El encuentro, el primero de una serie de tres que disputarán estas dos escuadras, se disputó en el Palacio de los Rebotes, que registró una entrada de aproximadamente siete mil espectadores, quienes vitorearon y apoyaron en todo momento a los locales y que también hicieron su partido al tratar de presionar a los sudamericanos.

La última ocasión en la que la escuadra albiceleste había perdido un encuentro, fue en septiembre del año pasado cuando cayó en los juegos de la Buena Voluntad que se celebraron en Australia con su similar de Estados Unidos.

El primer cuarto empezó con fuerzas niveladas, resgistrándose varios empates, a 4, 11 y 13 puntos, pero después de que se igualaran los cartones los mexicanos lograron armar una ofensiva en los minutos finales en la que lograron un parcial de 12-1 que les permitió concluir el primer período con ventaja de nueve unidades (23-14).

En el segundo cuarto, los argentinos lograron establecerse en la duela y de manera paulatina, siempre de la mano de Emanuel Ginobili, quien era el único jugador de su equipo que lograba penetrar la defensa implementada por los mexicanos.

La paciencia y en ocasiones la rudeza de los argentinos les permitió ir reduciendo la diferencia, y esta sistemática labor tuvo sus frutos, pues los argentinos pudieron irse al descanso del medio tiempo con el marcador empatado a 37 puntos.

Pero en el tercer cuarto los mexicanos volvieron a ser los amos y señores del juego, en primera instancia arrancano las hostilidades de la segunda mitad con un parcial de 10-0 (47-37), golpe que re sultó letal para los sudamericanos, quienes ya no pudieron a pesar de sus esfuerzos reducir nuevamente la desventaja.

Hubo ocasiones en que los argentinos recurrieron al juego violento, lo que hizo que hubiera friciones en la duela, pero afortunadamente la sangre no llegó al río, aunque hubo momentos en que parecía que se armaría una tremenda bronca.

La buena labor de los mexicanos en el tercer cuarto les permitió terminar ese lapso con una delantera de 13 unidades (66-53). En el último período, los mexicanos supieron manejar el partido, y los argentinos mostraron la frustración de ver cortada su impresionante racha invicta cometiendo algunas faltas más fuerte de lo acostumbrado.

Por México, sus mejores anotadores fueron Eduardo Nájera quien encestó 22 puntos, Horacio LLamas consiguió 16, Enrique Zúñiga contribuyó con 11 y Víctor Avila terminó con 10 unidades.

Por Argentina, su mejor hombre a la ofensiva fue Emanuel Ginóbilli, quien fue el único que pudo acertar consistetemente sus tiros a la canasta y finalizó con 25 puntos.