Una chica con la cosas claras

La tenista suiza Martina Hingis se siente "bien" lejos del tenis, no echa de menos el circuito internacional y no contempla, por el momento, la idea de regresar a la alta competición

ZURICH -- La tenista suiza Martina Hingis se siente "bien" lejos del tenis, no echa de menos el circuito internacional y no contempla, por el momento, la idea de regresar a la alta competición.

En una entrevista concedida a la agencia suiza "Sportinformation", Hingis dice haber llegado a "un punto de no retorno" y, a pesar de reconocer que el tenis sigue siendo su pasión, considera que no tiene sentido volver al circuito si no puede entrenarse sin sentir dolores.

"¿Dónde está el placer si no puedes presentarte al cien por cien de tus capacidades?", se pregunta la deportista. Sin embargo, desmiente que haya abandonado definitivamente la competición y asegura que todo depende de la evolución de su lesión en el pie izquierdo.

"Es posible que no vuelva si la lesión me impide entrenarme como debo hacerlo", agrega Hingis, que explica que si juega sin forzar "todo va bien", pero que cuando comienza a hacerlo con cierta intensidad "los dolores reaparecen primero en el talón, luego en las articulaciones y después en todo el pie".

Esta lesión en el pie fue la que le llevó a abandonar el circuito de tenis hace 16 meses y es la razón de que haya decidido trasladarse de su residencia habitual en Florida a Zúrich, donde está su médico, Hanz Buhlmann.

La pasada primavera Buhlmann examinó la lesión de la tenista y señaló que, en la hipótesis más pesimista, si Martina continúa jugando, corre el riesgo de desarrollar una artrosis en el plazo de diez años que le impediría realizar cualquier actividad deportiva.

Pero en contra de lo que podría parecer, este impedimento no parece haber afectado a la suiza, que con sólo 22 años está recuperando una vida normal en Zúrich.

"Una cosa es evidente: estoy contenta de no tener que viajar constantemente", señala Martina, que en los dos últimos meses se ha dedicado a montar a caballo, esquiar, dar largos paseos por los bosques de Zúrich con su perro y pasar más tiempo con sus amigos.

"Suiza es mi país, aquí puedo hacerlo todo, están mis amigos y mi médico", insiste la jugadora, que sólo mantiene un contacto regular con Mónica Seles y Anna Kournikova. También sigue la competición del Open de Australia y asegura divertirse viendo los partidos por la tele y cómo las jugadoras luchan en condiciones en ocasiones extremas a causa del calor.

En cuanto a la pérdida de puestos en el ránking mundial que supondrá este alejamiento de las pistas en el caso de que finalmente regrese a la competición, asegura no pensar en ello por el momento.

- EFE

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