River superó a Boca y lo dejó sin técnico

BUENOS AIRES -- River Plate logró una victoria largamente festejada sobre Boca Juniors por un austero 1-0 en un superclásico que bien se lo pudo llevar con una goleada.

Juan José López tuvo su mejor entrada en escena como DT al hacer un toque esquemático de tres hombres en fondo y utilizando a Paulo Ferrari como carrilero, y con dos medios, Walter Acevedo y Matías Almeyda, que fueron el alma del equipo.

Para bien de los riverplatenses fue que Jonatan Maidana, un ex Boca, marcara el gol de la victoria a los 8 minutos del segundo tiempo. Justo contra Boca se les cortó la amarga racha de siete partidos sin victorias.

Los fantasmas del descenso no aparecieron. El fantasma fue Boca, al que Claudio Borghi no pudo sacar de su medianía. El entrenador presentó la renuncia una vez finalizado el partido.

Riquelme mostró rápido que estaba mal y la pelota no llegó a los delanteros Palermo y Mouche, ausentes también.

No fue necesaria una producción de gran nivel para marcar diferencias casi aplastantes ante un rival perdido en la cancha. Le bastó con el oficio de los dos volantes centrales, la fortaleza de Mariano Pavone aguantando y desequilibrando a los defensores de Boca, y algunas muestras de destreza por parte de Erik Lamela y de Roberto Pereyra, figura en el primer tiempo, hasta que salió en el segundo para ceder a la vuelta a la línea de cuatro.

River controló el partido de punta a punta, más allá que después del gol cedió el terreno a Boca para meter la contra. Pese a que el gol llegó en el segundo tiempo, en el primero tuvo cinco llegadas clarísimas contra ninguna de Boca, cuya única aproximación con chances llegó recién a dos minutos del final del encuentro.

Pereyra fue imparable por izquierda, arrastrando a Méndez, Cellay y quien se le cruzara, y fue quien cedió a Ferrari para que empujara pero el lateral la mandó a las nubes.

Boca perdió la pelota con facilidad, no pudo armarse en derredor de un Riquelme que dio evidentes muestras de estar disminuido físicamente y tuvo que limitarse a aguantar el primer tiempo como pudiese, dejando el lugar a Chavez en el segundo.

Al equipo de JJ solo le faltó claridad y precisión para sacar una ventaja que le hubiera correspondido y que por momentos dio la sensación de estar al caer.

Lo tuvo Pavone con un remate que terminó cerca, Lamela con un disparo bombeado, la de Ferrari, un fortísimo remate de Acevedo y una que Ortega no llegó a cruzar y tapó García.

Apenas un remate de Clemente Rodríguez que arribó muy lejos del arco de Carrizo fue la única tibia llegada de Boca.

El arranque del complemento, ya sin Riquelme en la cancha, reemplazado por un intrascendente Chavez fue una prolongación de la parte inicial con River como dueño absoluto de la situación.

El gol pudo haber llegado en el minuto 2 con un tiro libre de Lamela que García desvió al tiro de esquina. Finalmente llegó sobre los 8 cuando Maidana cabeceó con comodidad en el área un corner servido desde la derecha por Lamela muy lejos de la marca de Caruso, y venció a García, cuya reacción no fue lo suficientemente rápida.

Pudo aumentar Pereyra, y Acevedo en una contra que cruzó en demasía y un nuevo tiro libre de Lamela que apenas se fue desviado.

En el minuto 44, Boca produjo su primera llegada clara a lo largo de todo el clásico, cuando García sacó largo, bajó Palermo y Chavez, llegando de frente remató desviado.

En definitiva Boca la sacó bien barata y a River, seguramente, no le pesará en absoluto haber dejado pasar la posibilidad de concretar una goleada.