San Antonio Spurs muestra un buen balance entre ofensiva de media cancha, ataque en transición y buena defensiva, con buena profundidad en sus filas, pero utilizando al máximo las habilidades del Jugador Más Valioso de la NBA, Tim Duncan. Los Dallas Mavericks muestran serias fallas en su defensiva de uno vs. uno, pero con los distintos tipos de zonas que practican y el mejor ataque natural de los cuatro equipos aun con vida, obligan al rival a jugar a un acelerado ritmo que les favorece mas a ellos. Estos, en sintesis, son los cuatro estilos de juego que caracterizan a los equipos que participan en el "Final Four" de la NBA.

Si algo prueba este contraste tan marcado de formas de jugar, es que no existe una fórmula única para ganar en el baloncesto. Los cuatro equipos activos en las Finales de Conferencias han sido exitosos a lo largo de la temporada, cada cual jugando a su manera, dominando a sus rivales tanto en la serie regular como en la postemporada.

Detroit, el equipo que menos puntos permitidos en la temporada y que cuenta con el mejor jugador defensivo de toda la Liga (Ben Wallace), realiza un tipo de juego que muchos consideran aburrido y poco atractivo a la vista, pero que les ha servido para terminar con la mayor cantidad de victorias en su conferencia durante la serie regular (50) y dejar en el camino a equipos como Orlando y Philadelphia en esta postemporada.

Su rival, New Jersey, con su estilo mas espectacular de ofensiva en transición y sus puertas traseras y pases aéreos que terminan en volcadas en la media cancha, termino clasificado en segundo lugar en el este con 49 victorias y luego impusieron su ritmo para eliminar a Milwaukee y Boston en series relativamente fáciles.

Lo curioso es que en el primer partido de esta Final de Conferencia, celebrado en Detroit, los Nets pudieron prevalecer y llevarse la victoria jugando el estilo de juego de poca anotación y porcentajes de tiros bajos que favorece a los Pistons cuando los derrotaron con marcador de 76-74. En otras palabras, New Jersey ha demostrado que también puede ganar jugando el estilo de juego del rival y no necesariamente teniendo que imponer su estilo, lo cual lo convierte en el favorito inicial para llevarse esta serie y pasar por segunda ocasión consecutiva a la Final de la NBA.

En la otra serie se enfrentan los dos equipos más exitosos en toda la Liga durante la temporada regular. Ambos equipos texanos terminaron empatados con el mayor número de victorias (60) y han podido eliminar a rivales que eran favoritos para vencerlos a ellos en sus series anteriores.

Luego de derrotar a Portland en siete partidos en su serie de primera ronda, Dallas aprovechó la ausencia por lesión de Chris Webber de las filas de los Sacramento Kings para eliminarlos (también en siete juegos), en una serie en que se jugo a un ritmo acelerado, de alta anotación y muchas posesiones, tal como lo prefieren los Mavericks. El cuarteto anotador formado por Dirk Nowitzki, Steve Nash, Michael Finley y Nick Van Exel fue demasiado para los Kings, quienes pensaban que con Peja Stojakovic, Mike Bibby, Doug Christie, y Bobby Jackson, tenían suficiente artillería para vencer a los Mavericks en su propio estilo de juego.

San Antonio, por su parte, ha utilizado ese balance que le da al mejor interno de la temporada, combinado con su buena ofensiva perimetral y excelente defensiva para dejar atrás a los Phoenix Suns y a su nemesis de las pasadas dos temporadas, los tricampeones Lakers de Los Angeles.

Precisamente, ese mejor balance entre ataque y defensa, unido a su ventaja de campo al comenzar la serie es lo que motiva a los analistas (me incluyo), a seleccionar a los Spurs como favoritos para prevalecer en el feudo texano y avanzar a la Final. Pero los Mavericks ya tuvieron algo que decir sobre eso el pasado lunes, cuando en el primer partido en San Antonio, se encargaron de derrotarlos y robarles de paso la ventaja de localia, por lo que los Spurs tendrán que reevaluar si el estilo de juego de correr y tirar por 48 minutos que tan familiar le es a Dallas y en el que SA se vio tan bien por 46 minutos de partido, le va servir para avanzar, o si por el contrario, tendrán que imponer un ritmo más pausado en el cual ellos se puedan sentir igual de cómodos pero logre desarticular a su rival.