Los dos equipos reconocen que estuvieron perdidos en el ataque, sin que les genere mayor problema porque no se consideran los representantes del espectáculo de la NBA sino de los que buscan resultados.

El entrenador de los Nets, Byron Scott, su equipo fue el favorecido con la victoria, y Rick Carlisle, de los Pistons, declararon hoy después de sus respectivos entrenamientos que lo importante a estas alturas de la competición es ganar partidos no hacer buen espectáculo, algo con lo que no están de acuerdo los vendedores de imagen de la NBA.

"Esta claro que no hicimos un buen baloncesto en el ataque, que nos contagiamos del ritmo que impusieron los Pistons, pero al final conseguimos con la canasta de Jason Kidd el triunfo que buscábamos para tener la ventaja de campo", comentó Scott. "Un equipo debe demostrar su capacidad no por los puntos que anota sino como sabe definir en los momentos decisivos".

Los Nets lo volvieron a demostrar con Kidd, que fue el jugador decisivo por la canasta del triunfo que anotó cuando faltaba 1,4 segundos para que finalizase el tiempo reglamentario, pero que al igual que sus compañeros falló la mayoría de los tiros que hizo a canasta con sólo seis aciertos en 19 intentos.

"Está claro que cuando no superas el 40 por ciento de acierto no se puede hablar de que has jugado un buen partido en ataque, pero para nosotros eso no cuenta, la victoria fue lo único válido e importante", destacó Kidd, que aportó 9 rebotes y siete asistencias.

Tanto Scott como los jugadores de los Nets dijeron que se estaban enfrentando al mejor equipo defensivo de la liga y por lo tanto eso también influyó en lo bajo del marcador.

"No jugamos nuestro estilo, simplemente nos adaptamos para hacer las cosas con las que se puede superar a un rival como los Pistons, que siempre mantiene una presión en defensa", destacó Scott.

Los Nets no piensan cambiar su estrategia para el segundo partido de la serie al mejor de siete que se disputará mañana, martes, en el mismo escenario del Palace de Auburn Hills, y tal vez la única novedad será ver en acción al pívot Dikembe Mutombo después que el ala-pívot reserva Aaron Williams, que no estuvo en el entrenamiento por asuntos personales, no pueda jugar.

Mientras, los Pistons tratan de asimilar y recuperarse de la derrota sufrida para estar en condiciones físicas y mentales de lograr un triunfo en el segundo partido.

"El primer partido de una eliminatoria siempre es importante, pero para nosotros ahora el segundo es vital", declaró Carlisle. "El equipo demostró que pudo ganar el domingo, pero al final nos faltó algo de fuerza física y suerte".

Carlisle, al igual que Scott, admitió que los espectadores no pudieron ver un gran espectáculo en cuanto a un baloncesto de ataque porque siempre se impusieron las defensas, pero su gran preocupación no es jugar para la galería sino para conseguir el triunfo.

"Creo que cada partido tiene su definición en cuanto a la manera como se juega, pero para nosotros en estos momentos lo único que queremos es que el marcador final nos sea siempre favorable", destacó Carlisle.

El entrenador de los Pistons dijo que si el último tiro del pívot turco Mehmet Okur hubiese entrado con el pitido final su equipo no hubiese perdido el partido porque en la prórroga todo hubiese sido diferente.

"Se trató de una jugada en la que el factor suerte estuvo de su lado, lo mismo que sucedió con el tiro de Kidd, que pudo haber sido un tapón espectacular de Mehmet", destacó Carlisle. "Ahora ya no es el momento de lo que pudo ser sino de que debemos estar al ciento por ciento para jugar el segundo partido y ganarlo".

El base Chauncey Billups, que fue el gran héroe en las series contra los Magic de Orlando los Sixers de Philadelphia, no comenzó bien ante los Nets y tuvo su peor actuación y producción en lo que va de la serie final.

"No respondí con los puntos que el equipo necesitaba en los momentos decisivos, pero ahora mi objetivo es olvidarme de lo que sucedió en el primer partido, corregir errores, y estar mentalizado para ganar el segundo", señaló Billups, que falló los cinco triples que intento.