ORCHARD PARK -- J.P. Losman y los jóvenes Buffalo Bills no estuvieron espectaculares, pero sí fueron eficientes. El domingo, ante la débil ofensiva de los Minnesota Vikings, eso fue suficiente.

Losman no cometió errores en el triunfo por 17-12 sobre los Vikings, y los Bills mostraron la suficiente calma como para prevenir otra recuperación de Minnesota en los últimos minutos.

"Es un juego muy loco", dijo Losman. "A este nivel, es increíble cómo los equipos se recuperan tan rápido".

Especialmente rápido para el titular de segundo año, quien completó 23 de 32 pases para 222 yardas y un touchdown. Fue muy importante que Losman no haya cometido errores, después de haber cometido tres pérdidas de balón en la derrota ante los New York Jets por 28-20 la semana pasada.

Pero eso no lo hizo fácil para los Bills (2-2), que debieron esforzarse para romper una racha de cuatro derrotas consecutivas como local.

Los Vikings (2-2), que ganaron sus primeros dos partidos de la temporada en el último minuto o en el tiempo extra, se quedaron sin tiempo en este juego.

Después de que Brad Johnson se conectara con Marcus Robinson para un touchdown de 29 yardas con tres minutos por jugarse, los Vikings amenazaron con obtener el triunfo cuando recuperaron el balón con 1:39 por jugarse. Llegaron a la yarda 16 de los Bills, pero ya no tenían tiempos fuera, y el reloj bajó a cero.

Un balón que Robinson dejó caer podría haber cambiado la historia. En la última serie, el receptor abierto había superado su marca en una ruta por afuera a lo profundo, pero no pudo atrapar el balón cuando tenía campo abierto.

"Creo que debería haber atrapado ese balón", explicó Robinson. "Esas son jugadas que tienes que hacer. Tengo que agarrar ese balón".

Los Bills saben que se salvaron.

"Mi corazón se detuvo por un segundo", dijo el apoyador London Fletcher. "En el pasado, hemos tenido problemas para definir partidos, y no quería que nos volviera a ocurrir lo mismo. Pero dejó caer el pase, y entonces supe que era nuestro día".

Claramente, la ofensiva de Minnesota no ayudó mucho. De hecho, el touchdown de Robinson fue el primero producido por la ofensiva de los Vikings en más de 13 cuartos.

Los Vikes cometieron 12 penalidades para 78 yardas, y convirtieron apenas 2 de sus 13 terceros intentos.

"Las heridas auto infligidas son las más dolorosas", declaró el entrenador de los Vikings, Brad Childress. "Esa es mi responsabilidad. Y tengo que corregir eso".

A pesar de que los Vikings generaron 330 yardas a la ofensiva, 122 de ellas llegaron en las últimas dos series.

Por el lado de los Bills, el receptor abierto Peerless Price se dio el lujo de anotar su primer touchdown desde que volvió a firmar con los Bills como agente libre la primavera pasada.

"Una sensación extraordinaria", admitió Price. "Especialmente cuando se gana".

Pero no fue una victoria sencilla.

"Fue una gran prueba para nosotros", concluyó el entrenador de los Bills, Dick Jauron. "Tuvimos más suerte que ellos en este partido".

TODO TERMINO CUANDO...

Marcus Robinson dejó caer un pase que podría haber significado la victoria para los Vikings en la última serie ofensiva de su equipo.

EL BALÓN DEL PARTIDO ES PARA...

J.P. Losman, mariscal de los Bills: sus números no fueron descollantes, pero si uno tiene en cuenta que tuvo tres pérdidas de balón la semana pasada, un partido sin errores equivale a una gran actuación del joven mariscal.

APUNTES FINALES

  • El guardia de los Bills, Chris Villareal, no volvió al partido después de sufrir un esguince de tobillo en el segundo cuarto.

  • El profundo de Minnesota, Darren Sharper, no volvió a ingresar al campo de juego después de golpearse el muslo en la segunda mitad.

  • Hubo mayor seguridad de lo normal en el partido, debido a la presencia de la Senadora Hillary Clinton y su marido y ex presidente Bill.

  • El nombre del ex receptor abierto de los Bills, Andre Reed, fue colocado en la Pared de la Fama, durante la ceremonia de medio tiempo.

    Información de AP fue utilizada en esta nota.