Canadá ya no tiene nada que hacer, ni siquiera en el hipotético caso de que ganase a Yuguslavia en el encuentro que le resta para cerrar la ronda inicial.

Angola dominó el ritmo del partido desde el inicio y, además, contó con un gran acierto de sus hombres exteriores, en especial Miguel Lutonda, autor de veintidós puntos con tres de cuatro en triples, y de Valter Monteiro, que se quedó en catorce y firmó cuatro de siete desde los 6,25.

La selección canadiense acusó la ansiedad de sentirse por debajo en el marcador, acentuada por el correctivo encajado en la primera jornada ante España y, pese al esfuerzo de su cinco inicial -cuatro nombres por encima de los diez puntos-, la prácticamente nula aportación de su banquillo le arrebató cualquier esperanza de remontar la situación.

Al final, Canadá ha demostrado que sin el base de los Mavericks de Dallas Steve Nash es un equipo vulgar, compuesto por jugadores con un excelente aspecto atlético, pero enormemente limitado en cuanto a talento.