Los partidos que se estaban jugando tuvieron que utilizar un tiempo muerto no incluido en el reglamento y los que no habían comenzado fueron aplazados, como fue el caso del que disputaron en el Rose Garden de Portland, los Trail Blazers contra los Rockets de Houston.

La reacción de los aficionados fue diversa con algunos que expresaron insultos mientras el presidente daba su discurso, que duró aproximadamente cuatro minutos, y otros que al finalizar lo aplaudieron.

Mas interés hubo cuando después de escuchar al presidente se dio a conocer el comunicado de la NBA que aseguraba que la competición continuaría sin ningún problema.

Los mayores aplausos, aunque también hubo silbidos, se dieron en el Staples Center de Los Angeles, donde los aficionados estaban llegando para ver el partido de Los Angeles Clippers contra los Nuggets de Denver cuando habló Bush.

El anunciador del Staples Center, Eric Smith, dijo después a los aficionados que no se suspendería el partido y que confiaba que la competición sirviese de distracción en los momentos difíciles por los que atraviesa la nación.

Los partidos entre los Hornets de New Orleans contra los Knicks de New York y los Grizzlies de Memphis que se enfrentaban a los Cavaliers de Cleveland fueron interrumpidos para escuchar el discurso de Bush, momento que aprovecharon los jugadores para irse a los vestuarios y reiniciar el partido 15 minutos después.

En la Pirámide de Memphis, el campo de los Grizzlies, equipo en el que juego el ala-pívot español Pau Gasol, fue donde los espectadores más aplaudieron y vitorearon a Bush cuando dijo que la guerra había comenzado.

Después de escuchar al presidente con atención, al finalizar los aficionados puestos en pie le dedicaron una gran ovación.

Todo lo contrario sucedió en la Arena de Oakland (California), donde jugaron los Warriors de Golden State y los SuperSonics de Seattle. Aunque el discurso del presidente Bush recibió aplausos también fue silbado cuando dijo algunas expresiones, especialmente en la relacionada con que "Estados Unidos no tenía otra ambición en Iraq que eliminar una amenaza".

Algún espectador de entre los aficionados grito en voz alta la palabra "mentiroso" para que al finalizar su discurso recibiese por igual aplausos y abucheos.

EN EL NIVEL COLEGIAL Y EL BÉISBOL
En varios partidos del baloncesto colegial se vivió la misma experiencia, pero con un mayor acento patriótico como el que protagonizó el polémico e irascible entrenador de la Universidad de Texas Tech, Bob Knight, que dijo que "en la historia Estados Unidos siempre ha cumplido lo que tenía programado para hacer".

Sin embargo, el comienzo de la guerra para otros deportistas es algo sombrío, especialmente para los que piensan que hay demasiados jóvenes, hombres y mujeres, que pueden perder la vida.

Pero el convencimiento dentro de la competición del torneo universitario de baloncesto de la NCAA, que se conoce como el de "la locura de marzo" y que comenzará este jueves es que la vida continua y el deporte debe servir de distracción para todos porque es simplemente un deporte.

La misma consideración se tiene dentro del béisbol profesional de las Grandes Ligas y aunque el comisionado, Bud Selig, canceló el pasado martes los dos partidos inaugurales de la nueva temporada que se iban a disputar en Tokio la próxima semana, es que en Estados Unidos el grito de "play ball" (jugar pelota) debe darse el 30 de marzo, como está programado.

Lo que sí tienen ya establecidos todas las competiciones de los deportes profesionales y universitarios en Estados Unidos son nuevas medidas de seguridad para acceder a los distintos campos de juego.