Los 57 súper anillos y sus 57 aventuras
Sin importar la talla o trayectoria, cada anillo cuenta con una historia única
Super Bowl I 1966: Green Bay Packers
Bart Starr, QB Starr sentía orgullo por demás de su anillo del primer Super Bowl, diseñado por el entrenador Vince Lombardi y sus compañeros de equipo Willie Davis y Bob Skoronski. "Creo que Bart lo trajo a casa el día que se lo presentaron en las instalaciones de los Packers", recuerda la viuda de Starr, Cherry. Era lindo, con un solo diamante de un quilate montado en una esfera de oro blanco. Sin embargo, Bart prefirió utilizar su anillo del Super Bowl II, que tenía tres diamantes, esmeraldas, rubís y zafiros. Un día, Cherry recibió una llamada indicando que el anillo original del Super Bowl II estaba a la venta por $100,000 en el portal eBay. "Me entró el pánico", dijo Cherry, "y fui corriendo hacia nuestra caja fuerte y la abrí, y afortunadamente todavía estaba dentro de ella. Me aterrorizó. Ese anillo era una copia, pero era muy parecido al original". Para asegurarse que nadie más vendiera los anillos de Starr, Cherry los donó al Salón de la Fama de los Packers durante la última visita de Bart al Lambeau Field.
Super Bowl II 1967: Green Bay Packers
Bob Long, WR Long es afortunado por tener tres anillos -- uno por cada uno de sus hijos. El receptor tiene uno del Campeonato de la NFL de 1965, uno del Super Bowl I y otro del Super Bowl II. "Tengo tres hijos, así que estoy contento por tener tres sortijas", dijo Long. "Cuando nació mi primer hijo, Andrew, le regalé mi sortija y la puse en una caja de seguridad. No la he visto en 40 años. Mi hija, Jordan, tiene una, y mi hijo adoptado, Christian, la otra". Long llegó al primer día de los entrenamientos de pretemporada el verano pasado utilizando su sortija del Super Bowl II, y se enorgulleció al explicar por qué tiene tres diamantes. "[Vince] Lombardi diseñó las sortijas y mi anillo del Super Bowl I tiene un diamante", explicó Long. "Para el Super Bowl II, Lombardi quería hacer algo para conmemorar los tres campeonatos consecutivos".
Super Bowl III 1968: New York Jets
John Schmitt, C "Un milagro", es como Schmitt catalogó el haber recuperado su anillo después de cuatro décadas. A través de una increíble sucesión de eventos, recuperó el anillo que había perdido mientras surfeaba hace 40 años en Hawai. Un salvavidas lo encontró mientras buceaba y lo guardó en un closet. Cuando murió en 2011, su sobrina nieta lo encontró mientras buscaba entre sus pertenencias. Tras identificarlo como un anillo de Super Bowl, contactaron a la NFL, que los dirigió hacia los Jets. Schmitt se hizo amigo de la familia que encontró el anillo y mantienen un vínculo único. "Somos como familia", dice Schmitt, quien ha ido a vacacionar a Hawai con su familia.
Super Bowl IV 1969: Kansas City Chiefs
Jan Stenerud, K Los Chiefs de 1969 no realizaron una ceremonia pública para entregar los anillos por el Super Bowl IV. "Creo que recibimos los anillos por correo en junio", recordó el pateador Jan Stenerud. "Fue algo de muy bajo perfil". Los anillos llegaron con una pequeña placa de madera con la inscripción, "Recuerden que son Campeones Mundiales. Compórtense con clase y estillo, gracia y dignidad". Estaba firmada, "Hank Stram, entrenador".
Super Bowl V 1970: Baltimore Colts
Bill Curry, C La artritis ha impedido que Curry, centro de los Colts, utilice su anillo del Super Bowl V. "Hace años que no me lo pongo", dijo Curry. "Y cuando me lo he puesto, tengo que hacer mucha fuerza en los dedos. Tu cuerpo empieza a cambiar cuando llegas a los 70 y tanto. Pero sin duda que hubo una época especial cuando lo utilizaba". Curry dijo que la última vez que se puso el anillo fue para el funeral de Johnny Unitas, el quarterback de los Colts que ganaron el Super Bowl. "Fue una manera de rendir tributo a Johnny", dijo Curry. "La gente siempre ha estado interesada en que yo le entregué el balón a [el quarterback de Green Bay] Bart Starr y Johnny Unitas. El Super Bowl V fue el último anillo que gané después de jugar en los Super Bowls I, III y V".
Super Bowl VI 1971: Dallas Cowboys
Lee Roy Jordan, LB "Mi esposa me dio permiso para utilizarlo en la mano izquierda en vez de mi anillo de matrimonio", dijo Jordan sobre la sortija que ganó tras la temporada de 1971. "Me disloqué el dedo anular derecho tantas veces que no podía utilizarlo en ese dedo. La convencí de que tenía que usarlo. Parece que tuvo la sensación de que el matrimonio iba a funcionar, y dijo que estaba bien". Jordan y su esposa, Mary, han estado casados durante 55 años.
Super Bowl VII 1972: Miami Dolphins
Dick Anderson, S Anderson, integrante de la Defensa Anónima de los Dolphins, dijo que el equipo de 1971 recibió anillos de Super Bowl después de perder el campeonato de esa temporada. Pero eran de plata, no de oro. Entonces, al principio de la temporada de 1972, el entrenador Don Shula intentó motivar a sus jugadores diciéndoles que nadie recuerda a los que perdieron el Super Bowl, y que su meta era "ser recordados". "Sonrío cuando miro esos 16 diamantes y el del medio. Lo llevo con orgullo. Representa 17-0. Ha sido la única temporada perfecta. Es un recordatorio de que hicimos algo que nadie más ha hecho. Fue un equipo especial", dijo Anderson. Los Dolphins reúnen a los miembros del equipo de 1972 cada cinco años para conmemorar la gesta.
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Super Bowl VIII 1973: Miami Dolphins
Larry Little, G Según Little, el anillo del Super Bowl de 1973 tiene menos importancia que el del año anterior porque los Dolphins tuvieron marca de 17-0. "Ni siquiera se dónde está", dijo Little sobre el segundo anillo. "Está en algún lugar en la casa. Mi esposa lo guardó". La mayoría de los jugadores de los Dolphins de 1972 estuvieron en el plantel de 1973. Little consideró que los Dolphins "fueron un mejor equipo en 1973 que en 1972, aunque perdimos dos partidos ese año. Arrasamos en los playoffs. Fue más fácil para nosotros ganar el Super Bowl en 1973".
