El regreso de Sabonis

En la NBA, siempre viene bien tener un pívot con experiencia, que pueda medirse hasta con el dominio de Shaquille O´Neal

DE REGRESO: Arvydas Sabonis volverá a jugar con Portland en la NBA. (Allsport)
Arvidas Sabonis está de regreso en la NBA. Esa simple aseveración nos debe dar una clara idea de cuál es la situación con los Portland Trailblazers y con los jugadores que juegan la posición de pívot en la Liga.

Veamos primero el caso de los Blazers. Este es el equipo que se ha convertido en el blanco de burlas predilecto de la NBA en los pasados tres años; no por su ausencia de talento ni por no poderse clasificar a la post temporada, sino por absolutamente todo lo contrario. Portland se convirtió hace tres temporadas en el equipo con la nómina más alta de toda la Liga; un equipo preparado a base de abundancia de talento en todas sus posiciones. Su dueño, Paul Allen y su gerente general, Bob Whitsitt no escatimaron en dinero ni esfuerzos para tratar de presentar un equipo que pudiera llevarlos al campeonato. A una plantilla que ya contaba con jugadores de la talla de Rasheed Wallace, Damon Stoudamire, Brian Grant, Bonzi Wells, Jermaine O'Neal y el propio Sabonis, le añadieron los nombres de Scottie Pippen, Steve Smith y Detlef Schrempf. Ese grupo de jugadores logró llegar a la cifra de 59 victorias en la serie regular y avanzar hasta un séptimo partido en la Final de la Conferencia del Oeste antes de caer ante los eventuales campeones, Los Angeles Lakers, en un desenlace que siempre será recordado por la debacle que sufrió el equipo de Oregon en el último cuarto, la cual permitió a sus rivales descontar una desventaja de 15 puntos en los últimos 11 minutos de partido y dejarlos a un paso de la Final de la NBA por segundo año consecutivo.

Para la temporada 2000- 2001, la alta gerencia de Portland logró varias contrataciones que tenían como propósito seguir aumentando el nivel de talento del equipo, pero que sólo logró aumentar la cantidad de egos y problemas con los que tuvo que lidiar el técnico Mike Dunleavy. Dale Davis llegó procedente de Indiana y Shawn Kemp desde Cleveland para solidificar la línea frontal. Pero el equipo careció de química durante toda la temporada, sufrió de lesiones a sus estelares y padeció de malas actitudes (especialmente de su mejor jugador, Rasheed Wallace que estableció una marca de cantidad de faltas técnicas incurridas). Los Trailblazers fueron humillados en la primera ronda de los playoffs por los Lakers, quienes los barrieron en tres partidos caracterizados por los cómodos márgenes de victoria para Los Angeles. Sabonis estuvo aquejado durante toda la temporada por varias lesiones, especialmente en sus piernas, que lo obligaron a perderse 21 partidos y a obtener sus números más bajos en promedio de puntos, rebotes, asistencias y tapas en sus seis años de carrera en la NBA. Al finalizar la temporada, el pívot lituano que había visto pasar sus mejores temporadas, anunciaba su retiro del baloncesto, decisión que lucía muy sabia dado el deterioro de sus facultades físicas y habilidades deportivas.

Antes de la temporada pasada, Portland hizo otros cambios aún más significativos. Ademas del retiro de Sabonis, el equipo sustituyó a Dunleavy por Maurice Cheeks y obtuvo los servicios de jugadores como Derek Anderson, Steve Kerr y Ruben Patterson. Pero los resultados fueron similares. El conjunto ganó sólo 49 partidos (uno menos que el año anterior), finalizó en la sexta posición en la conferencia y fueron barridos nuevamente en la primera ronda por los Lakers. A los ya conocidos problemas de química y disciplina de varios integrantes del equipo, se unieron los líos fuera de la cancha de Stoudamire y Kemp. Sin Arvidas, los Blazers carecieron en toda la campaña de un centro bonafide y en su enfrentamiento particular con Los Angeles, el dominio del pívot Shaquille O'Neal se hizo aún más obvio. Kemp, Davis, Wallace, Chris Dudley y Will Perdue formaron una especie de comité para alternarse las labores de presentarle alguna oposición a Shaq, pero no tuvieron éxito alguno.

Ante este cuadro, el gerente Whitsitt decidió regresar al pasado y se dio a la tarea de enamorar nuevamente a Sabonis para que volviera al equipo. Aunque Portland realizó otras adquisiciones de importancia este verano, como las del base Jeff Mcinnis y el escolta Antonio Daniels, no cabe duda que el fichaje más importante a los ojos de la gerencia es el del lituano. Esto es así por la falta de jugadores de calidad que puedan jugar la posición de centro eficientemente en la Liga, lo que convierte el factor Shaq en uno más dominante aún y a los Lakers en eternos favoritos al título. Whitsitt sabe que para tener aunque sea una leve opción de derrotar y destronar a sus verdugos, necesita la ayuda de un jugador que a lo largo de su carrera ha demostrado poseer el físico, la inteligencia y las condiciones basquetbolísticas para al menos presentarle oposición a O'Neal. Por eso le han ofrecido a Sabonis un contrato multianual que se estima estará cerca de los $8 millones por temporada. Esta es una inversión bastante arriesgada si se toma en cuenta que Arvidas está próximo a cumplir los 38 años de edad, no jugó baloncesto por todo un año y desde hace tiempo que carga con multiples achaques físicos, especialmente en sus muy deterioradas rodillas.

Esto nos lleva al segundo punto, la carencia de jugadores que se especializen en jugar la posición de centro en la NBA. No quiere decir que no hayan jugadores altos que puedan desempeñarse en dicha posición. De hecho, según cifras dadas por la Liga, la cantidad de jugadores de 7' de estatura (2.13 metros) llega a 52. Lo que sucede es que una gran cantidad de estos jugadores han descuidado su juego en la llave y de espaldas a la canasta para tratar de convertirse en jugadores multidimensionales. La posición de alero de poder se ha convertido en la más glamorosa y donde más jugadores de talento hay. Algunos ejemplos son Dirk Nowitski, Tim Duncan, Chris Webber y Kevin Garnett. Estos jugadores son prototipos de atletas que hacen un poco de todo, pero que, aún con sus físicos y talentos, prefieren que otro compañero se encargue de la posición de centro, mientras ellos quedan más libres para jugar de frente al aro.

Por esta escasez de buenos centros es que jugadores como David Robinson y Hakeem Olajuwon están todavia activos; jugadores como Vlade Divac y Elden Campbell son tan valiosos para sus respectivos equipos; un jugador como Patrick Ewing recién se retira, luego de 18 temporadas y un jugador como Arvidas Sabonis regresa a la NBA y se convierte en la mayor fuente de esperanza que tiene su equipo de alcanzar el éxito que tanto lo ha eludido.

CARLOS MORALES es comentarista de los partidos de la NBA que transmite ESPN América Latina. También es el analista de las transmisiones en español del Orlando Magic. Como técnico, ha sido dirigente por más de 20 años en todos los niveles del básquetbol, destacacándose como técnico en las ligas de Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela y coach de la Selección Nacional de Puerto Rico.

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