Rayo Vallecano golea a Levante

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Rayo Vallecano se asentó en la mitad de la tabla tras golear por 4-2 al Levante en el campo de Vallecas y que tuvo a Alberto Bueno, autor de los cuatro tantos franjirrojos, como protagonista.

Hacía más de un año que el Rayo Vallecano no se daba gusto con un festival de goles en Liga; desde febrero de 2014, en que el conjunto franjirojo venció por 4-1 al Málaga. En Vallecas, lo habitual, es el sufrimiento. La lucha por conseguir acercamientos al área contraria tan sólo para ver a los delanteros fallar de cara a gol una y otra vez. Pero esta tarde, el máximo artillero español de la Liga, Alberto Bueno, decidió apartarse del guión. El atacante, producto de la cantera del Real Madrid, se destapó con cuatro tantos en la primera mitad del encuentro en que el Rayo pulverizó a un Levante que poco a poco se hunde en la tabla de posiciones y se acerca peligrosamente al descenso.

Pero lo del Rayo es luchar contracorriente. Y así comenzó el partido para los de Paco Jémez, que pronto se vieron víctimas de sus propios errores. Levante, como buen visitante en Vallecas, aprovechó que la línea defensiva del Rayo estaba demasiado adelantada para tomar ventaja al minuto 13 con un tanto de Víctor Casadesús, que remató un centro flojo de Xumetra desde la derecha sin que Cristian Álvarez pudiera intervenir. El valiente Rayo, como de costumbre, se lanzó al ataque en busca del empate. Excepto que no era una tarde cualquiera y, al tercer intento, Alberto Bueno emparejó el marcador con un cabezazo limpio al centro de Nacho.

Los de Jémez habían recuperado a su pareja en la media, Trashorras y Raúl Baena, para mantener el control y el orden en el centro del campo, lo que entorpeció el intento de reacción del Levante. Rayo, entonces, se volvió una pesadilla para el rival. Por las bandas, con ayuda de los laterales, y por el centro, el Rayo generó una oportunidad tras otra y no tardó ni diez minutos en hacer daño de nuevo. Alberto Bueno, con su segundo de la tarde, aprovechó un grave error de Mariño en el rechace que le cae en los pies y prácticamente empujar el balón a la red. A partir de entonces no hubo manera de frenar a los hombres de Jémez y los goles cayeron en cascada.

La grada, inusualmente silenciosa en protesta por las medidas de seguridad impuestas por la Liga, estalló de júbilo. No habían terminado de celebrar el segundo tanto cuando cayó el tercero. Y quién si no, Alberto Bueno, que se coló en el área para rematar un centro más del lateral diestro Nacho. El tanto acabó con el espíritu del Levante, que no atinaba, siquiera, a conservar el balón más allá del segundo toque. Rayo, crecido, se lanzó por el cuarto y lo encontró a cinco minutos del final de la primera parte casi por casualidad. Alberto Bueno recibió un pase desde la izquierda y lanzó un disparo cruzado al palo derecho que, de no haber golpeado en el brazo de Mariño para clavarse en la portería, se habría ido fuera. A este punto, los más entusiastas ya pedían la Bota de Oro para el español, que con los cuatro goles de la tarde llegaba a 12 tantos marcados en la presente campaña.

Rayo perdió el ritmo avasallador tras el descanso y, aunque siguió buscando la portería del Levante, procuró jugar con un poco de cautela. Levante, con los ánimos por el suelo, simplemente se dedicó a contener las carreras por las bandas para evitar una mayor humillación. A 20 minutos del final, Jémez decidió dar descanso a Bueno, quien salió ovacionado al ser sustituido por Pozuelo. A partir de entonces el Rayo puso el piloto automático; energía, la justa para conservar los tres puntos. El descuido pudo salir caro a los locales, que a cinco del final, vieron a Uche aprovechar que la defensa se había descuidado para desmarcarse y rematar a placer un pase de Camarasa. Apenas un escarmiento para los de Jémez, que salieron de su letargo por un momento para evitar que los valencianos tuvieran otro golpe de suerte y les arruinaran la tarde.