Super Bowl IX 1974: Pittsburgh Steelers
Joe Greene, DT "Hace unos cuatro años, estaba en el aeropuerto [de Dallas-Fort Worth], sentado en el lado del conductor del vehículo, y cuando abrí la puerta y puse la mano para salir, el anillo se cayó. Vi que se acercaba un vehículo y estaba muy cerca para recoger el anillo, por lo que el vehículo lo aplastó. Lo recogí, todavía tenía los diamantes y las otras piedras preciosas, pero se había deformado. Estaba ovalado en vez de redondo, porque la rueda lo aplastó de costado. Lo utilicé así un tiempo, hasta que lo mandé a [a un joyero] y lo reparó. Ahora luce fantástico".
Super Bowl X 1975: Pittsburgh Steelers
Terry Hanratty, QB Hace unos 15 años, Hanratty llevó sus anillos del Super Bowl a una actividad en la clase de kindergarten de su hija. Repartió los anillos entre los estudiantes para que pudiesen verlos, y cuando fue a recogerlos, faltaba el del Super Bowl X. "La maestra estaba sorprendida", dijo Hanratty. "Empezó a buscarlo, y dijo, 'No me voy hasta que lo encuentre'". Finalmente, un chico en la parte trasera del salón abrió un libro donde había colocado el anillo y fue atrapado. "El niño trató de robarse el anillo", dijo.
Super Bowl XI 1976: Oakland Raiders
Fred Biletnikoff, WR EL JMV del Super Bowl XI solo utiliza su anillo en ocasiones especiales. "Está en un lugar muy seguro", dijo Biletnikoff con una sonrisa. "Es lo más importante. Después de tantos años de estar tan cerca, y todos los partidos por el campeonato de conferencia, ¿y finalmente todo sale bien y ganamos el título? Ese anillo significa mucho". De hecho, antes de conquistar el Super Bowl XI, los Raiders de Biletnikoff habían jugado en el Super Bowl II, perdieron finales consecutivas de la AFL y cayeron en cuatro de los seis siguientes partidos por el campeonato de la AFC. "Hay mucho orgullo, nadie nos lo puede quitar, después de todo lo que pasamos, todos los corazones rotos y las jugadas tan locas".
Super Bowl XII 1977: Dallas Cowboys
Drew Pearson, WR "Perdí el mío en Studio 54. No quería que me reconocieran o meterme en un lío, así que me lo saqué porque no quería estar exhibiéndolo", dijo Pearson. "Lo coloqué en el bolsillo de mi abrigo y todo estaba bien, pero luego empecé a bailar y me dio calor y me quité el abrigo. Cuando me lo volví a poner, el anillo no estaba. Entré en pánico". Pearson habló con el manager del club, quien dijo que podía regresar a buscarlo cuando llegara el personal del limpieza. Cuando Pearson llegó a la habitación de su hotel, el anillo había sido encontrado. "Volví por la mañana y lo recuperé. Para que tengan una idea de lo noticioso que fue que perdiera mi anillo del Super Bowl en Nueva York -- salió en el New York Times. Lo cubrieron".
Super Bowl XIII 1978: Pittsburgh Steelers
Rocky Bleier, RB Cuando se presenta como orador, Bleier otorga a la audiencia la oportunidad de retratarse con los anillos, tocarlos y probárselos. Y como el anillo del Super Bowl XIII es el más grande, es el que más utiliza, lo que se ha convertido en un problema. "La gente se lo pone y se marcha", dijo. "Después de unos cuantos pasos, se dan cuenta que lo tienen puesto y tienen que devolverse y disculparse". Los anillos han estado en los 50 estados, Canadá, Alemania, Italia, Inglaterra y Vietnam. También han activado las alertas en los aeropuertos. "He tenido una gran experiencia con los fanáticos, que aprecian lo que significan los anillos", dijo Bleier. "Incluso algunos fanáticos de los Patriots se los han puesto. Tom Brady no anda mostrando sus seis [anillos], así que esto es lo más cerca que van a estar".
Super Bowl XIV 1979: Pittsburgh Steelers
Jon Kolb, OL No todos los diamantes de los anillos de Kolb, que se exhibe en el Salón de la Fama del Deporte de Oklahoma, están intactos. Unos cuantos han sido reemplazados por imitaciones de alta calidad ya que su familia ha utilizado las joyas para sus propias prendas durante los años. "Mi esposa usó uno para un collar, y sacó el segundo para hacer unos aretes", dijo Kolb. "Mi hijo Tanner sacó el tercero para un anillo de bodas para su esposa. Y a Caleb, mi hijo menor, le dije que puede usar el cuarto cuando esté listo. Ya lo tiene con un joyero. Es fabuloso porque no me caben anillos en los dedos, pero así los cuatro están en uso".
Super Bowl XV 1980: Oakland Raiders
Jim Plunkett, QB Casi 30 años después de ganar el JMV del Super Bowl XV, Plunkett empacó su anillo y billetera en un pequeño bulto y lo guardó en su vehículo por la noche, antes de un vuelo temprano al día siguiente. Esa noche, le rompieron el vidrio del automóvil y le robaron el bulto. Desconsolado, Plunkett pidió un anillo de repuesto. Un año después, recibió una llamada de una compañía de construcción aledaña a su casa. El bulto, con el anillo adentro, fue hallado entre las plantas de la casa de un vecino. "Se llevaron el dinero, pero los ladrones no encontraron el anillo en uno de los bolsillos del bulto", dijo Plunkett. "Fue un poco desolador que se lo hubiesen robado, pero fue algo increíble poder recuperarlo. Pasé por mucha desilusión y mucho trabajo para conseguir ese anillo". Plunkett también tiene un anillo del Super Bowl XVIII, pero el que utiliza es el que fue robado y recuperado.
Super Bowl XVI 1981: San Francisco 49ers
Mike Shumann, WR Casi un año después de ganar el Super Bowl, Shumann abordó un avión para visitar su alma mater, Florida State, cuando estuvo a punto de dejar caer el anillo dentro de un lavamanos. "Tras haber jugado como receptor, aún contaba con manos rápidas", dijo Shumann. "La mejor atrapada que jamás haya hecho". Años después, mientras fungía como comentarista para el canal afiliado a la cadena televisiva ABC en el Área de la Bahía de San Francisco, fue a un local de la hamburguesería In-N-Out mientras regresaba de cubrir el campamento de entrenamientos de los 49ers. La grasa de la hamburguesa causó que Shumann fuera al baño para lavarse las manos, dejando el anillo sobre el lavamanos. En su trayecto a casa, Shumann se dio cuenta del olvido y llamó al restaurante. El anillo fue hallado por un empleado. Shumann acudió nuevamente al local con un balón autografiado, boletos para un partido y $100 para el empleado que hizo el hallazgo. "Ésos fueron dos momentos en los cuales yo sentí pánico absoluto", dijo Shumann. "A menos que tenga que hacerlo de forma imperiosa, ya no viajo con él".
