NUEVA ORLEANS -- NUEVA ORLEANS (AP) — Zion Williamson demostró no tenerle miedo al reconocido guardián del aro del Jazz, Rudy Gobert, y dirigió un implacable y efectivo ataque sobre la canasta de Utah.Williamson tuvo 26 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias y los Pelicans de Nueva Orleans lograron contener un repunte al final de Utah para vencer el lunes por 129-124 al líder de la NBA.“Mi actitud fue 'Voy a hacer todo lo que pueda para dar energía a mis compañeros’", dijo Williamson, cuyo dominio en el tercer cuarto dio a Nueva Orleans una ventaja de dos dígitos antes del último. “Tras leer su defensa en los dos primeros cuartos (...) simplemente fui al ataque".Y entre los defensas a los que atacó estaba Gobert, de 2,16 metros y elegido dos veces mejor jugador defensivo del año de la NBA.“Rudy Gobert es un defensa fenomenal y un bloqueador fenomenal. Así que no es fácil lanzar ante él”, afirmó Williamson. “Sinceramente, al principio busqué sacar la falta, pero de alguna forma terminé esos lanzamientos".Brandon Ingram tuvo 26 unidades, Lonzo Ball agregó 23 y JJ Redick auxilió con 17, incluyendo un par de jugadas de cuatro puntos.Bojan Bogdanovic encestó siete triples y terminó con un máximo de partido de 31 puntos para Utah (27-8) que perdió por segunda ocasión en tres duelos.Nueva Orleans llegó a tener ventaja de 17 puntos en la segunda mitad y tenía diferencia de 14 con el triple de Ball que puso el marcador 122-108 a 3:54 minutos del final.Pero Utah poco a poco se acercó en los siguientes tres minutos y llegó a estar 125-124 con un triple de Royce O'Neale a 46,7 segundos de que terminara el duelo. Donovan Mitchell, quien anotó ocho de sus 21 puntos en los minutos finales para darle oportunidad al Jazz, falló un tiro a la distancia y con el que Utah hubiera recuperado la ventaja.La última oportunidad que tuvo Utah de empatar salió mal cuando Mike Conley intentó un triple casi al final que no alcanzó el aro. Williamson tomó el rebote y le pasó el balón a Ball, quien envió su última asistencia a Josh Hart que selló el triunfo con una clavada que puso a saltar y gritar al distanciado público de 3.000 aficionados.