El estadio de Columbus como se anticipó, estuvo colmado de banderas de los EE.UU. y la gente no defraudó, más 24 mil personas dijeron presentes y desde el comienzo se metieron en el partido alentando y reclamando el pobre arbitraje del central, incluso en mis 22 años de residencia en este país nunca he visto algo igual, créanlo o no, el fútbol de los Estados Unidos está vivito y coleando.

Durante todo el partido la selección local se dedicó al fútbol simple, aunque demostró debilidad en el medio campo por el bajón de Claudio Reyna y la de un verdadero guerrero en el ataque, como Brian McBride que tuvo que ser reemplazado por Josh Wolff a los 15 minutos del primer tiempo por una hematoma en el ojo derecho después de un cabezazo accidental con Rafa Márquez.

La salida de McBride debilitó el ataque por el costado del abuelo Claudio Suárez que a la larga demostró carencias en su físico. Si la salida de McBride fue un golpe bajo para las pretensiones de Bruce Arena, la lesión del "Capitán América" Claudio Reyna fue un mordisco tipo Mike Tyson.

El partido fue áspero, contabilicé 36 faltas en su mayoría por parte de la selección local y mientras pasaban los minutos, más caliente se ponía el partido incluso con infracciones alevosas como la del codazo de Márquez al rostro de Wolff a los 38 del primer tiempo, pero el conjunto de Bruce Arena no se dejó intimidar por los 152 partidos internacionales que cumplía con México el capitán Suárez, por los golpes de Márquez o las palabrotas de Luis Hernández, que sólo se dedicó a pegar y a provocar en vez de jugar.

La entrada de Clint Mathis por el lesionado Reyna en el medio de Estados Unidos, le dio mas vida y control, tuvo más recuperación de terreno y junto a Chris Armas se dieron el lujo de frenar el contraataque de México que desaprovechó un par de oportunidades claras de marcar.

Desde el primer gol a los dos minutos del segundo tiempo México no supo como recuperarse del golpe recibido, todos culparon la salida del arquero Jorge Campos y gritaron, "posición adelantada", primero que nada, la lentitud de los centrales se vio claro al tratar de jugar al achique y sobre Campos, que se puede esperar si los volantes no recuperan o aprietan la salida del rival y la defensa se quedó estática, recuerden fue un pelotazo de la zona de los EE.UU. y Wolff salió detrás de la línea del circulo central, mejor dicho completamente habilitado.

En esta clase de partidos siempre se trata de buscar culpables, apuntando las responsabilidades a otros, siempre son los jugadores los que pagan las consecuencias de las derrotas, si ellos son los que están en la cancha, pero también hay que ser sinceros y darse cuenta que el técnico mexicano Enrique Meza, se equivocó en sus cambios y su plan táctico fue de jugar con desesperación, su medio campo fue impreciso en sus pases, nunca supo manejar la pelota a su favor y el pelotazo para buscar a Hernández fue lo peor, el Matador por arriba nunca le pudo ganar a Eddie Pope o al mismo Tony Sanneh, ah -se me olvidaba- Francisco Palencia se despertó tarde y se perdió la igualdad mano a mano con Brad Friedel faltando 20 minutos por jugar.

El juego limpio en este partido no existió, él árbitro Rodolfo Sibrián de El Salvador, fue una vergüenza. A los 31 del segundo tiempo, Friedel tiró la pelota a fuera para que atiendan al lesionado Joe-Max Moore de Estados Unidos, el central apuró las acciones en el saque de banda para México y estos observando que Moore estaba caído no regresó la pelota, seguramente insinuando una lesión, pero dos minutos después Carlos Llamosa lo tuvo que reemplazar.

Las eliminatorias de la Copa del Mundo está en camino, México por décima vez en su historia pierde un partido de eliminatorias, pero no hay que desesperarse, le quedan 18 puntos por disputar y en el Azteca son invencibles, pero ojo- si no se corrigen errores al nivel defensivo, si no se encuentra lo antes posible un volante de creación, la clasificación estará en la cuerda floja.

Estados Unidos demostró que puede, aunque no dejó una buena imagen en la cancha a nivel colectivo, pero si individualmente, Eddie Pope, David Regis, Chris Armas y el torero Josh Wolff que brilló desde su entrada y sello la victoria para los locales con una jugada al mejor estilo redondo, con su gol y asistencia EE.UU. se quedó con los TRI-puntos en el frío de Columbus.