Super Bowl XVII 1982: Washington
Alvin Garrett, WR En 1989, Garrett decidió que su anillo del Super Bowl ya no tenía valor para él y que podía ayudarle a costear su deseo de convertirse en ministro. Publicó un aviso en el diario The Washington Post y vendió el anillo. "Volé hasta el aeropuerto de La Guardia en Nueva York y el sujeto me pagó en efectivo", recuerda Garrett. "Mi vida estaba tan estropeada que necesitaba de Dios". En 2016, una persona que laboraba en la industria de la joyería en Nueva York revisaba una caja con distintos artículos. Encontró el anillo dañado de Garrett, aunque los diamantes habían sido extraídos. Hizo contacto con el equipo de Washington, quienes localizaron a Garrett, quien residía en Huntsville, Alabama. El anillo fue restaurado y según afirma Garrett: "No se puede notar la diferencia". Actualmente, lo mantiene guardado. Aunque se siente agradecido por lo sucedido: "Fue como un milagro", expresó. "Me dejó atónito. Lo digo en serio. Treinta años, hombre, y el círculo se cierra en torno a ti".
Super Bowl XVIII 1983: Los Angeles Raiders
Marcus Allen, RB El anillo perteneciente al Jugador Más Valioso del Super Bowl XVIII tiene excelente compañía: el ornamento se mantiene almacenado en una caja de madera fina, junto con sus anillos de miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, su campeonato nacional universitario obtenido con la USC y sus anillos del trofeo Heisman, junto a otros reconocimientos. Ciertamente, el ganador de los premios al Novato del Año de la NFL en 1982, Más Valioso de la NFL en 1985 y Regreso del Año de la NFL en 1993 podría ser el jugador más laureado de la historia de este deporte. Y si bien sus manos están desfiguradas producto de tantos años cargando el balón al punto de que éste no puede colocar sus anillos sobre los nudillos, el anillo del Super Bowl tiene el mayor significado para él. "Representa el trayecto increíble que tuve que recorrer hasta llegar a ese momento y cómo todo el sacrificio vale la pena cuando te coronas campeón, los retos que confrontamos durante esa temporada y las relaciones que hicimos", indica Allen. "Siempre recordaré ese camerino. Muchas personas recuerdan ese ciclo, pero cuando veo mi anillo, hay dos nombres que saltan a la memoria de inmediato: Todd Christensen y Lyle Alzado. Pienso en Tom Flores y en Gregg Pruitt. Pienso en mi mamá y mi papá y los momentos que viví antes y después de ese partido".
Super Bowl XIX 1984: San Francisco 49ers
Roger Craig, RB "No me gusta presumir de mis anillos", expresa Craig. "No soy un tipo ostentoso. No me gusta parecerme a Liberace o algo así". Craig mantiene sus anillos, incluyendo el primero que obtuvo en el Super Bowl XIX, dentro de una caja fuerte. No obstante, Craig ha dispuesto en su testamento que cada uno de sus cinco hijos recibirá en legado un anillo de importancia. Sus tres primeros hijos heredarán cada uno un anillo del Super Bowl, mientras que el cuarto obtendrá su anillo como miembro del equipo All Decade de la NFL de los años 80 y su quinto vástago recibirá el anillo que ha ansiado por tanto tiempo y no ha recibido aún: su anillo de miembro del Salón de la Fama. "Solo quiero que todos reciban algo especial de su padre".
Super Bowl XX 1985: Chicago Bears
Steve McMichael, DT "Amor, déjame contarte algo sobre aquella noche en la cual nos entregaron nuestros anillos del Super Bowl. Creerías que fue una ocasión gloriosa, ¿cierto? Los 49ers viajaron hasta Honolulu, Hawai, para recibir sus anillos ... por eso, comienzo a pensar: 'Pues bien, este será un evento importante'. Me entero de que la ceremonia de entrega de anillos se celebrará en el Holiday Inn de Highwood, Illinois ... Llego a la cena y [el entrenador de los Bears] Mike Ditka ya está medio bebido. Estamos sentados, esperando a que nos entreguen los anillos y antes de que eso suceda, [Ditka] ya está desmayado, con la cabeza encima de su plato de comida, sentado en la mesa al lado de los McCaskey [los dueños del equipo]. Comienzan a entregar los anillos y miro al mío ... y es un anillo bonito, con diamantes y oro. Aunque escucho que la NFL destina $4,000 para la confección de cada anillo y los dueños de los equipos campeones pueden aportar más dinero para mejorar los anillos. ¿Cuánto creen que ese anillo le costó a los Bears? $4,000".
Super Bowl XXI 1986: New York Giants
Bobby Johnson, WR Adicto al crack, sin hogar y urgido de una dosis, Johnson vendió su anillo del Super Bowl XXI. "De hecho, le pregunté al tipo cuánto me podía dar a cambio", expresó Johnson en una nota publicada por ESPN en 2016. "Me ofreció $1,000. Le dije que no, porque sabía que yo no sería capaz de devolverle ese dinero. Finalmente, redujo su oferta hasta $250. Dije: 'Lo aceptaré'". La historia tiene un final feliz. Johnson dejó las drogas y recuperó su anillo (gracias a la ayuda de su exentrenador Bill Parcells y el empresario neoyorquino Lee Einsidler) durante un evento de fin de semana de exjugadores.
Super Bowl XXII 1987: Washington
Doug Williams, QB Al ser el primer mariscal de campo de origen afroamericano titular [y ganador] de un Super Bowl, este anillo guarda mucho significado para Williams. "Abro la caja que lo contiene y entiendo bien lo que he sufrido y las cosas que he superado", afirma Williams. Usa su anillo en pocas ocasiones, aunque piensa obsequiarlo un día. Indica que cuando él lo utiliza "todos quieren tocarlo; todos ponen sus manos sobre él y dicen: 'Vaya, que día tan grandioso. Hombre, yo oré por ti'. Les hace recordar muchas cosas porque se trató de un día sumamente histórico. Los oriundos del lugar donde crecí, casi parece que usan el anillo. Un día así no volverá a suceder en la historia del fútbol americano. Nunca habrá otro primer mariscal de campo afroamericano en ganar un Super Bowl".
