Michael Schumacher ha subido al podio en todas las carreras de la temporada y logró el título a falta de seis carreras y once disputadas, lo que suponía el 64,7 por ciento del campeonato, frente a la anterior marca del británico Nigel Mansell, en 1992 (a falta de cinco carreras de dieciséis, 68,7 por ciento), al final de la misma tenía también el récord de victorias, once, dos más de las que logró cuando se proclamó campeón del mundo en 1995, 2000 y 2001.

El número de victorias en la presente temporada podía haber sido aún mayor de no haber sido por el juego de equipo impuesto por la escudería Ferrari, detestado por el resto de los participantes, que en cada momento decidió quién vencía sin que hubiese lucha en la pista.

El final del Gran Premio de Austria, en el que Rubens Barrichello tuvo que dejar vencer a Michael Schumacher, que contaba con 21 puntos de ventaja sobre su compañero de equipo, porque el A1 Ring era el único circuito en el que no había vencido, desató las iras del publico, de los directores de los otros equipos y de los dirigente de la Federación Internacional.

El mayor número de victorias en la temporada lleva aparejado también el mayor número de puntos, en el que ha doblado a Barrichello, segundo. Y en las estadísticas de la historia del Campeonato del Mundo, Michael Schumacher está logrando marcas inalcanzables.

Quince victorias en diecisiete carreras, tan solo el alemán Ralf Schumacher (Williams-BMW) en Malasia y el británico David Coulthard (Mclaren-Mercedes) en Mónaco han impedido el pleno, nuevo dobletes, los cinco últimos consecutivos, y la suma de tantos puntos en el mundial de constructores como el resto de los otros equipos juntos, es el balance de un año ideal para Ferrari.

Las esperanzas de Juan Pablo Montoya de poder disputar el título a Michael Schumacher, se desvanecieron muy pronto y tan solo en la sesión de clasificación de los sábados, para establecer la formación de salida, pudo competir de igual a igual, al lograr lo mismo que el alemán, siete veces el primer puesto.

Montoya logró en siete ocasiones el primer puesto en la formación de salida, pero de nada le sirvió en la carrera, donde fue incapaz de poder seguir el ritmo de los Ferrari. Si las escuderías punteras como Williams-BMW y McLaren-Mercedes, se vieron incapaces de seguir el ritmo de los Ferrari, por detrás de ellas la igualdad y los problemas se han repartido por igual.

Renault ha finalizado en el cuarto puesto en el mundial de constructores ligeramente destacado del resto. Entre los fracasos más sonados de la temporada está el de la escudería británica Jaguar cuyo coche el R3 resultó ser un fiasco, peor aún que el anterior.

Después de un trabajo titánico en el que prácticamente cambiaron todo el coche, salvaron la temporada en dos carreras, los Grandes Premios de Bélgica e Italia, en los que el británico Eddie Irvine logro un quinto y un tercer puesto, que daba a la escudería el séptimo puesto del mundial.

Pero Lauda en un intento desesperado por salvar su puesto, despidió a los dos pilotos, aunque De La Rosa tenía contrato en vigor para el año próximo y los sustituyó por el australiano Mark Webber y el brasileño Antonio Pizzonia, piloto de pruebas de Williams-BMW, pero los dirigentes de Ford, de quien depende el equipo, también han puesto en la calle a Lauda y todo apunta a que la próxima temporada será la última de Jaguar en la Fórmula Uno.