Hewitt va por el trono vacante

Con el último campeón, el sueco Thomas Johansson, ausente por lesión, el número uno del mundo querrá quedarse con el primer Grand Slam del año, algo que ningún australiano consigue desde 1976

MADRID -- La ausencia del último campeón, el sueco Thomas Johansson, el nuevo gran reto del vigente número uno del mundo, Lleyton Hewitt, y las renovadas ilusiones de los españoles ante su torneo "maldito", alimentan las expectativas del Abierto de Australia de tenis, el primer "grande" de la temporada que irrumpe en el calendario internacional desde el próximo lunes.

La carrera por imponer la ley de la raqueta comienza alrededor de la grandeza del torneo oceánico. La larga andadura y la incesante lucha en el amanecer de una nueva temporada se abre sin el amo del título que inaugura el prestigio del calendario. El trono ha quedado vacante, pero plagado de candidatos.

Hewitt repite como gran favorito. El de Adelaida rememora en casa las sensaciones de hace un año. La situación fue la misma. Número uno del mundo, primer cabeza de serie y gran favorito. Pocos días después, el australiano, que después se impondría en Wimbledon y conquistaría el Masters, caía ante el español Beto Martín a las primeras de cambio.

Pero la entereza del oceánico está fuera de toda duda y el Abierto de Australia es su gran obsesión a pesar de los dictámenes de la historia. Desde que el mítico Ken Rosewall ganó en Melbourne en 1976, ninguna raqueta 'aussie' ha logrado coronarse en casa. Hewitt tirará de talento, ambición y orgullo para quebrar la leyenda con permiso del resto, ansiosos también de gloria.

Es el caso del estadounidense Andre Agassi, el ruso Marat Safin, que mantiene una cuenta pendiente desde el año pasado con el torneo o, entre otros, el de los españoles, esperanzados en que esta sea la ocasión de cambiar la historia.

El tenista de Las Vegas, de treinta y dos años, ha recobrado la ilusión por los éxitos que inundan su extensa carrera. Al contrario que Hewitt, el actual número dos del Mundo ya sabe lo que es saborear el triunfo en Melbourne. Tres Abiertos de Australia están contemplados en su palmarés -1995, 2000 y 2001- junto con un Roland Garros -1999-, un Wimbledon -1992- y dos Abiertos de Estados Unidos -1994 y 1999.

Ausente el pasado año, Agassi vuelve a uno de sus lugares favoritos ansioso por retornar a la cima ahora poseída por el jugador australiano y cuya gloria ansía, como el que más, Marat Safin.

El tenista ruso suspira por el inicio del Abierto de Australia. El moscovita desechó, probablemente, una ocasión única hace un año en la pista central de la Rod Laver Arena del Melbourne Park, cuando fue sorprendido por el sueco Thomas Johansson y perdió la final a pesar de su claro carácter de favorito.

"Ha sido una gran lección para el futuro", aceptó el moscovita, ganador del Abierto de Estados Unidos 2000, tras caer derrotado en el último partido de la pasada edición.

La cuenta pendiente que acepta Safin es un reto comparable al de los jugadores españoles, dueños de gran parte de la nobleza universal del mundo de la raqueta pero históricamente incapaces de engrandecer el panorama hispano con un triunfo.

Juan Carlos Ferrero, ausente el pasado año, Carlos Moyá y Albert Costa, incluidos entre los diez primeros del mundo y entre los favoritos del torneo, aceptan la batalla contra la leyenda maldita del abierto australiano.

Alex Corretja (15) Tommy Robredo (26) son otros de los aspirantes dispuestos a mantener la grandeza de la 'Armada', mientras el argentino David Nalbandián (10) y sus compatriotas Guillermo Cañas (14), Gastón Gaudio (21) y Juan Ignacio Chela (23) encabezan la candidatura latinoamericana que busca su crecimiento con el chileno Fernando González (17), ausente Marcelo Ríos, y el retorno del brasileño Gustavo Kuerten (30).

-EFE

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Abierto de Australia
sábado, 11 de enero
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