Super Bowl XXIII 1988: San Francisco 49ers
Jesse Sapolu, OL Fue el único partido reñido. Esa es la razón por la cual Sapolu valora tanto su anillo del Super Bowl XXIII y lo utiliza de forma más o menos regular. "Mis otros tres Super Bowls fueron sendas palizas", recuerda Sapolu. "En este, tuvimos que hacer una marcha de 92 yardas para ganar el partido al final. Es allí cuando uno entiende muchas cosas sobre uno mismo". Sin embargo, el cariño que Sapolu guarda por ese anillo en particular no evitó que en una ocasión estuviera a punto de perderlo. Sapolu no recuerda la fecha exacta, pero seis o siete años atrás, él se encontraba en Hawai, laborando con el Salón de la Fama del Fútbol Americano Polinesio. Abordó un vuelo tempranero para regresar a casa y se desanimó luego de descubrir que lo había dejado olvidado en el hotel. "Me di cuenta dentro del avión", indica Sapolu. "Eso fue lo doloroso. Fue un vuelo de cinco horas de duración y durante todo el trayecto estuve terriblemente preocupado. Muchas cosas pasaron por mi mente, pensando en lo difícil que fue obtener ese anillo y que ahí me encontraba, enfrentando la posibilidad de perderlo para siempre. Pensaba en cómo decírselo a los 49ers, si podía pedir otro anillo o cómo funcionaba ese proceso y todas esas cosas. Sufrí en ese vuelo porque no podía contactar a nadie". No obstante, la historia tiene un final feliz. Una camarera del hotel encontró el anillo y fue devuelto a Sapolu, quien lo sigue utilizando en distintos eventos organizados por su equipo hasta el día de hoy.
Super Bowl XXIV 1989: San Francisco 49ers
Steve Bono, QB Como parte de lo que éste denomina "una costosa póliza de seguros" para Joe Montana, la mejor historia de un anillo del Super Bowl para Bono y sus compañeros tiene tanto que ver con la forma en la cual lo recibieron como con lo que sucedió después. Durante el apogeo de la dinastía de su equipo, el expropietario de los 49ers Eddie DeBartolo Jr. no era amigo de las ceremonias de entrega de anillos comunes. Por el contrario, DeBartolo trasladaba en avión a todo el equipo y sus familiares hasta Kauai para celebrar la fiesta más grande y fastuosa imaginable. "Era el típico estilo del señor DeBartolo", recuerda Bono. "Era algo extravagante". Aparte de los anillos, DeBartolo entregaba dinero para gastos de viaje a todos sus jugadores, que Bono, según afirma, nunca gastaba porque DeBartolo pagaba por todo. La estadía de cuatro noches incluía muchas partidas de golf, comidas de primer nivel y entretenimiento provisto por la banda Huey Lewis and the News. ¿Qué fue lo más difícil en esos viajes? Hacer que el anillo llegara de forma segura a tierra firme. "Me lo puse y nunca me lo quité hasta llegar a casa", dice Bono.
Super Bowl XXV 1990: New York Giants
Lawrence Taylor, LB Un coleccionista de la Costa Este adquirió el anillo de Taylor como parte de una colección de anillos de campeón de varios deportes en una subasta celebrada en 2012. El precio de venta ($230,401) es el más alto conocido para un anillo del Super Bowl propiedad de un jugador. "Es el Super Bowl. Son los New York Giants", indica David Koehler, presidente de la casa de subastas SCP Auctions. "Y tiene que ver con Lawrence Taylor. Fue el jugador más destacado del equipo. Es LT". Originalmente, Taylor obsequió el anillo a su hijo TJ, quien posteriormente decidió venderlo. Surgieron rumores de que el anillo había sido adquirido por el actor Charlie Sheen, los cuales eran falsos. Por el contrario, el anillo de Super Bowl más costoso de todos los tiempos forma parte de una colección.
Super Bowl XXVI 1991: Washington
Brian Mitchell, RB Una limosina, una noche en la ciudad y clima frio. Esta no fue una buena combinación para Mitchell, quien estuvo a punto de perder para siempre su anillo del Super Bowl en el año 2000. Después de una noche en la cual tomó unos cuantos tragos, Mitchell se despertó a la mañana siguiente sin el anillo en su mano. "Cuando hace frio de verdad, parece que tus dedos se empequeñecen", expresó. Y eso fue precisamente lo que pensó: Quizás el anillo seguía dentro de la limosina. Mitchell llamó al conductor, quien abrió la puerta y encontró el anillo atascado en el marco de la puerta. "Pensé: 'Ohhh'", dice Mitchell. "Pero, hombre, esa es la razón por la cual no lo uso tan frecuentemente y, sin duda, cuando salgo a compartir con los muchachos, no lo utilizo".
Super Bowl XXVII 1992: Dallas Cowboys
Daryl Johnston, FB El único anillo que aún le sirve a Johnston es el obtenido en el Super Bowl XXX. "No sé que les pasó a los nudillos de mis dedos", afirma. Johnston creció a las afueras de Buffalo, por eso no utiliza sus anillos de los Super Bowls XXVII o XXVIII (en los cuales se impuso a los Bills) cuando vuelve a su terruño, a pesar de que el anillo del Super Bowl XXVII es su favorito. "Es discreto, pero esta sumamente bien confeccionado", afirma Johnston. "Tiene un diamante con corte de estrella, algo que no había sido hecho antes; por eso es mi favorito. No llama la atención. Se asemeja a un anillo de graduación bonito, aunque un poco más grande. [El anillo del Super Bowl] XXX es pesado. Es sumamente grande. Pero grabaron muchos hechos históricos de la franquicia como parte del diseño del anillo. Por eso es tan grande, debido a todos los hitos obtenidos por los Cowboys durante su historia".
Super Bowl XXVIII 1993: Dallas Cowboys
Darren Woodson, S Cuando Woodson acude a un evento como orador, ata sus tres anillos del Super Bowl a una cadena y los hace pasar entre los asistentes. "Les digo que soy el líder de todos los tiempos en atajadas de los Dallas Cowboys y aún me falta una atajada por hacer si ellos intentan salir corriendo", afirma Woodson. Su favorito es el anillo del Super Bowl XXVIII, el cual cuenta con cuatro diamantes de gran tamaño (en representación de los cuatro triunfos obtenidos por su equipo en el Super Bowl) rodeados de 40 diamantes redondos más pequeños. "Los Jones no escatimaron", dice Woodson. "Pensaba: 'Somos bicampeones' y la audacia de ese anillo destacaba por encima de todo". Al punto que D.J, hijo mayor de Woodson, ya ha expresado su deseo de quedarse con él. "Le gusta el tamaño de los diamantes y que se trata de un anillo grande", afirma Woodson. "No solamente es plano. Es un anillo alto. Está confeccionado de una forma característica y los diamantes resaltan, haciendo relieve".
