Los técnicos y directivos de los Rockets son los más ilusionados ante la posibilidad de presenciar la actuación de Ming con China en en el Coliseum de Oakland, escenario del encuentro amistoso entre la selección asiática y la de Estados Unidos.

La prueba de fuego no podía ser más difícil para Ming, que debe demostrar ante auténticos profesionales de la NBA las cualidades y condiciones que posee para convertirse en un futuro en el nuevo Hakeem Olajuwon de los Rockets.

De momento, Ming ha sorprendido a todos con una gran seguridad y control en las respuestas que da a los periodistas estadounidenses cuando le advierten que será el objetivo a batir por los jugadores estadounidenses.

"Eso son sus responsabilidades y las mías las de jugar al máximo y hacer bien las cosas. El partido no me genera ningún tipo de preocupación especial, al menos antes de disputarlo. Luego podré decir lo que siento", declaró Ming, que jugará su primer partido oficial en Estados Unidos.

El entrenador de los Rockets, Rudy Tomjanovich, no tenía pensado asistir al partido de esta noche, pero al final no pudo resistir la tentación de ver en acción a Ming ante rivales de la NBA y decidió estar presente en Oakland.

"Tendré la oportunidad de ver como reacciona en determinadas situaciones, pero después de lo que hizo ante la selección de Canadá mi convencimiento es que hemos conseguido a un gran jugador", declaró a EFE Tomjanovich.

El técnico de los Rockets recordó una vez más que la forma en que Ming juega y desarrolla el baloncesto con el equipo chino no tiene nada que ver con lo que hará cuando esté bajo su dirección.

"Yao será un jugador completamente diferente cuando comience a ser parte de nuestro equipo y ahora lo único que tenemos que hacer es conseguir el máximo de información relacionada con sus acciones dentro del campo y visualizar lo que puede hacer cuando vista la camiseta de los Rockets", destacó Tomjanovich.

Los jugadores estadounidenses están listos para darle a Ming, con 2,28 metros de altura y considerado por muchos todavía como un gran misterio, la primera gran lección y la manera como se trata a los hombres altos en la NBA.

El ala-pívot de los Pistons de Detroit Ben Wallace fue directo cuando dijo que iban a darle a darle un recibimiento al más puro estilo americano.

"Vamos a luchar al máximo para derrotarlo con contundencia y pueda experimentar el primer gran recibimiento de lo que le espera cuando llegue a liga para jugar en nuestro territorio y bajo nuestras reglas y estilo", destacó Wallace.

La prueba será más difícil para Ming porque varios informes de los seguidores de nuevos talentos de la NBA siguen insistiendo que el jugador chino no tiene la fuerza suficiente en la parte superior de su cuerpo para luchar con los hombres altos que hay en la liga.

La presencia de Wallace, Antonio Davis, Jermaine O'Neal, Elton Brand y Raef LaFrentz entre los jugadores que forman parte del equipo de Estados Unidos les permitirá comprobar de primera mano cual es la verdadera condición física de Ming.

Pero para Ming la gran preocupación desde que llegó a Estados Unidos procedente de Canadá no ha sido lo que le espera en el campo de juego, sino las altas temperaturas que se dan en el área de la Bahía de San Francisco, aproximadamente 21 grados centígrados, que nada tienen que ver con los 34 que se registran en Houston.

El pívot ya tiene establecido que la carne es lo que más le gusta de la comida en Estados Unidos, de gran calidad en Texas, que se siente muy motivado por jugar con el equipo que ganó dos títulos de liga con Olajuwon de gran líder y que comprarse un automóvil está entre sus mayores deseos.

La presencia de Ming ha acaparado toda la atención sin que el apartado deportivo de la preparación del equipo de Estados Unidos, que lleva seis días de entrenamientos bajo la dirección de George Karl, haya sido algo importante.

Karl admitió desde el primer día que lo más importante de su estancia en el área de San Francisco era contar con la oportunidad de disfrutar de los mejores restaurantes del mundo.

El entrenador estadounidense, que también dirigió a los Warriors de Golden State, dijo que el equipo se sentía cómodo con lo que ha logrado en los entrenamientos, pero que necesita poner todo en práctica cuando se enfrenten a China.

La gran preocupación para Karl es que los jugadores se adapten a las reglas que rigen el baloncesto internacional, incluida la defensa por zonas y la distancia de los tiros triples.

"Si superamos los aspectos defensivos estoy convencido de que vamos a realizar un gran torneo porque contamos con todos los elementos de ataque para producir los puntos necesarios que nos permitan la victoria en cada partido", comentó Karl.