Lo de los Reales es admirable y punto. No queremos discutir si aguantarán o no durante el resto de la campaña, o si no tienen el dinero o no para firmar a algún súper agente libre en agosto o septiembre.

No… simplemente es preferible disfrutar de estos Reales que no hacen sino engrandecer el espectáculo. Y tal vez tenerlos en cuenta, muy en cuenta.

¿Quién quita? Bastante se rieron de aquellos atrevidos creyentes en los Mellizos de la temporada anterior.

El estilo de juego de estos Reales del 2003 es seguramente por el que claman los fanáticos de equipos como Dodgers, Rangers, Mets y Orioles, grupo dedicado a soltar altas sumas de dinero y no ver los resultados.

Kansas City juega con emoción, los muchachos le ponen un mundo en cada jugada y lo mejor, demuestran preocupación por hacer las cosas pequeñas del juego; las mismas con las cuales Minnesota conquistó el título de la Liga Americana Central en el 2002.

Hay cuestiones de este mundillo del dinero en la pelota muy risibles.

Hagamos un simple ejercicio matemático para calcular cuántas nóminas de los Reales se podrían pagar con lo que se invierte en Los Angeles, Texas, Baltimore y Nueva York. El costo del equipo entero de los jóvenes comandados por Tony Peña es de 40 millones 518 mil dólares, son penúltimos en la lista de los 30 que encuentra a Tampa Bay como el más barato de esta contienda.

Pues bien, con el dinero de los Dodgers podría pagarse 2.61 equipos de los Reales; con el de los Mets unos 2.88; los Orioles 1.71 y los Rangers 2.57.

La pregunta es: Aparte del título de la Liga Nacional de Nueva York en el 2000 ¿qué ha logrado este cuarteto de infeliz béisbol?

En fin, sigamos nosotros felices analizando a Peña y su combo.

Si bien es cierto que las nueve victorias en fila de los Reales fueron ante equipos relativamente fáciles -tres ante los Medias Blancas, dos contra Cleveland, un par en Detroit y un par más en casa de los Indios- no deja de ser cierto que comenzar así la temporada siempre es más que un aliciente para cualquiera. Pero está claro que el adjetivo de "fáciles" es relativo, porque habrá que verlos ante clubes más fuertes como Mellizos, Serafines, Atléticos, Medias Rojas y los siempre bien ponderados Yankees.

En el panorama inmediato, los Reales seguirán frente a Medias Blancas, Tigres y será el día 22 de abril cuando se vean las caras contra Minnesota en el Kauffman Stadium.

El promedio de edad de Kansas City es de apenas 27.6 años. El mayor del grupo es el relevista Jasón Grimsley, en sus 35. Hay sólo siete jugadores mayores de 30 años, incluidos los dos receptores Brent Mayne y Mike DiFelice. Curioso que justo en quizás la posición que requiere más experiencia de las nueve defensivas, haya par de jugadores "mayorcitos". ¿Curioso o planeado?

El cuerpo de lanzadores ha sido lo más impresionante. Y claro, la mención especial es para el dominicano Runelvys Hernández, quien al momento de escribir esta historia marchaba líder en efectividad de la Americana con 0.45 en tres salidas.

Este derecho fue firmado en su país en junio de 1998 y en el 2002, su quinta temporada dentro del sistema de ligas menores, logró debutar en las mayores. Sin embargo, lo más resaltante dentro de la trayectoria de Runelvys en las menores, fue que luego de salir de la liga para novatos dominicana, pasó apenas dos justas entre clase A y doble A y de una vez dio el salto al equipo grande.

Se podría decir que a sus casi 24 años, Hernández fue llevado con prisa a las mayores, sí, pero ¿qué tal el resultado? Ahora es el as de la rotación 'real', puesto que ganó por mera suerte, cuando su manager y paisano la vio difícil al momento de escoger el lanzador abridor del primer juego entre él y Jeremy Affeldt. La solución: lanzar una moneda; el resultado: seis innings de dos hits, cinco ponches y un boleto.

El resto de la rotación está conformada por el zurdo Affeldt, el también dominicano Miguel Asencio, el zurdo Chris George y el 'decano' de los cinco y otro zurdo, Darrell May, quien cumplirá 31 años en junio pero sumaba sólo 25 aperturas antes de esta campaña.

Mientras regresa el boricua Beltrán, parte del peso ofensivo descansa sobre el neoyorquino de ascendencia cubana Raúl Ibáñez. Este jardinero fue siempre considerado prospecto durante su desarrollo dentro de la organización de los Marineros de Seattle. Llegó a Kansas City en el 2001 y experimentó la mejor campaña de su insurgente carrera en el 2002, cuando apareció en 137 encuentros, sacó 24 pelotas, empujó 103 rayitas y bateó para .294. El jugador de 30 años debutó en las mayores en 1996 con los Marineros, pero ha sido en los Reales donde ha recibido la confianza.

El cerrador Mike MacDougal no deja de ser una intriga por lo poco conocido. Tiene una recta y slider prominentes, que lo han llevado a atinar seis rescates en igual número de chances. El estilo del derecho, es el mismo que profesa todo este conjunto; sin presiones, tranquilo y con mucho ímpetu. MacDougal es un pitcher espigado de 26 años, a quien con frecuencia se le cae la gorra al suelo por la violencia con la cual agita su cuerpo entre lanzamiento y lanzamiento.

Otros notables dentro del dinámico conjunto de Peña, son dos dominicanos más: el segunda base Carlos Febles, quien tiene tanto talento como propensión a las lesiones y el campocorto Angel Berroa, quien sumaba apenas 35 partidos en las mayores antes de la primera voz de play ball del 2003.

Por último, lo más experimentado de los Reales está integrado por el tercera base Joe Randa, el inicialista Mike Sweeney, el lanzador Albie López y el jardinero Michael Tucker. Los dos últimos son los únicos de todo el plantel con experiencias en postemporada, al tiempo que Randa ha vestido el uniforme del club en todas las temporadas desde 1995, con la excepción de 1998, cuando pasó por los Tigres de Detroit.

Visto desde cualquier punto, el conjunto dirigido por Peña es pletórico en juventud, condición que brinda la energía y el ímpetu, además de la actitud desenvuelta de jugar virtualmente sin ningún tipo de presión. Total, dentro de este equipo el mejor pagado es el líder del plantel Sweeney, quien a fuerza de batazos se ha ganado el respeto desde la justa del '95, al punto de ganarse un jugoso contrato que este año le paga 11 millones de dólares.

Adicionalmente, desde 1999 lo menos que ha bateado ha sido .304 (2001) y su menor cantidad de impulsadas fue 86 el año pasado, cuando casi nunca consiguió compañeros para remolcar en circulación.