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Paola Núñez | Corresponsal

MADRID (ESPN Digital) -- Antoine Griezmann volvió a hacer la diferencia en un partido en que solo lucieron Oblak y Cuéllar con un tanto en tiempo de compensación para dar la victoria al Atlético de Madrid por 1-0 sobre el Sporting de Gijón.

Sin ser avasallador y sin una propuesta clara más que la de replegarse y esperar el error de los locales para salir al contraataque, el Sporting de Gijón puso contra las cuerdas al cuadro rojiblanco y casi se sale con la suya llevándose un punto del Calderón si no fuera por la fe de Godín y la persistencia del atacante francés.

Antes de que se cumpliera media hora de juego, el conjunto asturiano había sufrido un par de contratiempos que obligaron a que Abelardo se gastara dos cambios por las lesiones del mediocampista Sergio Álvarez y el atacante Miguel Ángel Guerrero. Si hasta ese momento el Sporting se había replegado hasta juntar sus líneas, con la entrada de Nacho Cases y Castro, su mitad de la cancha parecía abarrotada.

El Atlético dominaba sin llegar a amenazar siquiera la portería de Cuéllar. Intentaba llegar al área contraria con balón dominado, sorprender por la banda a través de Carrasco y, sobre todo, querían hacer llegar algún balón casi desde cualquier sector de la cancha. Nada daba resultado. El Sporting se abocaba a contener al local tapándole la salida mientras abrían un hueco para iniciar la carrera hacia la portería de Oblak. El resto lo dejó en los pies de Jony, que se colaba por donde podía, y Alen Hallilovic, que a la primera que tuvo, cruzó el campo en tres zancadas y obligó al arquero esloveno a intervenir con la atajada de la noche.

El de el croata fue el único remate a puerta en los primeros 45 minutos. Aunque intervino poco, cada vez que tocaba el balón ponía en aprietos a la defensa rojiblanca y obligaba a Godín a emplearse a fondo para detenerlo.

Al Atlético se le había trabado el partido y para complicarlo más, Simeone se vio obligado a enviar a Gámez al inicio de la segunda parte en lugar de Juanfran, perdiendo velocidad en una banda. Aún así, adelantó sus líneas buscando abrir el marcador. Y durante buenos 10 minutos en que Yannick Carrasco se lució en la creación, e cuadro local hizo sufrir al Sporting; pero ni Griezmann ni Jackson, que lo intentaron varias veces seguidas pudieron cumplir con la misión. O se les atravesaba Cuéllar o median mal, ambos, mandando el balón fuera pese a haber engañado al portero.

El equipo rojiblanco no supo aprovechar su momento y se volvió a atascar. El Cholo mandó a Ángel Correa para aumentar el potencial ofensivo y a Oliver para refrescar. Ninguno de los dos lograron cambiar gran cosa la dinámica del equipo. Las llegadas al área contraria cada vez escaseaban más mientras Griezmann y Jackson perdían un balón tras otro de la manera más inocente.

Parecía que el Atlético se encaminaba al naufragio. Pero entonces intervino Diego Godín, que ya en tiempo de compensación, en la última contra del Atlético midió a perfección la carrera de Atoine Griezmann y con un balón bombeado al área le puso el balón a modo para que de éste se adelantara a Cuéllar y con un cabezazo rescatara tres puntos que valen oro.