del futbol.

Reportero Telcel