Ruiz estaba tan ansioso por enfrentar un rival importante que aceptó defender su título de la Asociación Mundial de Boxeo frente a Jones el sábado, con la condición de que cobrará solamente si la pelea se vende bien en la televisión de "pague para ver".

Es en parte por eso que está tan enfadado con Jones, a quien garantizaron 10 millones de dólares pero ha hecho muy poco por promocionar el combate.

"Roy no ha cumplido su tarea", dijo Ruiz el miércoles. "Yo dependo del pague para ver. El tiene su garantía, puede llevarse su dinero".

Que Ruiz pueda llevarse algo también depende no sólo de hasta qué punto puede convencer que es un campeón legítimo de peso completo sino también de lo que haga Jones para atraer la atención de los aficionados.

Jones no ha hecho demasiado desde que llegó a Las Vegas. Canceló un entrenamiento en público y una conferencia de prensa el martes y llegó con una hora de atraso a la conferencia de prensa de presentación el miércoles.

La taquilla está lenta. Unas 6.000 entradas fueron vendidas de una arena con capacidad para 19.000. Ruiz se llevará alrededor de 2,5 millones de dólares si unos 400.000 hogares pagan 49,95 dólares por ver la pelea, algo difícil teniendo en cuenta que Jones nunca atrajo a tantos y Ruiz nunca peleó en pague para ver.

Las apuestas favorecen a Jones por 9-5 a pesar de que pesa entre 15 y 18 kilos (35 y 40 libras) menos que Ruiz. Se prevé que Jones subirá al ring con unos 84 kilos (185 libras) y Ruiz con unos 100 (220 libras).

Muchos consideran a Jones el mejor boxeador del mundo de cualquier categoría, pero es un poco menudo, incluso para un pesado liviano, y sus posibilidades de ganar dependen de su habilidad para pegar y a la vez evitar la potencia de Ruiz.