Michel y Marchesín dejan todo para el Omnilife entre Santos y Chivas

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MÉXICO (ESPN.com.mx/Iván Cañada) -- Guantes en las manos, brazos al frente, cuerpos erguidos y listos para defender. No fue una pelea de box entre Santos y Chivas, fue una disputa de porteros. Parecía una competencia para ver quién sacaba más balones de la línea. De un lado, Luis Michel para resguardar el arco del Rebaño y del otro Agustín Marchesín para cumplir con las mismas funciones con los Guerreros. Fueron los grandes protagonistas de la Ida de las Semifinales entre estos equipos.

Si el argentino aparecía en un momento, el arquero del Rebaño respondía de la misma manera. Las delanteras nunca los pudieron descifrar. Podían llegar remates de todos lados y de todas las formas, pero los porteros simplemente no dejaron pasar nada.

Marchesín puede ser un poco más espectacular, pero la efectividad fue la misma que la de Michel. Al fin lo que les importa es que el balón no cruce la línea de meta y ambos lo cumplieron a la perfección.

Santos y Chivas no se supieron hacer daño. Lo intentaron constantemente y cada uno con sus mejores armas, pero los sistemas defensivos, encabezados por los guardametas, pudieron más.

Fue un partido de lucha constante, sin mucha creatividad y sí más sacrificio. Por momentos uno se soltaba más que otro, pero sin alcanzar el éxito a la ofensiva. Sólo avisos, ninguna realidad.

Fabián y Bravo fueron los más insistentes de parte del Rebaño. A ambos, Marchesín les bajó la cortina. Bravo, motivado por llevar a su equipo a una nueva Final y por alcanzar la marca de Chava Reyes como máximo goleador del Guadalajara, fue constante hasta que fue sustituido por Aldo de Nigris. El problema es que siempre se topó con la muralla argentina.

Si eso fue de parte de los rojiblancos, los Guerreros lo intentaron con Djaniny y Orozco. El saldo fue exactamente el mismo. No supieron resolver y cuando parecía que era una buena definición, Michel apareció también para estirar los brazos e impedir la caída de su marco.

El resto fue una lucha constante por tener el balón y saberlo trasladar. El medio campo de ambos conjuntos se sobrepuso a la presión, a la ansiedad y a los vendavales que fueron escasos. Los dos equipos atacaron por momentos, pero tampoco de manera desesperada. Ambos asumieron que la eliminatoria es larga y que se divide en dos partes. Ahora, en el Omnilife, se definirá todo y con la condición de que cualquier empate con goles o victoria de Santos, le dará el pase a la Final a los de Torreón.