Fue tan solo una final

En una final que se desvirtuó muy pronto por las lesiones, Indios Chapaleufú II, que no sufrió contratiempos venció al equipo de sus primos, Indios Chapaleufú por 13 a 9 y así, después de un 2001 de sequía en cuanto a títulos, volvió a lo más alto del podio

BUENOS AIRES -- Tanta historia, tanta espera, tanto clásico en juego y en apenas cinco minutos todo comenzó a desvirtuarse cuando un cruce realmente peligroso de Milo Fernández Araujo, terminó con Marcos Heguy desparramado por el suelo con dos costillas fisuradas.

Juan Ignacio Merlos, que para el Abierto de Tortugas se había tomado descanso, pero que en los papeles es jugador de La Dolfina, saltó a la cancha en lugar de Marcos, con todo lo que implica jugar con caballos desconocidos.

Pese a todo, o gracias a varias jugadas con el sello del gran talento de Bautista Heguy, Indios Chapaleufú se mantuvo a tiro de sus primos hasta el cuarto período donde quien debió abandonar el partido por otra lesión fue Horacio Heguy, en este caso reemplazado por Marcelo Frayssinet.

Así se fue desdibujando un encuentro que solo dejó el valor de una final, con poco de clásico y mucho menos de familiar.

Aunque en realidad esta versión 2002 del Abierto de Tortugas comenzó en baja desde la organización misma del torneo que no contó con canchas que estuvieran a la altura de los protagonistas, lo que derivó en varios caballos que finalizaron muy temprano su temporada y con la polémica suspención de la semifinal entre Indios Chapaleufú II y Ellerstina, que finalmente terminó de jugarse una semana más tarde en un campo sólo un poco mejor que donde comenzó a disputarse.

Por si algo hacia falta de parte del Tortugas Country Club para cerrar estos desencuentros, organizó la final de su torneo en una cancha sin tribunas, o lo que es peor en una tarde de 33º de temperatura, quien pagó 20 pesos por una entrada después debió cocinarse bajo un sol inclemente si quería utilizar uno de los escasos lugares para sentarse.

CHAPALEUFÚ AL 50 POR CIENTO
Volviendo al torneo, el Abierto de Tortugas, en una llave de clasificación perfecta dejó parados ante sí a las dos formaciones de mayor handicap: Indios Chapaleufú I y II.

Algo que no extrañó ya que estos equipos fueron los únicos que decidieron afrontar el certamen con el máximo de sus fuerzas, más allá de presentar su lote B de caballos, algo así como correr con autos muletos.

Distintas razones impulsaron a las dos ramas de la familia Heguy, que domina ambas formaciones con Bautista, Marcos y Horacio, por un lado, y Alberto Ignacio y Eduardo, por el otro; a tomar la determinación de jugar al 100% de entrada.

La conquista de Palermo en el 2001 fue un cierre estupendo para Indios Chapaleufú, aunque sus integrantes no olvidaron que el ensamble de Mariano Aguerre fue una tarea que les demando muchos golpes antes de la gran alegría, por eso esta vez quisieron comenzar temprano con eso de ser rápidos, efectivos y por sobre todo ordenados.

Con esas premisas los hombres de Indios Chapaleufú despidieron del Abierto de Tortugas a La Dolfina, en el primero de los cruces entre candidatos de este 2002.

Aunque bien vale aclarar que La Dolfina, una vez más no se presentó con todo su potencial y así las ausencias de los hermanos Sebastián y Juan Ignacio Merlos se sintieron en los momentos claves, algo que no ocurrirá en Hurlingham.

Esas mismas ausencias son las que resintieron a Indios Chapaleufú en la definición y Bautista Heguy lo dejó bien el claro: "Me molesta perder, pero de este partido me olvido mañana; le agradezco a los suplentes que jugaron hoy, pero uno planea todo en función a cuatro personas y cuando el 50% queda afuera se rompe cualquier esquema que se haya planeado".

CHAPALEUFÚ II, POR LA VUELTA
Las motivaciones de Indios Chapaleufú II eran distintas a las de sus primos, aunque finalmente apuntaban a lo mismo. Chapaleufú encontró un funcionamiento y un orden de juego que le permitió volver a ganar Palermo después de seis temporadas.

En el reinicio de la alta competencia en la Argentina no querian perder ese esquema de juego, más allá de cual fuera el resultado en la final. Los primos en cambio fueron bicampeones de Palermo en 1999 y 2000. Demostrando autoridad ante sus primos y mucha planificación para detener a La Dolfina en el terreno de Palermo.

Indios Chapaleufú II parecía haber alcanzado la perfección. Sin embargo en el 2001 se apagó la llama y el año pasó con penas y sin gloria. Ahora, buscaban recuperar aquel fuego sagrado que los tenía con un equipo que promediaba los 15 goles por partido, y al que rara vez le marcaban más de 10.

En Tortugas volvieron a iluminarse. Frente a Ellerstina, que no contó con su back Miguel Novillo Astrada fuera de competencia por una lesión ligamentaria en el brazo derecho, Chapaleufú II mostró los atributos de otros años, y en la final ante sus primos mantuvo esa solidez y concentración que le eran características.

En un opaco Abierto de Tortugas, Indios Chapaleufú II dio la primera muestra de sus ganas de triunfar.

GUSTAVO SGALLA es periodista especializado en polo desde 1986. Se desempeñó como cronista en el diario La Nación de Buenos Aires hasta 1997, y desde 1994 es comentarista y productor de todos los programas de polo de ESPN; actualmente, es también columnista de este deporte en el SportsCenter Latino y de ESPNdeportes.com.

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