Super Bowl XXIX 1994: San Francisco 49ers
Dennis Brown, DE Cuando Brown y su exesposa Danielle se divorciaron en 1999, pactaron entregar el anillo del Super Bowl que éste había ganado a sus hijos Derrick y Darienne. Brown no volvió a ver sus anillos hasta que este trabajó como miembro del equipo de comentaristas de las transmisiones de los 49ers cuando el equipo volvió a disputar el Super Bowl en 2013. El equipo invitó a Derrick y Darienne a viajar a Nueva Orleans para el partido. Durante una cena previa al cotejo, Brown pudo ver a su hija Darienne con el anillo puesto. "Fue algo bonito, porque mi hijo y mi hija, ya adultos, estaban en un Super Bowl usando mi anillo", dice Brown. "No fueron los ganadores del Super Bowl pero parecía que se cerraba un círculo". Derrick y Darienne tienen la intención de convertir el anillo en un legado familiar, pasándolo por generaciones y utilizarlo en los eventos más importantes de sus vidas, tales como bodas ... o Super Bowls.
Super Bowl XXX 1995: Dallas Cowboys
Nate Newton, G "No uno. Ni dos. Fueron tres. Me gané tres", es una expresión del agrado de Newton, quien parafrasea la introducción de LeBron James con el Miami Heat. El tercer anillo de Newton, obtenido en el Super Bowl XXX, tiene mayor tamaño (81 diamantes y cinco quilates métricos) que los anillos en conmemoración de las ediciones XXVII y XXVIII. "No creo que ahora me quede; es tan grande. Todos intentaron ordenar una talla más para asegurarse de que fueran inmensos". Newton cree que el anillo del Super Bowl XXX de los Cowboys inició la tendencia de los anillos de tamaño gigante. "Los anillos del Super Bowl siempre han sido objeto de admiración; no obstante, lo que hizo Jerry [Jones] causó que otros propietarios de equipo lo imitasen. Algo similar a la construcción de un estadio que causa que los demás comiencen a construir sus respectivos estadios. Quizás nuestros anillos no sean más valiosos por dólar en comparación con el resto, pero somos dueños de los mejor valorados, porque comenzamos la tendencia y aún no hemos terminado. Debido a lo que dicho nombre significa, si obtenemos otro anillo ... hombre, habrán vuelto los días de gloria".
Super Bowl XXXI 1996: Green Bay Packers
LeRoy Butler, S "Simplemente aspiraba a que tuviera forma de G", expresó Butler, el profundo All-Pro. "Esa G tiene un significado para mí, obviamente por Green Bay, pero también significa grandeza y después de 30 años sin jugar el Super Bowl, queríamos que fuera algo especial. Cuando me enteré de que tenía forma de G me entusiasmé, realmente me sentía eufórico". Butler usa su anillo en pocas ocasiones y afirma tener una buena razón. Uno de sus compañeros dejó su anillo en un puesto de seguridad aeroportuaria y tuvo la suerte de recuperarlo. "Esa historia asustó a mucha gente", afirma Butler.
Super Bowl XXXII 1997: Denver Broncos
Mike Shanahan, Entrenador Cientos de personas han tenido la oportunidad de probarse el anillo, según cuenta Shanahan, quien afirma que "nunca" los usa. Los exhibe en una vitrina en el interior de su restaurante, ubicado en los suburbios de Denver. "Cuando veo ese primer anillo ... puedo entender lo que se requiere [para obtener uno]. Podemos revisar la historia, la lista de personas que han sido jugadores y entrenadores en la National Football League, grandes jugadores, grandes entrenadores que no tienen uno. No los entregan por un buen esfuerzo. Uno mira ese anillo y puede ver destrezas, suerte, jugadas importantes en momentos importantes, aunque también puedes notar la atención al detalle, de arriba abajo, de lo contrario no lo podrán obtener. Y recuerdo cuando no consigues uno y piensas que tuviste la oportunidad de hacerlo, eso siempre representa la diferencia".
Super Bowl XXXIII 1998: Denver Broncos
Rod Smith, WR Cuando funge como orador en diversos eventos, Smith usualmente carga sus dos anillos del Super Bowl dentro de una bolsa. "Permito que la gente los use cuando asisto a eventos o sirvo como orador frente a diversos grupos, porque a la gente le encanta. Pero yo asistí a una reunión familiar en San Luis, quizás hace 10 años ... una noche, lo puse dentro de una gaveta de la mesa de noche de mi habitación de hotel, justo al lado de la Biblia". Smith dejó el hotel sin sacar el anillo de la gaveta. Un niño de 10 años, quien pernoctaba en la habitación junto a sus familiares, halló el anillo, contactó a los Broncos para informarles del hallazgo y lo devolvieron a Smith. "Nunca quisieron nada a cambio. Ni siquiera pidieron un autógrafo. El padre simplemente dijo: 'Queremos entregarlo a su legítimo dueño y simplemente queríamos hacer lo correcto con él'. Fue simplemente asombroso, eso me abrumó. Siempre me abrumará".
Super Bowl XXXIV 1999: St Louis Rams
D'Marco Farr, DT "Recuerdo cuando llegué al hotel Ritz Carlton [para recibir los anillos]. Robert Wuhl, el actor protagonista de la serie 'Arli$$' de la cadena HBO era nuestro maestro de ceremonias. Él hace su rutina y estoy más o menos escuchándole, pero no del todo, porque estamos algo ebrios y seguíamos bebiendo a medida que avanzaba la noche. De hecho, uno de mis compañeros, cuyo nombre no mencionaré, se encontraba justo detrás de mí; estaba sentado en perfecta posición y comenzó a inclinarse hasta quedar sobre el suelo antes de que Robert Wuhl terminara con su rutina. Después, él vomitó encima de mi zapato. Por eso, recibimos los anillos, fue maravilloso, los abrimos y pensamos: 'Wow, aquí está'. Te lo ganaste, esto lo hace oficial, es sólido y jamás te podrán arrebatar ese logro. La ceremonia terminó aproximadamente a las 9 p.m. y a la medianoche, el anillo era lo único que tenía puesto".
Super Bowl XXXV 2000: Baltimore Ravens
Art Modell, Propietario Necesitó esperar durante 40 años, pero Modell obtuvo su primera victoria en el Super Bowl como dueño de equipo en un partido contra los New York Giants. "Pero nadie puede recordarlo con el anillo puesto", indica Kevin Byrne, vicepresidente senior de relaciones publicas de los Baltimore Ravens. "Simplemente, él no era una persona que gustara de usar anillos". Después del fallecimiento de Modell en 2012, su familia decidió mantener el anillo al lado del Trofeo Vince Lombardi como parte de un pacto peculiar. Cada dos años, el anillo y el trofeo cambian de manos entre su hijo John Modell y Michel Modell, viuda de David Modell.
