Clase de futbol del Barça

BARCELONA (Jordi Blanco).-- El Barça se vistió con sus mejores galas e igualó el mejor inicio liguero de su historia (seis victorias consecutivas), con una goleada a la Real Sociedad que en apenas cinco minutos se había rendido a la supersónica salida del equipo de Martino, catapultado otra vez a la excelencia.

En Almería, el sábado, puede superarse a sí mismo si vence un séptimo partido consecutivo y ya ser el mejor Barça de la historia en el comienzo liguero, puesto que en las otras cinco ocasiones que venció las primeras seis jornadas, empató en la séptima.

El reto, ahora, pasa por esa séptima victoria que igualaría a los números que en el pasado lograse el Real Madrid en tres ocasiones y en una Espanyol y Sporting de Gijón.

El partido tuvo poca historia en cuanto a discusión porque los hombres de Martino sentenciaron por la vía rápida en el marcador y en el juego. Se dio una alegría y demostró a la Real Sociedad quién es el campeón.

Agobiado el entorno con el debate entre la posesión y el pase largo, crispado incluso con dos discursos extrañamente enfrentados, el Barça regresó a su mejor versión. Balón al pie, un rondo gigante, una velocidad de ejecución excelente y pases al espacio, casi siempre, a partir del centro del campo.

No hubo discusión ninguna. Apabullada, la Real incluso tuvo fortuna de llevarse cuatro goles cuando siete no habría significado una exageración, por cuanto Messi, que acudió fiel a su cita, erró dos ocasiones.

El equipo vasco, apenas comenzar, asustó con un disparo lejano que se estrelló en el travesaño de Víctor Valdés, pero fue una gota en el desierto, puesto que a los cinco minutos Neymar aprovechó un error garrafal e infantil de la zaga donostiarra para, casi sin querer, estrenar su cuenta goleadora en la Liga.

Fuera de sitio, la Real recibió el segundo mazazo poco después, tras una jugada excepcional de Neymar cuyo centro al segundo palo remató a placer de cabeza Messi. Se llevaban ocho minutos y se daba casi todo por sentenciado.

No hay cambio de estilo. O por lo menos la voluntad mostrada en el Camp Nou dio a pensar que el Barça lleva el rumbo conocido en los últimos años. Martino dijo que no quería revolucionar el fútbol culé y sus futbolistas no le desmintieron, sino todo lo contrario.

SIN DEBATE

Este líder recuperó la estética que le condujo a la excelencia en el pasado. De la primera mitad que se vio frente al Ajax al que aplastó a la Real Sociedad la diferencia fue absoluta.

Dinámico y combinativo, con las líneas mucho más juntas y el balón corriendo de forma que los jugadores de la Real Sociedad apenas si podían seguirlo con la mirada, el grupo de Martino enterró, al menos de momento, cualquier debate.

Nada de cambios de estilo, nada de pervertir la personalidad del equipo. El Barça, desde hace 25 años, tiene una filosofía definida que, mejor o peor, se ha ido manteniendo en el tiempo y que, los números lo demuestran, ha sido la que mejores resultados y títulos le han supuesto.

La Real Sociedad, que ni recuerda la última vez que se llevó la victoria del Camp Nou, fue a pagar la rabia contenida que pudiera existir en el vestuario por las dudas del entorno.

El Barça, el mejor Barça, ha vuelto. Y a través de una primera parte excepcional apagó ese debate.