Mayorga, de 29 años, monarca de la AMB, que había prometido que iba a jugar con Forrest como un hombre con un niño, cumplió su palabra al dar toda una demostración de valentía y potencia en sus golpes, especialmente el que conecta con la derecha.

La dureza de los golpes de Mayorga destrozaron a Forrest, de 31 años, que cuando se quiso enterar antes que finalizase el tercer asalto estaba ya con la primera derrota en las 36 peleas que ha hecho como profesional.

"Quise demostrarle que debía tenerme respeto en el cuadrilátero y eso fue lo que intenté, pero las cosas no me salieron bien", declaró Forrest.

El ex campeón del mundo del CMB admitió que el golpe de derecha que le dio Mayorga en el tercer asalto fue muy duro, pero creía que la pelea había sido parada demasiado pronto.

Sin embargo, el ex campeón del mundo, que se tuvo que sujetar contra las cuerdas para no caerse por completo fuera del cuadrilátero, cuando se incorporó no podía mantenerse en pie ni tampoco respondía a las preguntas del árbitro Marty Denkin, que decidió parar la pelea cuando se habían cumplido los 2:06 minutos del tercer asalto.

Mientras, Mayorga, jubiloso, cumplía en el centro del cuadrilátero con la segunda promesa que hizo antes de la pelea, que después de ganarla la iba a celebrar con un cigarrillo.

"No tengo un estilo bonito, pero mi pegada es demoledora y cuando lo alcancé con la derecha en el tercer asalto sabía que iba a ser el final y por eso lo remate con la izquierda", declaró a EFE Mayorga. "Forrest había presumido de estar invicto, pero sólo porque no se había enfrentado a nadie con el poder de mis puños".

"Que los entendidos sigan diciendo lo que quieran, a la hora la verdad lo que cuentan son los puños y los triunfos y eso nadie me los va a quitar", señaló Mayorga.

Forrest, que cayó a la lona antes de finalizar el primer asalto, salió dispuesto a reivindicar su condición de campeón, pero ahí fue cuando se equivocó de táctica.

Forrest decidió intercambiar golpes y aunque colocó dos de abajo arriba con la derecha que llegaron nítidos al mentón de Mayorga, al final no pudo evitar el decisivo de su rival, ante el asombro de los aficionados.

El ex campeón del mundo, que no protestó la decisión del árbitro, dijo que en su contrato había una cláusula de revancha y que la quería "inmediatamente".

Mayorga, que dejó su marca en 25-3-1, con 23 nocáuts, y se llevó una bolsa de 400.000 dólares, dijo que sería su promotor, el polémico Don King, al que alabó constantemente, el que decidiría sobre la próxima pelea.

"Le he demostrado que sus golpes no me hicieron ningún daño y los míos lo dejaron fuera de combate, pero si quiere probarlos de nuevo, por mí no hay ningún problema", comentó Mayorga. "En el primer asalto podía haber terminado la pelea, pero mi esquina me dijo que lo boxease más y aguantase".

El ex campeón estadounidense alcanzó a Mayorga con 57 golpes y recibió 45, incluido el derechazo seco y destructivo que iba a terminar con su condición de invicto y dejarlo sin la corona del CMB, que brillantemente le había arrebatado a su compatriota Shane Mosley.