Super Bowl XXXVI 2001: New England Patriots
Jerod Cherry, DB Luego de ver "lo mejor de la humanidad" en una conferencia religiosa juvenil en 2008, el tricampeón del Super Bowl decidió rifar su valiosa posesión para ayudar a los necesitados. El generoso gesto de Cherry, quien se desprendió de su anillo de 2.61 quilates con 142 diamantes, ayudó a recaudar $180,000 que fueron destinados a diversas organizaciones caritativas, tales como Boston for Africa, Feed My Starving Children y Asia's Hope, una organización cristiana que construye viviendas y provee oportunidades educativas, alimentos y cuidados médicos a niños huérfanos en Tailandia, Camboya y la India.
Super Bowl XXXVII 2002: Tampa Bay Buccaneers
Shelton Quarles, LB Al menos 1,000 aficionados se han probado el anillo, según indica Quarles. "Me topo con la gente en estaciones de gasolina, auto lavados, tiendas de alimentos ... en cualquier lado", afirma Quarles, quien jugó con el equipo durante 10 temporadas. "... Hasta el día de hoy, me sigo topando con gente que se lo puso durante el año posterior a nuestra victoria en el Super Bowl y me muestran sus fotos". Estuvo a punto de perderlo durante una visita a una prisión local hecha como parte de sus labores de ministro en 2003. Quarles permitió que un grupo de presidiarios se probara el anillo. "Estábamos a punto de irnos y [uno de los presidiarios] comenzó a correr hacia mí y uno de los guardias de la prisión le perseguía", recuerda Quarles. "Pensaba: '¿Qué está pasando aquí?' ... De hecho, me estaba buscando para asegurarse de devolverme el anillo antes que me fuera".
Super Bowl XXXVIII 2003: New England Patriots
Matt Chatham, LB El apoyador y miembro de equipos especiales quien obtuvo tres victorias en el Super Bowl sufrió una "experiencia terrorífica" con su segundo anillo, que es más grande que el primero. Se llevó su anillo a su terruño de Sioux City, Iowa. Mientras éste conducía su auto de alquiler para devolverlo en el aeropuerto, se quitó el anillo para aliviar sus manos hinchadas y lo colocó sobre su regazo. "Lo olvidé y al llegar al aeropuerto de Omaha [Nebraska], salí del vehículo para tomar mis maletas y cuando me levanté, el anillo cayó sobre el concreto. Era tan pesado que rebotó casi hasta llegar a mis caderas. Fueron varios '¡Bing! ¡Bing! ¡Bing!' por el camino ... De forma asombrosa, después del susto, todos los diamantes permanecieron en su sitio. Pero fue un momento terrorífico. Después de un viaje en el cual le adviertes a todo el mundo que trate el anillo con cuidado, terminas siendo la persona que lo descuida".
Super Bowl XXXIX 2004: New England Patriots
Christian Fauria, TE El ala cerrada y dos veces ganador del Super Bowl solía mantener sus anillos dentro de sus envoltorios originales. Sin embargo, hace varios años hubo un periodo prolongado durante el cual Fauria no podía encontrarlos. "Era algo extraño, porque la verdad no entré en pánico y estaba consciente de que no los había perdido. Solo que no recordaba dónde los había puesto", afirma. "... Alguien me pidió una pluma prestada y yo llevo la misma mochila todos los días a mi trabajo. Meto la mano en este pequeño bolsillo que yo ni sabía que existía. Ciertamente, ambos anillos se encontraban dentro de este pequeño bolsillo de una mochila que había cargado durante el último año. Me encontraba al aire cuando sucedió y pensé: '¡No me sorprende que mi mochila se sintiera tan pesada!'".
Super Bowl XL 2005: Pittsburgh Steelers
Bill Cowher, Entrenador Después de retirarse como entrenador al concluir la temporada 2006, Cowher realizó dos giras de la United Service Organizations en 2009 y 2012. Hizo las giras con su anillo del Super Bowl, pero por poco regresa sin él de su viaje a Irak en 2009. Cowher permitió que miembros de las fuerzas armadas se lo probaran y posaran con él, pero se atoró en el dedo de un hombre en Bagdad. "Se lo puso y no podía quitárselo. Yo pensé: 'Esto no está bien'", comentó Cowher. "Estoy aquí, en Bagdad, Irak, pensando: 'Tenemos que quitárselo'. Hay que probar con grasa y todo lo demás". Al final, lograron quitar el anillo, pero Cowher tuvo más cuidado a partir de entonces. Si el anillo no pasaba con facilidad sobre el nudillo central, les aconsejaba a las personas que no lo forzaran. "Fue asombroso ver cuánto animaba a nuestros soldados en la región", declaró Cowher. "Era algo muy importante para ellos".
Super Bowl XLI 2006: Indianapolis Colts
Gary Brackett, LB La pérdida de peso le costó a Brackett algunos diamantes de su anillo del Super Bowl XLI. Brackett guardó su anillo en el bolsillo de la chaqueta de su esmoquin porque se le salía constantemente del dedo cuando bailaba en un evento de beneficencia en 2014. No fue sino hasta varios días después que el linebacker se dio cuenta de que había extraviado el anillo. "Es uno de esos momentos en los que se siente un hueco en el estómago", describió Brackett. "Uno dice: '¡Dios mío! ¿Lo perdí? ¿Se me salió del bolsillo? ¿Lo guardé en el bolsillo? ¿Se cayó? Mi mente no dejaba de darle vueltas al asunto". Casi una semana después, un empleado de la tintorería llamó para informarle que habían encontrado su anillo del Super Bowl en el bolsillo de la chaqueta. Poco después de pasar por él, Brackett notó que faltaban unos diamantes. El seguro habría cubierto el costo de reemplazar los diamantes, pero Brackett decidió no hacerlo. "De cierta manera, me gusta que falten algunos diamantes, pues representa la lucha y el dolor por el que se pasa para ganar el Super Bowl", explicó. "El Super Bowl no fue perfecto, y cada vez que miro el anillo y lo veo maltratado, sonrío porque así fue el camino para llegar hasta allí y ganar".
Super Bowl XLII 2007: New York Giants
Eli Manning, QB Como parte de un grupo que incluía a propietarios, al entrenador Tom Coughlin, al receptor abierto Amani Toomer y al liniero ofensivo Shaun O'Hara, Eli Manning (el Jugador Más Valioso del Super Bowl XLII) ayudó a diseñar el anillo. Manning recuerda que todos estaban de acuerdo con un diseño clásico, algo no demasiado grande que pudiera usarse en todas partes. Pero entonces, apareció el ala defensiva Michael Strahan para expresar su opinión. "¡Lo único que me importa es que sea un anillo de 10 mesas!", anunció Strahan. Nadie entendió qué quería decir con eso. Strahan explicó que, si iba a un restaurante, quería que el anillo pudiera verse a 10 mesas de distancia. "Tuvimos que hacer a un lado todo lo que habíamos avanzado hasta entonces y comenzar de nuevo", dijo Manning. En la versión final de Strahan, un anillo de 1.72 quilates, lo importante era el tamaño, mucho mayor de lo que originalmente habían acordado.
