Contundente victoria y a cuartos

El sábado en Sevilla, el doble formado por Alex Corretja y Albert Costa dio a España el punto definitivo en la eliminatoria del Grupo Mundial de Copa Davis ante Bélgica (3-0) tras superar en cinco sets a la dupla de Olivier Rochus y Kristof Vliegen por 6-4, 4-6, 6-3, 3-6 y 8-6

SEVILLA -- El doble formado por Alex Corretja y Albert Costa dio a España el punto definitivo en la eliminatoria del Grupo Mundial de Copa Davis ante Bélgica (3-0), pero no despejó las dudas sobre su solvencia como pareja de futuro en partidos que demanden un mayor nivel de exigencia.

Después de cuatro horas y siete minutos de juego, Corretja y Costa superaron a Olivier Rochus y Kristof Vliegen por 6-4, 4-6, 6-3, 3-6 y 8-6.

Jordi Arrese, capitán del equipo español, se había decantado por esta combinación confiando en que su calidad y su posición en el ránking de la ATP fueran el aval suficiente para certificar el pase a cuartos de final pese a su escasa experiencia jugando juntos.

Pero lejos de causar a sus rivales el "miedo" que Arrese había pronosticado, el joven dúo belga, formado por Olivier Rochus y Vliegen, plantó cara en todo momento a los españoles con el descaro y la valentía propia de su juventud.

La ausencia de un especialista en el doble como Juan Ballcels, habitual en el equipo español en las nueve últimas eliminatorias que se "cayó" de la lista por baja forma, abría las puertas al "experimento" Corretja-Costa que no cuajó.

Además, el capitán belga, Steven Martens, echó por tierra los vaticinios que el día anterior había realizado Arrese, en el sentido de que el conjunto centroeuropeo variaría el equipo previsto en un principio para disputar el doble e incluiría en él a un jugador de más talento como Xavier Malisse.

Fiel a sus planteamientos, Martens dio la responsabilidad de mantener a Bélgica con "vida" al menor de los hermanos Rochus, Olivier, y a Vliegen, un debutante en la competición y sin apenas experiencia en el circuito de la ATP que, en su primera aparición, ha sorprendido a todos.

A sus 20 años, Vliegen ya sabe lo que es disputar una final en un torneo importante. A comienzos de temporada jugó en Adelaida (Australia), en donde derrotó a tenistas de prestigio como el sueco Thomas Enqvist, el holandés Richard Krajicek o el español Alberto Martín, para ceder tan sólo en el encuentro decisivo ante el ruso Nikolay Davydenko.

Con un tenis muy poco ortodoxo, pero muy efectivo, la pareja belga empezó a sembrar el desconcierto ante los españoles en el primer set, en el que durante los cuatro primeros juegos ninguno de los contendientes fue capaz de mantener su servicio.

El primero que lo consiguió fue Corretja, en el quinto, aunque tuvo que emplearse al máximo y superar las siete ocasiones en las que se registró empate.

La irregularidad de todos los jugadores provocó hasta siete rupturas de servicio, aunque el talento de los españoles acabó por imponerse por 6-4, tras 47 minutos de lucha.

Cuando parecía que la eliminatoria estaba encarrilada y los belgas se vendrían abajo, se produjo una reacción inesperada. Cada vez que Rochus y Vliegen se cruzaban para preparar una jugada sus rostros no paraban de sonreír por lo cómodos que se encontraban en la pista.

Tanta fe pusieron en sus propias posibilidades que, en la segunda manga, rompieron el servicio primero a Costa y luego a Corretja y, en la tercer pelota de set de que dispusieron, igualaron el partido (4-6).

Tras ceder el primer set de toda la eliminatoria, los españoles desplegaron su mejor tenis dispuestos a solventar el encuentro por la vía rápida.

Una sólo ruptura sobre el servicio de Vliegen en el segundo juego fue suficiente para que Corretja y Costa retomaran la iniciativa y dominaran el tercer set por 6-3 en cuarenta y cuatro minutos.

Con todo en su contra, Bélgica dio una lección de pundonor en el cuarto set y a punto estuvo de lograr un sonrojante 6-0. "Chiquitín", tal y como jocosamente apodaba el público sevillano a Olivier Rochus (1,65 metros) y su compañero Vliegen, número 113 en la clasificación mundial de la ATP, apabullaron al teóricamente superior dúo español que no daba crédito a lo que estaba pasando.

Corretja y Costa cedieron su saque con pasmosa facilidad y el marcador reflejaba un sorprendente 0-5 para Bélgica que dispuso, incluso, de una bola para culminar el set en blanco.

Los españoles "salvaron" un tanto la cara con tres juegos consecutivos pero Vliegen, que asumió con osadía el mando en la pareja belga, certificó el set para su equipo con la quinta pelota de que dispuso (3-6).

A partir de ese momento, la posibilidad de que la eliminatoria se tuviera que decidir en los encuentros de individuales del domingo flotaba en el ambiente de la cancha sevillana que registró un lleno absoluto.

Bélgica se colocó con 0-2 a su favor y una bola, que no aprovechó, para el 0-3. Tras sendas igualadas a tres y a cuatro juegos, Corretja volvió a perder por enésima vez su saque y el partido parecía caer del lado centroeuropeo (4-5).

La tensión de la competición de la Copa Davis acabó pasando factura al juvenil talento de Vliegen y España rubricó su clasificación para cuartos de final en el quinto set (8-6) que duró casi una hora de sufrimiento.

- EFE

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sábado, 08 de febrero
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