Castilla defiende su puesto en la antesala

Por PAUL NEWBERRY

KISSIMMEE, Florida -- Rara vez los Bravos de Atlanta se presentan en la pretemporada con incertidumbres.

La interrogante concierne al titular de la tercera base. Tras una mala campaña, el mexicano Vinny Castilla está enfrascado en una reñida puja con Mark DeRosa por la titularidad en la antesala.

Los Bravos le han dado a DeRosa, infielder de 27 años, la oportunidad de ganar el puesto regular, aún cuando ello signifique mandar a Castilla a la banca.

DeRosa bateó para 297 con cinco jonrones y 23 remolcadas, a pesar de que sólo jugó 72 juegos por una dolencia en el tobillo.

Castilla también se vio afectado por lesiones, en la muñeca, pero sus números fueron muy pálidos: 232 de promedio con 12 jonrones y 61 producidas en 143 juegos.

"No bateé de la forma como puedo, pero el equipo tuvo un grana año", declaró Castilla, de 35 años. "Las victorias curan todos los males".

El mexicano, seleccionado dos veces al juego de estrellas, está motivado a no dejarse desplazar por un pelotero más joven y promete ser el titular de la antesala el primer día de la temporada.

"Para eso me contrataron", dice Castilla. "Quiero mejorar mi bateo y ayudar al equipo en todo lo que pueda".

Los Bravos adquirieron a Castilla antes de la pasada temporada, lo que provocó que Chipper Jones pasase al bosque izquierdo.

Si bien no hizo estragos con el madero, Castilla demostró que hay pocos como él con el guante: apenas cometió seis errores y tuvo un promedio de fildeo de .982.

"Todos menosprecian la defensa", afirma el mánager Bobby Cox. "Ganamos 101 partidos. Sin él, la cifra hubiese sido de 91 ó 92". Pero los Bravos saben que deben mejorar sustancialmente en cuanto a la producción ofensiva en ambas esquinas del cuadro interior.

Los 32 jonrones del inicialista y el antesalista de los Bravos fueron la cifra más baja en la Liga Nacional el año pasado.

Robert Fick, representante de Detroit en el partido de estrellas la temporada pasada, viene a reforzar la inicial en lugar del dominicano Julio Franco.

DeRosa no es un bateador de largo metraje, pero de todas formas los Bravos están entusiasmados con su potencial.

El promedio de slugging de DeRosa fue de 429, mientras que el de Castilla fue de 348, el más débil en la alineación titular de Atlanta.

Castilla, inclusive, se pasó tres meses sin conectar un jonrón, es decir un lapso de 256 viajes al plato, el peor bache de su carrera.

La culpa, según Castilla, se debió a la muñeca derecho, que se lastimó en abril.

Castilla nunca se recuperó del todo, pero Cox lo mantuvo en la alineación debido a su buen desempeño en la defensa.

"Me inyectaron tres veces con cortisona para soportar el dolor y poder seguir jugando", reveló Castilla.

Insiste que la muñeca está al ciento por ciento. Y jugó 14 partisos en la Liga del Pacífico en México durante el receso invernal, sin sentir dolor alguno.

"Antes de lastimarme el año pasado, estaba teniendo una buena temporada", manifestó Castillo. "Después de la lesión no tuve el tiempo apropiado para recuperarme porque tenía que lanzarme para atrapar roletas y me golpeaba la muñeca".

Castilla tuvo sus mejores temporadas con los Rockies beneficiándose de la brisa y altura en Colorado, promediando 38 vuelacercas y 112 producidas entre 1995-1999.

Sus números se desplomaron al pasar a los Devil Rays de Tampa Bay, que lo dejaron en libertad tras su segunda campaña.

Castilla fue contratado por los Astros de Houston, donde resucitó su carrera (23 cuadrangular y 82 impulsadas en 122 juegos), en otro estadio que favorece a los bateadores.

Pero en el Turner Field, aliado de los pitchers, Castilla tendrá que demostrar sus kilates nuevamente.

- AP

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