Un Mundial de primera
Las coloridas innovaciones y los hitos del país colocaron a México 70 en la vanguardia del fútbol mundial.
LA COPA DEL MUNDO de 1970 en México presentó conceptos e innovaciones consideradas audaces para la época, colocando el Mundial en la vanguardia. Hoy es difícil imaginar el deporte sin estas novedades. Lo más notable, para los fanáticos que tuvieron la suerte de poder ver los partidos de esa manera, fue la primera transmisión del Mundial a todo color. Allí estaban Pelé, Franz Beckenbauer y Uwe Seeler, con la novedosa perspectiva del color por la pantalla chica.
Las primicias no se limitaron a las ondas televisivas: debutaron las tarjetas de amonestaciones, resultando en una experiencia mucho más moderna cuando se trataba de mantener el orden y diseñar tácticas. Otras innovaciones fueron más sutiles. Trasladar la Copa del Mundo fuera de Europa o Sudamérica fue en sí mismo un gran esfuerzo. Un par de selecciones llegaron a México tras un camino lleno de desafíos. Y al permitirse las sustituciones por primera vez, un reemplazo cuestionable resultó desastroso para el campeón defensor.
Una notable "última" en este Mundial de primera fue la entrega final del trofeo original Jules Rimet, lo que puso en marcha un misterioso capítulo en la fascinante historia del premio. Al comparar México 1970 con otros Mundiales, quedó claro que tiene más en común con las 12 ediciones que vinieron después, que con los ocho Mundiales previos.
Primero en marcar gol en cada etapa
¿Qué les parece este ejemplo de consistencia? Jairzinho, estelar delantero de la selección de Brasil, marcó goles en todas las etapas del Mundial de 1970, como parte del rumbo que llevó a la Canarinha a alzar la Copa. Esta fue la primera ocasión en la que se produjo dicha hazaña durante un Mundial decidido en una final a un solo partido: Alcides Ghiggia convirtió en cada uno de los cuatro partidos disputados por Uruguay en el formato "todos contra todos" del torneo de 1950. Jairzinho sumó siete tantos en las seis rondas de la competición en 1950, pero no fue suficiente para asegurarle el Botín de Oro al brasileño. Gerd Müller, delantero de la selección de Alemania Occidental, se llevó el honor con 10 goles.
Primer y único fracaso de Argentina en eliminatorias
Mexico 70 fue la primera y única ocasión en la que la Albiceleste no se clasificó a un Mundial. Argentina, subcampeona del primer Mundial en 1930, no participó en las ediciones de 1938, 1950 y 1954 por motivos políticos, antes de alcanzar los cuartos de final en Inglaterra 1966. Tras haber fracasado en su intento por conseguir la sede de 1970 y sufrir de inestabilidad en la dirección técnica, la crisis se profundizó al perder sus primeros partidos por las eliminatorias sudamericanas contra Bolivia y Perú, ambos en condición de visitante. Un empate ante Perú en La Bombonera fue el golpe final que le costó a Argentina uno de los tres puestos reservados para selecciones sudamericanas: Brasil, Perú y Uruguay fueron los representantes de la Conmebol en México. Argentina sería la ganadora del Mundial de 1978, jugando como país sede, y alzó nuevamente la Copa de la mano de Diego Maradona cuando el torneo regresó a México en 1986. Sin embargo, el fracaso sufrido a finales de la década de 1960 sigue siendo uno de los fiascos más prominentes de la historia del fútbol argentino.
Primer Mundial transmitido en colores
La llegada de la era del satélite marcó el inicio de una nueva forma de disfrutar del deporte en tiempo real. La Copa del Mundo de 1970 también fue la primera edición del torneo televisada a colores, a pesar de que muchos televidentes aún no contaban con acceso a dicha tecnología. Los afortunados que podían ver la transmisión en colores pudieron deleitarse con el amarillo de la camiseta de Brasil en todo su esplendor, a medida que la Seleçao arrollaba hasta conseguir su tercera Copa del Mundo. Del otro lado del espectro, aquellos que veían televisión a colores en el bar probablemente se dieron cuenta que los colores vestidos por la selección Azzurra no aparecen en la bandera de Italia.
El primer Mundial en la altura
La primera Copa del Mundo celebrada en Norteamérica implicaba que sus participantes tendrían que lidiar con nuevos y extraños elementos. Como si el agobiante calor del verano no fuera suficiente, México 70 también generó una preocupación sin precedentes: altitudes sumamente elevadas, particularmente en las sedes de Toluca (a 2,650 metros sobre el nivel del mar) y Ciudad de México (2,225 metros). Los funcionarios encargados de programar los partidos no ayudaron a mitigar la situación, insistiendo en comenzar los encuentros al mediodía, para ajustarse a los horarios de distintas regiones del mundo. Sin embargo, las adversas condiciones no evitaron que la Copa del Mundo 1970 fuera una de las mejores de la historia en cuanto a su nivel deportivo.
