Barça se aprovecha del Granada

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- De meterse el Granada en el partido con el error de Nyon en el área pequeña de Pinto a la sentencia de Alexis pasaron apenas 20 segundos. El Barça goleó y sumó otros tres puntos en su cabalgada liguera ante un rival atrevido, que no mereció probablemente tanto castigo y al que penalizó quizá en demasía el árbitro con un discutible primer penalti.

No importó que no jugara Valdés por cuanto todo lo que jugó el Granada murió en su nula capacidad de remate, poniendo apenas en dos ocasiones a prueba a Pinto. Se echó en falta la ausencia de Messi (del mejor Messi) por la falta de magia en los tres cuartos de ataque azulgrana, pero quizá lo más destacable es que la falta de Xavi dibujó un Barça muy distinto.

Más vertical y con un juego menos combinativo, el Barça de Martino mezcló minutos de vértigo con otros entre el tedio, sorprendido se diría por la valentía del rival, que para nada se encerró en el área y quiso, y logró en ocasiones, tutearle en el campo.

Al Barça le puso en franquicia Cesc antes de llegar a los 20 minutos. Perdía el balón y buscó la rodilla de Nyon. Provocó un penalti más que discutible para que Iniesta, transformándolo, pusiera en marcha el marcador. Eran, aquellos, los mejores y más vivos minutos de un partido al que el 2-0, una pena máxima probablemente mucho más clara por el derribo a Fran Rico a Iniesta y transformado por Cesc, adormeció.

Se habían cambiado los papeles Cesc e Iniesta, protagonistas de excepción en un primer tiempo en el que llevaron la verticalidad al juego del Barça, poco apoyados por la irregularidad de Neymar y Alexis o el mediocre rendimiento de Pedro, para dejar visto para sentencia, a no ser por un milagroso remonte, el partido.

Al equipo de Martino parece en ocasiones hacérsele eterno el partido, y ante el Granada tuvo fases de esa sensación. Dando un paso atrás sin pretenderlo y llegando a ceder la iniciativa al rival, el Barça pierde su innegable personalidad. Le ocurrió durante algunos instantes frente al equipo andaluz como le había ocurrido más claramente ante el Rayo Vallecano.

Pero al igual que en aquel partido de Madrid, el resultado mata cualquier debate. Más aún contemplando que Iniesta, en quizá su actuación más convincente, se hacía omnipresente en la responsabilidad y que Cesc le acompañó fielmente.

A la que pretendía el Granada dar réplica con su fútbol, y su en ocasiones dureza intimidatoria, respondía el Barça poniéndose en manos del '8'. Y aunque no le acompañasen algunos de los teóricos intocables, parecía claro que no habría más ganador que el equipo de Martino.

SENTENCIA Y PRESENTACIÓN


El partido se acabó cuando Nyon perdonó el 2-1 y en el contragolpe posterior Neymar le regaló la asistencia del 3-0 a Alexis. Sin bajar los brazos en sus ganas, sí se notó que se rendía el Granada, más cuando expulsado Iturra ya perdía hasta consistencia en el centro del campo.

Acabada la discusión en el marcador, Martino dio minutos a Sergi Roberto antes de presentar en sociedad al joven Adama Traoré, canterano de 17 años que en siete minutos demostró el futuro brillante que le aguarda.

Con el rosario de cambios y muriendo el partido, Pedro cerró a placer la goleada, cruel para el Granada y quizá exagerada para los méritos del Barça.

Más allá de ausencias, el Barça, en conjunto, tiene una personalidad cada vez más clara que le conduce a matar los partidos a base de verticalidad. La combinación se ve en cuentagotas y sin prisa pero sin pausa se adapta a su nueva realidad.

Puede o no discutirse. Pero es innegable que el 4-0 está ahí. Y que sumar 40 puntos en 14 jornadas en las que apenas ha cedido un empate convierte en inútil cualquier debate. Al líder no hay quien le tosa.