Super Bowl XLIII 2008: Pittsburgh Steelers
Hines Ward, WR Incluso antes de que se jugara el Super Bowl XLIII, Ward ya tenía una visión del sexto anillo del equipo. Como el miembro más veterano de los Steelers esa temporada, Ward estaba a cargo del diseño. Antes de salir hacia el partido, Ward bosquejó una imagen. Con seis diamantes enormes alrededor del logotipo de los Steelers, este anillo sería más extravagante que el diseñado por Jerome Bettis para el Super Bowl XL. Al abordar el avión fletado con rumbo al partido, Ward puso el bosquejo en el regazo del dueño del equipo, Dan Rooney. "Sr. Rooney, cuando ganemos este encuentro, debemos asegurarnos de que las personas en el lado opuesto de la habitación vean el anillo que lucimos", declaró Ward. "Debe sobresalir". Una semana más tarde, el anillo de Ward se hizo realidad. "Pueden ver que el mío es un poco más grande que el de Jerome", señaló Ward. "... Cada vez que estoy con Jerome, uso el más grande, simplemente para presumírselo".
Super Bowl XLIV 2009: New Orleans Saints
Lance Moore, WR Por al menos un día, Moore tuvo dos anillos del Super Bowl. Robaron el original de su casa en Ohio mientras estaba en el campamento de entrenamiento (lo había ocultado en el cajón de los calcetines). Afortunadamente, estaba asegurado y le hicieron un duplicado. Más tarde, hallaron su anillo en una casa de subastas en Nueva York, después de haber pasado de una casa de empeño a una unidad de almacenamiento confiscada, aunque la policía nunca descubrió quién lo robó. La aseguradora le dijo a Moore que podía pagar por el duplicado o devolver uno de los anillos. Devolvió el original. "Dado que había sido robado y cambiado de manos tantas veces, ya no lo quería", explicó Moore, quién comenta que nunca supo qué hizo la aseguradora con el anillo. Sin embargo, "no me he enterado de que alguien más tenga el anillo del Super Bowl de Lance Moore".
Super Bowl XLV 2010: Green Bay Packers
Charles Woodson, DB Después de ganar el campeonato de la NFC, Woodson les dijo a sus compañeros de equipo: "Durante dos semanas, piensen en 'uno'. Seamos una misma mente. Seamos un mismo latido. Un propósito. Una meta. Un partido más. Uno. Vamos por él". Por esta razón, en el interior de cada anillo está grabado el número "1" junto a las palabras "mente", "meta", "propósito" y "corazón". "Al ver ese '1' y las palabras, fue como 'guau', algo impactante", dijo Woodson. "Cuando uno le habla al equipo, nunca sabe qué se quedará en sus mentes. Se intenta decir algo que los compañeros puedan captar y hacer suyo. El hecho de que grabaran eso en el anillo me dice que no solamente significó algo para los jugadores, sino también para los entrenadores. Ahora tenemos algo que es nuestro para siempre".
Super Bowl XLVI 2011: New York Giants
Chris Canty, DE La noche antes de que los Giants se enfrentaran a los Jets en un partido decisivo en Nochebuena, un orador motivacional le dijo al equipo que debían ir "con todo". El orador incluso les dio una ficha de póquer para simbolizar el compromiso. "Se convirtió en nuestro grito de batalla durante el resto de la temporada", indicó Canty. Los Giants vencieron a los Jets, ganaron la semana siguiente y siguieron un camino mágico que les llevó a triunfar en el Super Bowl. En el partido de comodines, el lema "all-in" (con todo) estaba impreso en las toallas distribuidas a los aficionados, y también está grabado en el interior del anillo. Y en cuanto a la ficha de póquer, Canty la conserva en la caja que le dieron para el anillo del Super Bowl.
Super Bowl XLVII 2012: Baltimore Ravens
Cam Cameron, Coordinador Ofensivo En diciembre de 2012, dos meses antes de que el equipo celebrara su triunfo en el Super Bowl, Cameron fue despedido como coordinador ofensivo de los Ravens. Sin embargo, después de la temporada, Cameron recibió una llamada de los técnicos del equipo, preguntándole por su talla de anillo. Después de haber estado con los Ravens casi cuatro temporadas, agradeció el gesto y cumplió su promesa de darle su primer anillo del Super Bowl a su padre, de 92 años de edad. "Creo que teme usarlo porque le da miedo que alguien lo golpee en la cabeza y se lo robe", dijo Cameron.
Super Bowl XLVIII 2013: Seattle Seahawks
Derrick Coleman, FB Después de que se extraviara, el anillo de Coleman siguió un camino interesante y afortunado de vuelta a su dueño. Dejó el anillo en un automóvil de alquiler en Los Ángeles. Luego, el agente de un compañero de equipo, David Mulugheta, encontró la caja de Tiffany and Co. en el mismo vehículo de alquiler. La esposa de Mulugheta pensó que era un regalo para ella, hasta que abrió la caja. Una vez que aclararon lo que había ocurrido, Mulugheta le entregó el anillo a Earl Thomas, quien lo devolvió a Coleman. "Por un instante se me ocurrió, 'vaya, podría ser un fabuloso trofeo de fútbol americano de fantasía ... pero no", confesó Mulugheta. "Sé lo mucho que significa para los jugadores, así que jamás lo hubiera hecho".
Super Bowl XLIX 2014: New England Patriots
Matthew Slater, ST El anillo podría tener mayor significado para Slater, ya que el fútbol americano es parte del legado de su familia. Su padre, Jackie, jugó para los Rams y está en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional. "Jugó durante 20 años, llegó a un Super Bowl y lo perdió, y el hecho de no haber vuelto a jugar en uno fue lo que más lamentó de su trayectoria profesional. Por lo tanto, de manera extraña, un Slater finalmente fue campeón del Super Bowl después de 27 años combinados en la NFL, y compartir ese momento con mi padre fue muy especial para mí". Fue el primer triunfo de los Patriots en el Super Bowl en una década, y Slater añadió: "Sentir que por fin teníamos un lugar a la mesa fue muy emotivo para muchos de los que teníamos tiempo aquí, pues daba la impresión de que nunca estaríamos a la altura".
