T&T hace peor y no mala la noche de Guate

Rafael Ramos | Enviado

CHICAGO -- El argentino Iván Sopegno, artista de la retórica, maquilló de ilusiones el miércoles por la noche a la selección de Guatemala. Este jueves, Trinidad y Tobago la desnudó obscenamente: 3-1 en el Soldier Field.

Las maravillas que relató Sopegno en la conferencia de prensa nunca pisaron la cancha. Guatemala sucumbió física y tácticamente.

La verborrea del entrenador sobrevivió hasta antes de que el panameño John Pitti pitó en el centro del Soldier Field, cuando aún las decenas de guatemaltecos en la tribuna se frotaban las manos.

Enseguida, la velocidad, la insistencia, la anticipación, la concentración, el deseo de los trinitarios, bastaron para someter a Guatemala, que respondía con espasmos, en los que sólo Marco Papa ejercía la paternidad intelectual de un equipo que aún debe invocar -y evocar- al 'Pescadito' Ruiz, con esperanza de que muestre vestigios de piraña en el área, que fue hace un decenio.

Trinidad y Tobago fue bajando el ritmo. Tenía el control de la cancha y del contrario. La pelota la recuperaba con facilidad y con el respaldo de la velocidad le alcanzaba para meter soponcios a un equipo guatemalteco al que además le faltaba la inteligencia natural para leer al menos al adversario.

En el primer tiempo, en un lapso casi humillante, en sólo 14 minutos, los trinitarios embalsamaron, sepultaron y rezaron un responso por el discurso de Sopegno y las ilusiones chapinas. Los enterradores pasaron lista ante la red. Shelton Bateau, Cordeli Cato y Joevin Jones. 3-0. Lapidario.

Con la holganza, Trinidad elige la holgazanería y sobre llevar el encuentro, mientras que la más procaz de las ofensivas de Guatemala fue un disparo de Contreras que puso a temblar el poste... pero del banderín de tiro de esquina, por parte de José Contreras.

Para la segunda mitad, los dos equipos modificaron sus intenciones y se modificó el encuentro. Guatemala mejora con Minor López y Mejía del Cid al regresar a la cancha.

De entrada, Guatemala se da cuenta que juega contra 12. Pitti deja de marcar un penalti a favor de los chapines y perdona una roja a los trinitarios.

Los cambios rejuvenecen a Guatemala, que además encuentra displicencia trinitaria y empieza a manejar el partido, hasta acercarse en el marcador con un gol del eterno 'Pescadito', quien acolchona el balón con el abdomen y fusila al arquero Williams; después al 78 y al 87, desperdiciaría remates a centímetros de la línea de gol.

Carlos Ruiz es ahora el segundo mejor goleador de la Concacaf, con 58, 12 por detrás de John Stern, y por encima de Landon Donovan y Carlos Pavón, ambos con 57. El mejor mexicano es Jared Borgetti con 46.

Guatemala enfrentará a México el domingo en Phoenix, mientras que Cuba se mide ante Trinidad y Tobago.