Barcelona a un punto del Madrid;Messi hizo un golazo de tiro libre

BARCELONA (Jordi Blanco/Corresponsal).-

Una aparición fulgurante de Alexis y una maravillosa falta lanzada por Lionel Messi le bastaron al Barça para cumplir el expediente, ante un Almería que sumó una nueva derrota en el Camp Nou, tras un partido tan intrascendente en la presentación como vital en el resultado.

Carles Puyol, que volvía al equipo después de varias semanas de ausencia y en una reaparición que se intuía de trámite ante la lógica inferioridad del rival, sentenció lo que llevaba camino de ser una sufrida victoria a nueve minutos del final con su primer remate a puerta en toda la temporada.ip

Y fue el prólogo al excelente gol de Xavi, rozándose el final del partido, que disimuló ya de manera absoluta el aburrimiento que se vivió en la segunda mitad del encuentro.

El equipo de Gerardo Martino, dirigido por Pautasso por la sanción que pesa sobre el entrenador, recortó dos puntos respecto al Real Madrid en la tabla pero para nada alejó dudas en uno de los partidos menos brillantes de la temporada, falto de ritmo y durante el cual hubo momentos que pareció estar más cómodo jugando en su zona de creación que buscando el área del rival.

De hecho, tras una salida atrevida y buscando la profundidad que le dio premio muy pronto con la diana de Alexis, quien remató un rechace de Esteban al disparo cruzado de Cesc Fábregas, pareció conducir el partido hacia alegrías no tan lejanas en el tiempo. Ausente Iniesta del once, el Barça apostó por un sistema claramente ofensivo con Neymar y Alexis acompañando a Messi y Sergio Busquets y Cesc repartiéndose con Xavi la creación.

Vertical de entrada, el papel de Leo entre líneas despistaba a la defensa del Almería que se multiplicaba para atajar las entradas desde atrás y que fruto de esta libertad del '10' encajó el segundo, a los 24 minutos en un fenomenal tiro libre ejecutado por el crack, quien había sufrido precisamente la falta de Corona.

Sentenciado, en teoría, el encuentro el campeón mantuvo la intensidad pero quedó golpeado con la diana casi inmediata de Trujillo, quien a la salida de un corner volvió a dejar en evidencia el defícit azulgrana en las jugadas a balón parado y por alto. Nadie ganó al central del Almería y el 2-1 mostró un marcador menos cómodo de lo que cabía esperar.

EL SOPOR
Lo que ocurrió en el entretiempo es un misterio. Porque si la primera mitad ofreció un partido vivo del Barça, con especial mención para la entrega de varios jugadores entre los que pudo destacar Alexis, la segunda enseñó una película totalmente distinta.

Puede que el Almería alimentase el sueño de dar el golpe o, simplemente, que el Barça diera un paso atrás. La ambición dejó pasó al conformismo, la verticalidad y rapidez de combinación se convirtió en un juego lento y en un rondo insustancial. Messi pasó de líder a simple secundario, Neymar siguió perdiéndose con demasiada insistencia y la imagen se fue desdibujando de manera tan evidente como alarmante.

Así aparecieron los pitos de desaprobación del público. Los menos de 60 mil aficionados que se citaron en el estadio dejaron patente su descontento ante el fútbol cada vez más impersonal de un gigante dormido y cuyo adormecimiento acabó por despertar la esperanza del rival.

Martino, o Pautasso, intentó cambiar el rumbo del partido dando entrada consecutivamente a Pedro e Iniesta para recuperar la profundidad pero roto por el eje, al Barça le costó recuperar su personalidad. Lo hizo, aunque fuera a base de goles, más que de fútbol.

Llegando a defender con ocho jugadores en las internadas cada vez más descaradas del Almería, el temor llegó a sospecharse entre la hinchada por el desconcierto que contemplaba en el campo. Pero apareció Puyol para rematar un rechace del palo al remate de Messi, en una de las contadas ocasiones claras del equipo azulgrana, y se cerró el debate.

Después llegó el de Xavi tras una buena combinación con el rival ya arrodillado y consciente de su derrota y la noche acabó con una goleada engañosa. El Barça recortó al Madrid y si numéricamente la jornada puede contemplarse como positiva, las sensaciones que dejó el juego del campeón no fueron, en absoluto, las esperadas.