"La confianza te da fuerzas y es la clave", señaló hoy Moyá, quien se encuentra ya perfectamente acoplado a los entrenamientos del equipo español en tierras valencianas, dispuesto a jugar los individuales si el Grupo Técnico lo requiere.

"España da miedo", dijo al referirse al tremendo potencial del conjunto español. "Hay pocos que puedan equipararse a nosotros, pero si no estás fino está todo muy igualado", comentó.

Sobre su estado físico también fue optimista. "Quedan dos días todavía y poco a poco me voy habituando", dijo el mallorquín, que parece algo más delgado pero con fuerzas suficientes hoy para mantener un duro partidillo con Juan Carlos Ferrero. "Estoy algo resfriadillo, pero nada importante, han sido los viajes, el cambio de clima, los nervios, pero todo se va superando", comentó.

Moyá es el jugador que en teoría menos debería notar el cambio de superficie, a pesar de que fue el último de los españoles que abandonó tierras americanas. Antes de la temporada en Estados Unidos disputó los torneos de Acapulco y Buenos Aires (este con victoria) en tierra, y su facilidad para adaptarse es bien conocida. "Estamos habituados a estos tipos de cambio, son habituales y sé que si salgo a jugar lo haré para dar el máximo".

Como el Grupo Técnico, el jugador mallorquín también considera que Ivan Ljubicic es el alma del equipo y el rival a batir este fin de semana. Además recuerda que ha perdido contra él en las tres ocasiones en las que se han enfrentado.

"También eran circunstancias, situaciones diferentes y otra época", comentó al recordar aquellos duelos, "yo estaba intentando recuperarme de mi lesión y además los partidos eran en pista cubierta y superficie dura", añadió.