Schumacher, ganador de las dos últimas pruebas, en Imola (con el coche del año pasado) y en Barcelona (con en nuevo Ferrari F2003-GA), ha enmendado su irregular comienzo de temporada y vuelve a ser el principal aspirante al título mundial de 2003, con el que alcanzaría un sexto entorchado sin precedentes.

Con 28 puntos y a cuatro del líder -Raikkonen- el alemán supera en sólo tres a Fernando Alonso, la gran revelación de la temporada, que ha subido a tres podios -fue tercero en Malasia y en Brasil y segundo en el Gran Premio de España- y se ha convertido en el único piloto, junto al alemán Ralf Schumacher (Williams-BMW), en haber puntuado en cada una de las cinco pruebas disputadas.

Un espectacular arranque de campaña que también sitúa a Alonso en disposición matemática de arrebatarle el liderato a Raikkonen en el A-1 Ring, circuito que salvo que haya notorios problemas en el desarrollo de los nuevos proyectos de Shanghai (China) y Bahrein dejará de ser parada y fonda en el calendario de la Fórmula Uno.

Las leyes antitabaco, pero sobre todo la búsqueda de nuevos mercados en los que expandir un deporte-espectáculo que mueve miles de millones, sacarán del programa un circuito en el que Ferrari buscará "limpiar" la imagen de los últimos dos años, cuando se ordenó al brasileño Rubens Barrichello que le cediese el paso a Schumacher: para que éste fuese segundo, en 2001, cuando ganó el escocés David Coulthard (McLaren); y para que ganase la carrera, el año pasado.

"Schumi", que en Montmeló amplió su récord a 66 victorias en la reina de las categorías del motor, logró la temporada pasada vencer en el único circuito del Mundial que aún se le resistía, pero al haberlo conseguido de una forma tan poco ortodoxa (las escenas del podio, envueltas en un concierto de pitos, rozaron lo esperpéntico), el alemán quiere ganar de nuevo en Austria, con todas las de la ley, al mando de su nuevo 'tiburón rojo'.

Alonso, que en cinco Grandes Premios ya ha sumado más puntos que todos los demás pilotos españoles de Fórmula Uno juntos, podría marcar otro hito si gana un Gran Premio antes de final de temporada y se convierte en el piloto de menor edad en ascender a lo más alto del 'cajón', aunque, sobre el papel, Austria no parece el lugar más indicado, ya que el circuito -con apenas seis curvas- no es excesivamente exigente para un piloto que sabe sacar de la dificultad una ventaja.

Alonso dispondrá de una evolución en el motor de su Renault R23 en el Gran Premio cuyos entrenamientos arrancan mañana en el A-1 Ring, una pista de 4.326 metros a la que se darán el domingo 71 vueltas para completar un total de 307,146 kilómetros y que le ha ido bien en los últimos años, menos el último, a los McLaren: Coulthard -quinto en el mundial, con 19 puntos- ganó en 2001 y entre 1997 y 2000 fue siempre segundo, logrando 'doblete' en 1998 y 2000 tras el retirado doble campeón mundial finlandés Mika Hakkinen.

Los Williams-BMW de Ralf -sexto en el campeonato, con 17 puntos- y del colombiano Juan Pablo Montoya -séptimo, con 15- ansían su primera victoria de la temporada. Y Barrichello, cuarto, con 20, intentará sacarse las espinas que le clavaron las órdenes de sus directores de escudería los dos últimos años.