España pasa la prueba ante Costa Rica

Paola Núñez | Enviada

LEÓN -- España cumplió con la tarea de sacar una victoria en un partido amistoso al vencer 2-1 a Costa Rica en el encuentro disputado este jueves en el estadio Reino de León.

Cuando parecía que España sería víctima nuevamente de sus propios descuidos, los jóvenes del 'equipo B' de Vicente del Bosque, por fin sacaron la casta.

El cuadro centroamericano, deseoso de colarse entre la elite como lo hizo en el Mundial, aprovechó el primer signo de debilidad del combinado español, el hastío y desorganización que por momentos consumen a los europeos, y se valió de la velocidad de Joel Campbell para hacer daño.

En un momento de descuido, Koke regaló un balón en la media que Campbell, en cuatro zancadas, llevó hasta la línea del área para servir un centro con total tranquilidad, dada la lentitud de Bartra y Dani Carvajal para reaccionar. Venegas completó la faena para fusilar a De Gea.

España veía venir una tragedia, pues apenas habían transcurrido cinco minutos. Pero el estupor se transformó rápidamente en coraje y antes de que pasaran dos minutos recompuso el camino y, mejor aún para Del Bosque, se encontró con ese gol que tanta falta le hacía sin tener que sufrir de más.

La solución comenzó con el tanto del empate marcado por el delantero valencianista Paco Alcácer, que con destreza culminó una jugada de Nolito con un disparo imposible de detener para Keylor Navas.

Después de 20 minutos, el turno fue para Cesc Fàbregas para devolver algo de emoción a las gradas y, de paso, dar la razón a Del Bosque, quien mantiene la fe en su capacidad goleadora más que en su habilidad para la creación.

Fueron dos instantes, destellos del gran potencial que España engloba en sus filas y que hicieron olvidar de repente que, en realidad, se trata de un equipo en plena reconstrucción. Incluso, por momentos, llegó a parecer que España jugaba con la naturalidad y fluidez esperada de un equipo maduro y consolidado. Recuperaba el famoso 'tiki-taka' del toque preciso y el ritmo constante.

Para entonces a Costa Rica se le había acabado el ánimo de demostrar y, en su lugar, apareció un equipo que sufría para aguantar la presión y dudaba en cada pase. Los de Wanchope se limitaron a contener a España e intentar, de cuando en cuando, responder al contragolpe.

El trabajo más pesado se lo llevaba Keylor, que varias veces salvó a los suyos.

España, poco exigida, fue perdiendo fuelle y se mostró más cautelosa luego de que un golpe provocó que el debutante Aleix Vidal abandonara el campo.

La afición leonesa perdió el entusiasmo inicial y en su lugar dedicaron buena parte de la segunda mitad a meterse con Piqué. Perseguido aún por un incidente que se ha magnificado de más, el defensa catalán se llevó una rechifla cuando entró al campo al sustituir a Ramos, escena que se repitió cada vez que tocó el balón. No lo salvó del escarnio ni siquiera el puñado de niños que, conscientes de que jugaba con la camiseta Roja y no la azulgrana, intentaban animarlo coreando su nombre.

No hubo mucho más para la afición de la antigua capital del reino, que sólo ha disfrutado de dos juegos de la Roja en los últimos 15 años. Pero con la satisfacción de ver al menos durante 10 minutos a Isco, que cada día cuenta con más adeptos en toda España, el descaro de Paco Alcácer de cara al marco o la velocidad de David Silva por el centro del campo.

Pero sobre todo, la tranquilidad de que el cambio generacional que inició tras la debacle en Brasil comienza a rendir frutos.