Jordan ya no es centro de atención

El anuncio que hizo el jueves a través de un comunicado de que regresaría, no causó ninguna reacción ni dentro ni fuera de la NBA

EL REGRESO: Michael Jordan jugará una temporada más en la NBA y eso pone a los Wizards como uno de lso favoritos. (AP)
HOUSTON -- El anuncio oficial de la continuidad una temporada de Michael Jordan con los Wizards de Washington sirvió para comprobar que la ex súper estrella de los Bulls de Chicago ya no es el centro de atención dentro de la NBA.

La recuperación del pívot Shaquille O'Neal, el futuro publicitario de Kobe Bryant, el duelo entre Los Angeles Lakers y los Kings de Sacramento, la llegada del pívot novato chino Yao Ming a los Rockets de Houston y el futuro mercado de los agentes libres, son, entre otros, los asuntos que más interés acaparan.

Jordan, de 39 años, que en las últimas declaraciones que hizo al Chicago Sun-Times, dijo que no le interesaba para nada lo que decían o pensaban los críticos sobre su continuidad en el baloncesto profesional, no ha podido evitar que su figura cada vez tenga menos valor en el mercado actual de la liga.

El cinco veces ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) y seis títulos de liga con los Bulls tampoco ha logrado con su continuidad generar la expectación, como lo hizo el año pasado, porque se sabía que jugará, al menos, hasta que cumpla el contrato de dos temporadas que firmó con los Wizards.

Desde el pasado mes de abril cuando decidió pasar por el quirófano para ayudarle a superar los problemas de artritis en su rodilla izquierda, Jordan tenía ya muy claro que iba a jugar una temporada más y el anuncio que hizo el jueves a través de un comunicado, no causó ninguna reacción ni dentro ni fuera de la NBA.

Lo lógico era pensar que Jordan tenía todo listo y decidido sobre su futuro, pues que se ha retirado dos veces, ha roto todo tipo de promesas hechas anteriormente y, lo más importante, que en su mente jamás se ha cuestionado de verdad que no volvería a jugar al baloncesto, aunque en la última entrevista dijese que sí lo había pensado.

Ante este tipo de actitud, esta vez los medios de comunicación se limitaron a recoger el comunicado oficial y dentro de las organizaciones de los restantes equipos de la liga todo fue normal, porque en su calendario y venta de entradas daban por hecho que Jordan jugaría con los Wizards.

El argumento y lema que Jordan ha utilizado para justificar su continuidad "el amor por el deporte del baloncesto" tampoco es ya ninguna novedad, sino todo lo contrario, se ha convertido en un elemento de crítica, especialmente cuando ese "amor" le genera millones de dólares de beneficios por derechos de publicidad.

Pero al margen de los motivos reales que Jordan pueda tener para continuar en activo, las dos grandes interrogantes que pesan sobre su futuro se centran en el apartado de su verdadera condición física y si su presencia como jugador dentro del equipo, del que también es presidente de operaciones, ayuda a la formación de los jóvenes valores.

La experiencia que el año pasado protagonizó con su actitud y trato hacia la selección número uno del sorteo universitario, el alero Kwame Brown, que pasó de ser su protegido a la marginación y la crítica que hundió mentalmente al joven de sólo 19 años.

"Tengo que admitir que fui un poco impaciente y no le di a Brown el tiempo que necesitaba para adaptarse al mundo de la competición de la NBA", admitió Jordan al comentar sobre la experiencia y el bajo rendimiento que tuvo Brown la pasada temporada.

Más cuestionable es el estado físico de sus rodillas, que sufren de artritis, y aunque Jordan en el comunicado oficial asegura que se encuentra en plenitud de forma física y mental, sólo cuando de comienzo de nuevo al verdadera competición comprobará si puede aguantar o se rompe como le sucedió la pasada liga después de jugar 60 partidos.

Jordan tuvo que pasar por el quirófano el pasado mes de abril para operarse de la rodilla derecha, pero no quiso hacer lo mismo con la izquierda durante el descanso de verano.

El entrenador de los Wizards, Doug Collins, había dicho que si Jordan continuaba con el equipo la próxima temporada no jugaría como titular sino que saldría por primera vez en los 15 años de profesional de reserva.

La respuesta de Jordan no se hizo esperar y ya adelantado que está listo para jugar entre 30 y 35 minutos por partido, aunque de forma diplomática, después de haber dejado en evidencia a Collins, ha dicho que será el entrenador el que tenga la última palabra, cuando en realidad será él como presidente de operaciones el que la pronunciará.

De hecho en el comunicado oficial Jordan ya anticipa que "no se ha tomado todavía ninguna decisión sobre su papel dentro del equipo" y que será algo que discutirá con Collins cuando la próxima semana de comienzo el campo de entrenamiento.

El otro factor que pesa sobre el futuro de Jordan es comprobar si los fichajes que han hecho durante el verano con la adquisición por traspaso de Jerry Stackhouse y del agente libre Larry Hughes son más productivos que la marcha de un joven talento como la del escolta Richard Hamilton, que fue enviado a los Pistons de Detroit.

Jordan en su comunicado oficial destaca que se siente más ilusionado que nunca de jugar una temporada más con los Wizards porque tendrá la oportunidad de demostrar que los cambios que ha hecho el equipo han sido en la dirección correcta.

La ex súper estrella también es consciente que si al concluir la temporada no ha logrado al menos el objetivo de clasificar a los Wizards para la fase final del campeonato, no sólo se verá en la necesidad de decir el adiós definitivo sino que además lo hará sin haber conseguido por primera vez lo que se propuso como profesional.

-EFE

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Washington
martes, 01 de octubre
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