Primera selección africana desde 1934
Desde la participación de Egipto en 1934, la Copa del Mundo no había contado con representantes africanos hasta la incursión de Marruecos en la cita de México. Entre ambas apariciones, el proceso de eliminatorias no favorecía a los países africanos y como resultado, la Confederación de ese continente boicoteó el Mundial de 1966 como señal de protesta ante la FIFA, organismo que sólo reservaba una plaza a definir entre África, Asia y Oceanía. Una vez que África se aseguró de un puesto en 1970, Marruecos emergió como representante de ese continente. La selección marroquí logró mantenerse ante el combinado de Alemania Occidental en su partido inaugural, antes de caer 2-1. Una abultada derrota 3-0 ante Perú y empate 1-1 con Bulgaria fueron la conclusión de la primera de cinco apariciones del combinado de Marruecos en Copas del Mundo hasta ahora.
Primera y única aparición de Israel
Israel se unió a El Salvador y Marruecos como las selecciones que hicieron su debut mundialista en México, aunque sigue siendo el único miembro de ese grupo que aún no ha podido regresar. Los jugadores israelíes, representantes de un país relativamente nuevo, eran liderados por sus estrellas Giora Shpigel y Mordechai Shpigler. Los israelíes dependieron de la cohesión obtenida al jugar en la liga de su país; aparte de un golpe de suerte, cuando Corea del Norte se negó a jugar contra ellos por razones políticas al principio de las eliminatorias, lo que les ayudó en pos de obtener una plaza en el torneo. Sin embargo, el sorteo no les favoreció, ubicándolos en el "Grupo de la Muerte" de esa edición del Mundial, junto a los excampeones Italia y Uruguay. Tras una derrota 2-0 ante Uruguay en su primer compromiso, los israelíes firmaron empates contra Italia y Suecia, concluyendo así su única aparición en una Copa del Mundo con dos puntos.
Primeros en marcar en cuatro Mundiales
Pelé sigue siendo el jugador más joven en participar en una final de Copa del Mundo, cuando vistió la camiseta de Brasil en la final del torneo en 1958 disputada contra Suecia, cuando "O Rei" apenas tenía 17 años. Convirtió par de tantos en esa final, aportando para que Brasil se alzara con su primer Mundial. Pelé siguió sumando goles en las Copas del Mundo de 1962 y 1966. El astro brasileño alcanzó su cuarto Mundial y anotó en el primer encuentro de la selección de Brasil, que se enfrentaba a Checoslovaquia. Ese mismo día, Uwe Seeler igualó la hazaña: la leyenda de Alemania Occidental participó en los mismos Mundiales que Pelé y jugó la final del torneo en 1966. Desde entonces, el alemán Miroslav Klose y el portugués Cristiano Ronaldo han igualado la hazaña de ambas leyendas, siendo los únicos jugadores en anotar al menos un tanto en cuatro Mundiales distintos.
Primer uso del balón Telstar Adidas
El icónico Telstar fabricado por Adidas, que se convertiría en la representación universalmente aceptada de un balón de fútbol, hizo su debut en la Copa del Mundo de 1970. En ese momento, sólo se suministraron 20 pelotas. Esto tuvo como consecuencia que algunos partidos fueran disputados con el anacrónico balón de cuero marrón característico de Mundiales anteriores. Irónicamente, en la misma ocasión en la cual el torneo incursionó en la era de la televisión a color, el Telstar había sido diseñado para dar visibilidad óptima de la esférica en aparatos en blanco y negro.
Primer Mundial en América del Norte
México abrió caminos para que otros países latinoamericanos fueran sede de los Juegos Olímpicos, cuando su candidatura obtuvo la sede de la edición de 1968. En el caso de la Copa del Mundo 1970, la nación azteca se sometía a una nueva prueba de fuego: en esta ocasión, representando a todo un continente. Sin embargo, el proceso para llevar el Mundial a Norteamérica implicó negociaciones algo controvertidas, que duraron varios años. El vicepresidente de la FIFA Guillermo Cañedo, quien fue líder de la Federación Mexicana de Fútbol desde 1960, se convirtió en jefe mediador de la candidatura de México: un hombre que no se detuvo en sus esfuerzos de obtener la sede del Mundial de 1970. Sin la persuasión de Cañedo, probablemente habría sido más complicado disolver el bastión formado entre Europa y Sudamérica y quizás, el rol jugado por México en la exitosa candidatura conjunta presentada por América del Norte para organizar el Mundial 2026 no habría sido tan prominente.
