Sólo Sete Gibernau (Movistar Suzuki GSV R) consiguió concluir la prueba valenciana entre los pilotos españoles y lo hizo en una retrasada decimotercera plaza después de sufrir una salida de pista cuando rodaba en un segundo grupo y ocupaba la séptima posición.

Carlos Checa (Yamaha M 1) y José Luis Cardoso (Yamaha YZR 500) se quedaron fuera de la prueba prácticamente en el mismo momento de la salida y de forma lamentablemente espectacular, ya que el de Sant Fruitós de Bagés se quedó clavado y el sevillano, que salía desde muy atrás no le vio hasta que fue demasiado tarde para evitarlo.

El impacto entre ambos pilotos fue brutal y mientras Carlos Checa pudo abandonar por su propio pie la pista y marcharse directamente a su box, en el caso de Cardoso tuvo que ser evacuado en camilla de la pista, pero tan sólo se le apreció en el centro médico del circuito una fuerte contusión abdominal, producto del golpe contra la moto de Carlos Checa, que salía desde la segunda línea y vio esfumar todas sus aspiraciones casi de inmediato.

Tanto el uno como el otro tuvieron que conformarse con ver el resto de la carrera desde el muro del "pit lane", lo mismo que poco después el almeriense David García, quien entró en su box con problemas mecánicos en la Proton KR 3.

En carrera, fue el brasileño Alex Barros (Honda RC 211 V) quien se salió como una exhalación y por el ritmo que impuso de vueltas rápidas casi constantes quienes le seguían acabaron sucumbiendo, salvo como era de esperar, el campeón de la categoría, el italiano Valentino Rossi (Honda RC 211 V).

Barros imprimió un ritmo vertiginoso a las vueltas iniciales y se llevó tras su estela a los italianos Max Biaggi (Yamaha M 1) y Valentino Rossi y al japonés Daijiro Kato (Fortuna Honda RC 211 V), en tanto que el resto de rivales ya perdían un tiempo importante que abría el hueco definitivo. Sin embargo, Alex Barros no decreció en su ritmo, pulverizó el anterior récord de la categoría, que estaba en poder del español Alex Crivillé desde 2000 y lo bajó en más de dos segundos.

La consecuencia inmediata fue que sólo Rossi pudo aguantar tras su rebufo y entre ambos estaba el ganador de la carrera, pues tanto Biaggi como Kato se dieron rápidamente cuenta de que no tenían nada que hacer frente a sus oponentes.

Barros aguantó casi siempre al frente de la carrera e impuso el ritmo que mejor le vino y aunque en ocasiones Rossi daba la impresión de no poder seguirlo, en las vueltas finales, a falta de cuatro, se colocó a su rebufo e intentó el asalto final a una duodécima victoria que le habría permitido igualar el récord de triunfos en una sola temporada que ostenta el australiano Michael Doohan desde 1997.

Sin embargo, Alex Barros vendió muy cara su derrota y si bien Rossi intentó varias veces doblegar a su rival, incluso en la misma recta de meta por velocidad, el piloto de Sao Paulo exprimió al máximo el potencial de su Honda para amargar la fiesta final del italiano, quien no obstante logró batir el récord de puntuación máxima en una sola temporada con 355 puntos, por los 340 que tenía Doohan igualmente desde el 97.