Super Bowl 50 2015: Denver Broncos
Ryan Harris, OT Tras cuatro temporadas en Denver, dos en Houston y una con los Chiefs, Harris volvió a firmar con los Broncos y fue titular en todos los partidos de la temporada 2015. "Me lo medí para el dedo medio ... Ya saben, la línea ofensiva, en el camino al Super Bowl 50, nadie nos respetaba, nadie creía que pudiéramos tener un impacto en el partido. ... Por lo tanto, al medir las tallas para los anillos, estaba sentado con otros linieros y les dije, 'Vamos a medirlo para el dedo medio'. Pensé en 'Por Pat', en el grabado ... algunas de las cosas que los entrenadores me dijeron sobre los límites de mi desarrollo ... acerca de los Chiefs, que me dijeron que ya no había fútbol americano en mí justo el año antes de que jugara para ganar el Super Bowl. Fue divertido ponérmelo y lucirlo".
Super Bowl LI 2016: New England Patriots
Justin Coleman, CB Cuando los Patriots se pusieron estos anillos por primera vez, comenzaron a celebrar chocando las palmas en lo alto, algo que pronto se convirtió en choques de puños. Fue entonces cuando Coleman oyó un tintineo. Más tarde, esa mismo noche, al mirar su nombre y número en el anillo y admirar todos los diamantes, notó que algo estaba mal. ¿Ese tintineo? Era el sonido de su nuevo anillo astillándose. "Descubrí que los diamantes astillan otros diamantes con facilidad", dijo Coleman, quien llevó el anillo a reparar. "Los demás objetos no pueden astillar los diamantes fácilmente. Pero sí otros diamantes. Nunca volveré a chocar puños con otra persona mientras use ese anillo".
Super Bowl LII 2017: Philadelphia Eagles
Jon Dorenbos, LS Dorenbos, que fue transferido antes de que comenzara la temporada 2017, había sido el jugador con mayor antigüedad en los Eagles y uno de los favoritos en la organización. Un examen médico posterior reveló que Dorenbos tenía un aneurisma aórtico que requirió una cirugía cardiaca y puso fin a su carrera. Jeffrey Lurie, dueño de los Eagles, incluyó a Dorenbos en el Super Bowl LII, al invitarlo a estar en el vestuario después del triunfo y entregarle un anillo. "Lo que hizo por la comunidad en Filadelfia y cómo se desempeñó aquí, incluso cuando estábamos compitiendo; fue un gran mentor", expresó Rick Lovato, el centro largo que sustituyó a Dorenbos en Filadelfia. "Definitivamente lo merecía, sobre todo después de lo que le sucedió, su problema cardiaco. Fue una locura todo lo que ocurrió y damos gracias porque está vivo y pudo estar presente en ese Super Bowl".
Super Bowl LIII 2018: New England Patriots
Kenjon Barner, RB Después de haber jugado en cinco partidos para los Patriots y de que lo cortaran y volvieran a firmar en tres ocasiones, Barner no fue uno de los principales contribuyentes en la temporada de campeonato (19 acarreos, 71 yardas) ni había estado con el equipo desde mediados de noviembre. Imaginen entonces su sorpresa cuando recibió un mensaje de texto de un número desconocido durante las prácticas de primavera con los Atlanta Falcons en 2019, que decía que Bill Belichick quería que tuviera un anillo. "Pensé: '¿Será un error? ¿Habrán marcado el número correcto?' Me quedé sin habla", confesó Barner. "No tenían por qué hacerlo". Barner permitió que su padre, Gary, abriera el anillo cuando llegó, y se lo obsequió como muestra de agradecimiento por su apoyo.
Super Bowl LIV 2019: Kansas City Chiefs
Patrick Mahomes, QB Si todo fuese normal, Mahomes y su anillo de campeón del Super Bowl LIV hubiesen realizado una gira mediática. Sin embargo, el mariscal de campo de los Chiefs generalmente guarda su sortija bajo llave debido a la pandemia. "No he podido presumirla mucho", comentó el Jugador Más Valioso del partido. "Solo he podido hacerlo con mi familia, mi mamá y papá, que pudieron visitarme para asistir un par de juegos. Obvio que con la pandemia del COVID no he podido recibir a las personas que suelen visitarme cada año. No he podido presumirles mi anillo. Espero que pase todo esto pronto, para que pueda hacerlo con mis amigos y mi familia".
Super Bowl LV 2020: Tampa Bay Buccaneers
Lavonte David, LB Para el veterano capitán de los Bucs, quien jugó nueve años en la NFL antes de por fin llegar a la postemporada, su anillo de Super Bowl representa más que la culminación de un sueño de toda la vida, ya que además es un recuerdo de sus últimas memorias con su padre Edward Nelson antes que él falleciera de cáncer del hígado en 2021. "Fue muy duro", dijo David, cuya madre Lynette David falleció en 2016. "Todo marchaba muy bien, y de repente la vida se volcó. Lo bueno es que le encantaba verme jugar fútbol, estuvo allí conmigo en cada etapa desde las ligas infantiles, en cada juego y práctica. Me alegro de estar aquí y saber que me ayudó llegar a este punto". En cuanto empezó desparramarse el confeti, David preguntaba: "¿En dónde está mi papá"? Al encontrarse, padre e hijo se abrazaron por buen rato. "Solo quería disfrutar este momento con él".
Super Bowl LVI 2021: Los Angeles Rams
Van Jefferson, WR La noche en que se coronaron los Rams fue especial para el receptor Van Jefferson; no solo por lo logrado por su equipo en su patio, sino también por los acontecimientos ocurridos después del partido. Mientras se disputaba el Super Bowl LVI, la esposa de Jefferson Samaria entró en labor de parto en el SoFi Stadium. El jugador no se enteró de la novedad hasta después del triunfo de los Rams. Mientras iba rumbo al hospital, Jefferson presenció por FaceTime mientras Samaria daba a luz a Champ, hijo de la pareja. Jefferson afirmó que su anillo tiene mayor valor personal por el nacimiento de su hijo. "Cuando lo veo, pienso en mi hijo, en nuestra victoria", expresó.
Super Bowl LVII 2022: Kansas City Chiefs
Mike Danna, DE Danna apenas ha visto su anillo de campeón desde la celebración de los Chiefs en Kansas City en junio de 2023, según cuenta el propio jugador. Lo llevó a la casa de sus padres en Michigan, donde ha permanecido desde entonces y (aparentemente) se quedará. "Está escondido en su casa", afirmó Danna, que fue tomado por los Chiefs en el draft de 2020, pocos meses después de su victoria en el Super Bowl LIV. "Cuando mi padre quiere ver el anillo, entra y lo mira. Dejo que lo tengan. Debo conseguirme otro. Ese [anillo] era para ellos. Si consigo otro, ése será para mí".