GLENDALE -- J.J. Watt bailó, Jimmy Graham celebró con los postes y Odell Beckham Jr. deslumbró.

El Pro Bowl en el desierto fue un gran momento de diversión.

Muy pocos se movieron rápido, nadie atacó a los mariscales de campo y no hubo golpes sólidos en una versión amistosa de un partido de fútbol americano.

Incluso en un juego domingo por la ofensiva, J.J. Watt fue la estrella.

El ala defensiva de los Houston Texans interceptó un pase, recuperó un balón suelto y puso a bailar a los asistentes durante las pausas comerciales.

El equipo Irvin derrotó 32-28 al equipo de Carter encabezado por Watt, pero el marcador no importa en el partido de los estelares de la NFL.

Todos parecieron disfrutar el encuentro, aunque nadie más que Watt, quien se movió con la música mientras las porristas animaban.

"Sólo traté de disfrutarlo", indicó Watt. "De eso se trata el Pro Bowl, darles a los aficionados un buen espectáculo. Todos trabajaron muy duro para estar aquí, uno quiere disfrutar y jugar bien. Los chicos bailan y disfrutan, de eso se trata".

La asistencia al Pro Bowl fue de 63,225 aficionados.