Primer uso de las sustituciones
El soviético Anatoliy Puzach pasó a la historia como el primer jugador suplente en la historia de las Copas del Mundo, ingresando a cambio de Viktor Serebryanikov en el minuto 46 del partido inaugural de la competición, contra la selección de México. Sin embargo, al igual que la mayoría de los experimentos, algunos terminan con consecuencias inesperadas. Con ventaja de 2-1 en el segundo tiempo de su partido de cuartos de final contra Alemania Occidental, el director técnico de Inglaterra Alf Ramsey puso en la cancha a Colin Bell en reemplazo de Bobby Charlton, una de las figuras del plantel. Los alemanes igualaron el marcador seis minutos después, y Gerd Muller convirtió el gol de la victoria en tiempo extra. La decisión táctica de Ramsey, presumiblemente hecha para conservar a Charlton para un tentativo partido de semifinal, ha sido considerada como una de las principales causas de la derrota de Inglaterra. Ramsey, que no gustaba de admitir sus errores, dijo que, si tenía que tomar la decisión de nuevo, no la cambiaría en absoluto.
Primer uso de las tarjetas
Antes del Mundial de 1970, era frecuente ver a los árbitros de partidos internacionales tener problemas a la hora de impartir sanciones a los jugadores, debido a la barrera del lenguaje. Por ello, cuando las hostilidades entre Chile (país sede) e Italia en la llamada "Batalla de Santiago" se salieron de control en el Mundial de 1962, e Inglaterra y Argentina escenificaron otra reyerta cuatro años después, se hizo evidente la necesidad de diseñar un mejor método para impartir disciplina. El afamado árbitro inglés Ken Aston, veterano de la II Guerra Mundial y exprofesor, tenía un simple propósito con la idea de las tarjetas de sanción: Asegurarse de que pudiera comunicarse con jugadores que no dominaban su mismo idioma. Aplicó el mismo principio utilizado en los semáforos para expresar la gravedad del pecado a la parte transgresora: amarillo para advertir, rojo para detenerse. La FIFA probó el nuevo sistema en la Copa del Mundo de 1970, a pesar de ciertas reservas. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que el nuevo sistema fuera objeto de amplios elogios. El partido inaugural, entre la selección de México, país sede, y la Unión Soviética, tuvo cinco jugadores amonestados. Evgeny Lovchev fue objeto de la histórica primera advertencia.
Debut del álbum de Panini del Mundial
El debut del álbum de estampitas Panini de la Copa del Mundo dio a los aficionados una conexión tangible con el torneo y, en consecuencia, ayudó a sentar las bases del mercado global de coleccionistas y recuerdos deportivos de forma similar a lo visto con las tarjetas de béisbol en Estados Unidos.
Primer gol con nueve pases
Olvídate por un instante sobre la naturaleza histórica de la obra. Quizás no hay momento que mejor resalte el espectáculo que presentaba la selección brasileña. Con el patentizado jogo bonito, fueron nueve pases que construyeron un gol del capitán Carlos Alberto en la final contra Italia. Ocho brasileños tocaron la pelota durante aproximadamente 30 segundos, cuidándola de la defensa italiana. Tostao intercepta atrás en territorio brasileño y se apresura hacia el frente. Clodoaldo baila hábilmente en la mitade la cancha, evadiendo a cuatro defensores. Riveldinho entrega un pase largo y preciso a Jairzinho por el sector izquierdo. Pelé distribuye un pase a ciegas que le llega a Carlos Alberto, quien remata con el golpe perfecto. El capitán, que murió en 2016, atribuiría la preparación de Brasil y el trabajo en equipo para hacer que las jugadas lucieran sin complicación, con un 4-1 contundente.
Última aparición del Trofeo Rimet
El Trofeo Jules Rimet, otorgado a los campeones del Mundial desde su primera edición en 1930, fue retirado como trofeo oficial del campeonato, luego del tercer título para la selección de Brasil. El trofeo más cotizado del mundo deportivo sobrevivió a una Guerra Mundial, el asedio de los nazis, un rapto, su reproducción y un robo. El trofeo fue hurtado en las vísperas del Mundial de 1966 en Inglaterra, siendo recuperado en Londres por el perro Pickles, que se convirtió en héroe nacional. El trofeo parecía estar destinado a un retiro tranquilo y feliz en Brasil, pero ese no fue el caso: el original fue hurtado en 1983 y jamás se recuperó; aunque abundan las teorías de que el "trofeo verdadero" se trata realmente de una réplica hecha en 1966 para sustituir al robado.